El escalofriante caso de Anatoly Moskvin ha conmocionado al mundo. Este hombre, arrestado por transformar los restos de 29 niñas fallecidas en muñecas, podría ser liberado, generando indignación y temor en las familias de las víctimas. ¿Cómo pudo un experto en cementerios cometer semejante atrocidad?
¿Quién es Anatoly Moskvin? El “Monstruo de Nizhny Novgorod”
Anatoly Moskvin, de 59 años, es un ruso experto en cementerios y ex traductor de inteligencia militar. Fue arrestado hace 14 años en la ciudad de Nizhny Novgorod, Rusia, por profanar tumbas y convertir los restos de niñas de entre 3 y 12 años en muñecas.
Los horrores en su hogar
Moskvin confesó haber abusado de 44 tumbas. En su hogar, convivía con los cadáveres momificados, a quienes vestía con medias, ropa y botas hasta la rodilla. Además, les pintaba el rostro con lápiz labial y las maquillaba, creando una macabra colección.
- Vestía a los cadáveres con ropa y botas.
- Maquillaba los rostros con lápiz labial.
- Realizaba fiestas de cumpleaños para las “muñecas”.
La posible liberación y el temor de las familias
A pesar de haber permanecido en prisión desde 2011, una evaluación médica sugiere que Anatoly Moskvin podría ser liberado el próximo mes. Esta noticia ha provocado la indignación y el pánico de las familias de las víctimas, quienes temen que reincida en su siniestra costumbre.
La opinión de los psiquiatras
Los psiquiatras que evalúan a Moskvin recomiendan su regreso a casa, considerándolo una persona segura. Planean reclasificarlo como “incapacitado” para que viva con familiares o en una institución de atención.
La angustia de los familiares
Natalia Chardymova, madre de Olga Chardymova, una de las niñas convertidas en muñeca, expresó su temor: “También tengo mucho miedo de que vuelva a las andadas. No tengo fe en su recuperación. Es un fanático”.
Además, Chardymova teme tener que exhumar y reenterrar los restos de su hija si Moskvin vuelve a encontrarlos.
Un futuro incierto
El caso de Anatoly Moskvin plantea interrogantes sobre la salud mental, la justicia y el dolor de las familias afectadas. ¿Podrá la sociedad protegerse de este individuo? ¿Existe rehabilitación posible para un crimen tan aberrante?