La escalada del conflicto magisterial en Michoacán ha alcanzado un punto crítico. Integrantes de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) iniciaron un paro de 48 horas este jueves. Las movilizaciones buscan manifestar su rotundo rechazo al Plan Michoacán por la Paz y la Justicia (PCP).
El rechazo al Plan Michoacán y la escalada de protestas
El cese de labores convocado por la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) comenzó este jueves. La medida de presión, que se extenderá por 48 horas, obedece a la exclusión que la organización asegura haber sufrido durante el diseño e implementación del programa gubernamental.
Los maestros sostienen que no fueron tomados en cuenta para la construcción de este programa integral. Este argumento es el motor principal detrás de su rechazo al “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, elevando la tensión entre el gremio y las autoridades estatales.
Toma de oficinas y el inicio del paro
La jornada de movilizaciones arrancó de manera contundente a las 8:00 de la mañana. La primera acción visible y de alto impacto fue la toma de oficinas de presidencias municipales en diversos puntos del estado de Michoacán.
Esta táctica busca presionar directamente a los gobiernos locales para que intercedan en el conflicto. Las acciones iniciales evidencian una estrategia coordinada para maximizar la visibilidad y el impacto del paro.
Las imágenes capturadas, como las reportadas por Charbell Lucio, muestran la magnitud del arranque de estas movilizaciones.
La agenda de movilización y el impacto educativo
El paro de 48 horas no se limitará a la ocupación de oficinas. Para el día viernes, la CNTE tiene previsto intensificar sus protestas con una marcha masiva en la capital.
Detalles clave de la manifestación programada para el viernes:
- Ubicación inicial: La movilización partirá desde Casa Michoacán.
- Destino final: Palacio de Gobierno, en la ciudad de Morelia.
Las distintas fracciones que se unirán al paro de maestros calculan que se verán afectados cerca de 8 mil planteles educativos en todo el estado debido al cese de labores. Esta cifra subraya el potencial disruptivo del movimiento, impactando significativamente la educación pública en Michoacán.
El magisterio disidente ha puesto sobre la mesa una exigencia fundamental: ser parte de las decisiones que afectan directamente a la paz y la justicia en el estado. ¿Hasta dónde está dispuesto a negociar el gobierno de Michoacán para desactivar una protesta que amenaza con paralizar la actividad educativa en cerca de 8 mil escuelas?




