Hace tres años, Rhi Evans tomó una decisión impulsiva mientras usaba pastillas para dormir: comprar un huevo fertilizado en eBay. Lo que comenzó como un hecho que podría parecer insignificante se transformó en una responsabilidad monumental. Hoy, esta residente de Gloucestershire, Reino Unido, comparte su vida con EJ, un emú de 1.80 metros de altura, requiriendo atención y cuidados diarios.
El impulso nocturno que trajo a EJ a casa
La protagonista de esta historia, Rhi Evans, originaria de Gloucestershire, en Reino Unido, es una reconocida apasionada de las aves. Siempre había tenido el deseo de tener un emú.
Fue precisamente hace tres años cuando, en un momento de impulso, tomó la decisión de adquirir el huevo fertilizado por medio de la plataforma de comercio electrónico eBay, después de haber tomado una pastilla para dormir.
El huevo fue entregado en la puerta de su casa, y Rhi se dedicó a cuidarlo hasta que nació el polluelo, al que bautizó como EJ. Desde entonces, Rhi y el emú EJ comparten su vida. La experiencia ha sido catalogada por Rhi como “loca”, pero al mismo tiempo como “una de las mejores cosas” que le han sucedido.
El proceso de incubación y el descubrimiento del género
Tras su llegada, el huevo requirió ser incubado durante dos meses. Estos huevos necesitan atención diaria y un volteo regular.
Debido a las características de la cáscara del huevo de emú, resulta complicado determinar si el polluelo se está desarrollando correctamente hasta que llegan los últimos días de la incubación. A pesar de la dificultad inherente al proceso, Rhi no desistió.
- Nombre inicial: Rhi bautizó al pájaro inicialmente con el nombre de Emu Jonathan, basándose en la suposición de que era macho al momento de su nacimiento.
- Aclaración veterinaria: Tiempo después, durante una consulta veterinaria, se descubrió que en realidad el emú era hembra. Por esta razón, se le modificó el nombre a EJ.
La vida diaria con el emú: una responsabilidad de 35 años
Rhi Evans ha asegurado que siempre le han fascinado las aves prehistóricas, también conocidas científicamente como ratites. No obstante el afecto que siente por EJ, la dueña del ave emitió una advertencia clara para terceros:
> “Definitivamente no recomendaría a nadie que simplemente comprara un huevo de emú, porque es una gran responsabilidad”.
Rhi justificó que, en su caso, la crianza se pudo llevar a cabo exitosamente dado que ella ya había criado y tenido varias aves previamente y reside en una zona rural.
- Convivencia: EJ se lleva bien con los otros pájaros que tiene Rhi.
- Cuidados especializados: Rhi admite que lo mima demasiado. “Ella recibe las frutas y verduras más frescas y también la alimento con pienso especial para ratas”, detalló.
- Dimensiones: El emú tiene una altura de 1.80 metros.
Datos clave sobre esta ave ratite
Los emú son conocidos por ser la segunda ave más grande del mundo.
- Peso y estructura: Llegan a pesar hasta 60 kilogramos. Poseen patas fuertes que les han permitido adaptarse completamente a la vida terrestre. Aunque tienen alas, estas no pueden ser utilizadas para volar.
- Coloración: Predomina el color gris en estos animales, aunque la zona de su cuello presenta un tono gris azulado.
- Dieta: Su alimentación se basa predominantemente en materia vegetal, incluyendo frutas, semillas y brotes. También son capaces de ingerir algunos insectos.
- Longevidad: La esperanza de vida de los emú en cautiverio oscila entre los 25 y 28 años de edad, si bien se han documentado ejemplares que han alcanzado hasta los 35 años.
La regulación legal de la tenencia de emú en México
A diferencia de otras especies exóticas, en México sí es legal tener un emú, pero esta tenencia está estrictamente condicionada al cumplimiento de la normativa oficial.
Para poder poseer uno, es indispensable contar con el permiso oficial emitido por dos instituciones clave del país:
- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Estos requerimientos se establecen de acuerdo con lo estipulado en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
La historia de EJ y Rhi Evans subraya la delgada línea entre el deseo impulsivo y la realidad de la tenencia responsable de fauna exótica. Si bien la experiencia ha sido gratificante, la advertencia sobre la magnitud de la responsabilidad, que puede extenderse hasta por 35 años, resuena como una lección fundamental para quienes contemplan la adopción de animales no convencionales.




