La discusión del Presupuesto de Egresos 2026 fue opacada por una explosiva confrontación en San Lázaro. El debate asesinato alcalde Uruapan, Carlos Manzo, escaló rápidamente al recinto legislativo, llevando a diputados de Morena y del PRI a intercambiar acusaciones de “narcogobierno” y “carroñeros” en el Pleno, en un choque que evidenció la polarización de la agenda nacional.
La interrupción del presupuesto: justicia para Carlos Manzo
El ambiente en la Cámara de Diputados se tensó al máximo en medio del análisis del Presupuesto de Egresos 2026. Legisladores del PRI y de Morena se enfrentaron a palabras tras el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.
El conflicto inició cuando el diputado priísta Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla subió a tribuna con una playera negra que llevaba la imagen del edil asesinado y la leyenda: “Justicia para Manzo”. Su discurso se enfocó en la violencia y la inseguridad:
> “Hoy por supuesto que no vengo a hablar del presupuesto, no me pidan discutir de números cuando afuera están matando a los que defienden al pueblo”.
El congresista apuntó directamente a la administración, sentenciando que Carlos Manzo “murió por señalar y acusar a este narcogobierno y por no arrodillarse ante quienes hoy mandan (los delincuentes)”.
La respuesta morenista y el caos en el Pleno
Apenas había transcurrido un minuto de su discurso cuando las diputadas morenistas –encabezadas por el vocero de su bancada, Arturo Ávila– taparon al orador con una pancarta. Dicho cartel acusaba a la oposición de ser “carroñeros”. Esta acción detuvo al orador, generando un completo desorden.
La presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán, pidió orden y respeto para todos los legisladores; sin embargo, su solicitud fue ignorada por los presentes. En el pleno solo se escuchaban las consignas en pugna: “narcogobierno” y “carroñeros”.
La conciliación de los coordinadores
Minutos después, López Rabadán dio la palabra al coordinador del PRI, Rubén Moreira, quien defendió la postura de su correligionario. Moreira dijo que Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla hizo uso de la tribuna de manera correcta y por ello no podía ser reconvenido por parte del grupo parlamentario mayoritario.
En respuesta, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, reconoció que su bancada incurrió en una falta. Monreal pidió a los suyos retirar las pancartas, así como honrar el acuerdo de un debate respetuoso y con prudencia.
Tras estos llamados, Kenia López Rabadán conminó a quienes integran la Cámara de Diputados a elevar el sentir de la política como medio para llegar a espacios de concordia en el país.
El discurso encendido: “miserables, cínicos, cobardes”
Una vez que el ambiente se serenó parcialmente, Gutiérrez Mancilla continuó con su discurso. El priísta rechazó que estuvieran politizando el tema, pues manifestó que: “todavía tienen el descaro de venir aquí y decir que pedir justicia es sacar raja política. ¿Desde cuándo pedir justicia es un acto partidista?”.
Asimismo, el diputado aseguró que:
- “Ustedes representan a un estado que prefiere mirar a otro lado, mientras el crimen organizado se adueña de nuestro país”.
- Reiteró que “no es normal que en México estén matando gente todos los días”.
- Acusó que “hoy no gobierna el estado mexicano, el estado está arrodillado ante el crimen organizado”.
Gutiérrez Mancilla concluyó su intervención con un mensaje cargado de furia: “Miserables, cínicos, cobardes, que chinguen y que rechinguen a su madre. Todos aquellos que son tibios, que son cómplices, los que callan, miserables, cínicos, asesinos, eso es lo que hace el gobierno, el narcogobierno de Morena. No tienen cara para ver a los mexicanos de frente”, gritó.
El respaldo del PAN y el contrataque de Morena
A esta postura se unió la panista, Annia Sarahí Gómez Cárdenas, quién reprochó que Morena eliminara recursos al rubro de seguridad pública, justo en el momento en que más lo necesita el país. Añadió que el Gobierno ha decidido abandonar al pueblo mexicano.
La legisladora del PAN lanzó una serie de preguntas al bloque mayoritario:
- ¿Qué le deben a la presidenta de la República?
- ¿Por qué le tienen tanto miedo?
En respuesta a la cadena de ataques, la morenista Flor de María Esponda Torres llamó “carroñero” de manera directa a Gutiérrez Mancilla. Además, argumentó que el priísta “no representa a la juventud mexicana, es machista y llegó no por el voto sino por favores”.
Cabe destacar que, al principio de su intervención, la diputada Esponda Torres reprodujo un audio de Carlos Manzo. En dicho material, se le escucha decir que la tragedia “comenzó en Michoacán, el 11 de diciembre del 2006, cuando Felipe Calderón decidió militarizar al país no para proteger a los ciudadanos, sino para ser cómplice de cárteles”.
La jornada evidenció que el luto político por la violencia desbordada ha desplazado el debate técnico en San Lázaro. Las etiquetas de “narcogobierno” y “carroñeros” demuestran una Cámara de Diputados paralizada por la polarización y la incapacidad de la clase política de encontrar un punto medio, incluso cuando la muerte de un edil exige respuestas urgentes de concordia y estrategia. La pregunta central persiste: ¿Puede el Estado mexicano recuperar el control territorial mientras sus representantes se ahogan en reproches históricos y acusaciones cruzadas?




