Una tragedia humana sacudió a Sonora el pasado 1 de noviembre. 23 personas murieron, incluyendo Lupita, una joven embarazada, en un incendio masivo ocurrido en una zona comercial de Hermosillo. Este evento, además del profundo dolor colectivo, ha desatado una ola de críticas y un llamado urgente a investigar la falta de supervisión en materia de Protección Civil en Hermosillo.
El costo humano de la negligencia en Sonora
El siniestro que enlutó a la comunidad sonorense dejó un saldo de 23 personas fallecidas y 12 heridas, conmocionando a la ciudadanía y reavivando el debate sobre posibles fallas en la verificación de seguridad.
La cronología del desastre, que ocurrió alrededor de las 3:09 de la tarde del sábado, inició con una interrupción abrupta del servicio eléctrico en la zona comercial. Testigos presenciales relataron una secuencia preocupante:
- Un apagón repentino detuvo la energía eléctrica.
 - La luz regresó por unos pocos segundos.
 - Se produjo un nuevo bajón de energía.
 - Inmediatamente después del bajón, se escuchó una fuerte explosión.
 
En cuestión de minutos, las llamas se propagaron de forma incontrolable dentro del establecimiento, alcanzando incluso a los automóviles estacionados cerca. Varios locales aledaños resultaron gravemente dañados y la columna de humo generada fue visible desde distintos puntos de la ciudad de Hermosillo.
De acuerdo con los reportes iniciales, la velocidad con la que se propagó el fuego atrapó tanto a clientes como a empleados que se encontraban en el interior. Si bien los servicios de emergencia arribaron en menos de 15 minutos, el incendio ya había consumido gran parte del inmueble. Las autoridades locales confirmaron que la mayoría de las víctimas falleció por inhalación de gases tóxicos.
El dolor de una promesa truncada: La historia de Lupita
Entre las víctimas que perdieron la vida en el establecimiento se encontraba Lupita, quien tenía varios meses de embarazo y murió junto con su bebé. Su historia se convirtió en un símbolo del duelo colectivo después de que su esposo, identificado como Joel, compartiera un mensaje de despedida en redes sociales que rápidamente se viralizó.
El texto de Joel, acompañado de fotografías de la pareja, fue replicado por miles de usuarios que enviaron mensajes de solidaridad y dolor. El desgarrador mensaje decía:
> “El amor de mi vida. Tantos momentos juntos, risas, llantos, bailes, todo lo que pasamos juntos y un maldito accidente te arrebató la vida junto con nuestra bebé (…). Perdóname por no haber alcanzado a llegar a salvarte, no alcancé a salvarlas, eras, eres y siempre serás el amor de mi vida. Descansa en paz, mi reina hermosa”.
En Hermosillo, los vecinos y seres queridos de las víctimas organizaron una emotiva vigilia para recordar a Lupita y a las demás personas fallecidas. Frente a la tienda donde ocurrió la tragedia, se colocaron globos blancos, veladoras y flores. Familiares de la joven la recordaron en los comentarios de la publicación como una persona alegre, trabajadora y llena de ilusiones por la inminente llegada de su bebé. Asimismo, han realizado un llamado urgente a las autoridades para que investiguen a fondo el hecho y garanticen que no haya impunidad en el caso.
La falta de supervisión y las omisiones oficiales
La tragedia ha expuesto graves fallas en la supervisión de las normas de seguridad. El Secretario de Gobierno de Sonora, Adolfo Salazar Razo, confirmó una omisión crítica que desató fuertes reclamos hacia las autoridades municipales y estatales.
Salazar Razo declaró que el establecimiento siniestrado no contaba con un programa autorizado de Protección Civil desde el año 2021.
> “En 2021 se concluyó en sentido negativo la revisión del programa interno de Protección Civil. Cada trámite y permiso está siendo revisado como parte de la investigación de la Fiscalía”, puntualizó el funcionario.
Esta revelación ha provocado la exigencia de sanciones a los responsables y una revisión inmediata y urgente de todos los establecimientos ubicados en el centro histórico de Hermosillo. Los habitantes de la zona han señalado que el siniestro pudo evitarse si se hubieran cumplido rigurosamente los protocolos de seguridad y verificación.
Por su parte, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora informó que la investigación se mantiene abierta para determinar las causas exactas que originaron el fuego y deslindar responsabilidades. Aunque los peritajes preliminares apuntan a un posible corto circuito, las autoridades no han descartado que existan otros factores relacionados con fallas eléctricas previas que contribuyeran a la magnitud de la tragedia.
Las críticas por el incendio Hermosillo omisiones oficiales señalan directamente la necesidad de rendición de cuentas, en un caso donde el dolor por la pérdida de 23 vidas—incluyendo una madre y su bebé nonato—se mezcla con la indignación por el aparente incumplimiento de la ley.




