Los Alegres del Barranco enfrentan investigaciones tras proyectar imágenes de ‘El Mencho’ en conciertos. ¿Hasta dónde llega la apología del delito?
Una ovación estalló en el Auditorio Telmex. En pantalla: La imagen de Nemesio Oseguera ‘El Mencho’. Abajo, el acordeón sonaba. Los Alegres del Barranco no imaginaban que esa noche marcaría un antes y un después en su carrera, y que su “Homenaje” los colocaría en el ojo del huracán y del Gobierno federal.
La polémica estalla en Jalisco: ¿Arte o apología del delito?
La noche que lo cambió todo
El 30 de marzo de 2025, durante un concierto en el Auditorio Telmex de Guadalajara, Los Alegres del Barranco, grupo de música regional sinaloense, proyectaron imágenes del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’.
Además del material visual, interpretaron “El 701”, narcocorrido que glorifica a Joaquín “El Chapo” Guzmán. La reacción fue inmediata: La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el hecho como inaceptable y pidió una investigación.
“No está bien. Que se haga una investigación. No es correcto”, dijo Sheinbaum en su mañanera del 31 de marzo.
El eco en redes y la respuesta del grupo
Tras el evento, Pavel Moreno, segunda voz y acordeonista de la banda, respondió en redes sociales:
“¡Qué chulada!, todo bien plebes”, escribió tras enterarse de que fueron mencionados en la mañanera.
“Ando bien contento por todo el apoyo que nos brindan”, agregó.
Este tono festivo contrastó con la seriedad del caso: la Fiscalía General de Jalisco y la de Michoacán abrieron investigaciones por presunta apología del delito.
¿Qué dice la ley mexicana sobre la apología del delito?
Marco legal vigente
En México, el Código Penal Federal establece que:
- Artículo 208: “Se impondrá prisión de seis meses a tres años y multa al que públicamente hiciere apología de un delito o de algún vicioso, o incitare a cometer un delito determinado.”
La clave está en determinar si la actuación del grupo constituye una exaltación directa del crimen organizado.
¿Existe censura o es un tema de seguridad pública?
Expertos como Luis Astorga, sociólogo y especialista en narcotráfico, explican que la línea entre cultura popular y apología es delgada.
“No se trata de censurar, sino de contextualizar. El problema es cuando el contenido legítima o romantiza estructuras criminales”, sostiene Astorga.
La industria del narcocorrido: Historia, impacto y evolución
Origen y expansión
Los narcocorridos no son nuevos. Su auge comenzó en los años 70 y 80, con figuras como Los Tigres del Norte y Chalino Sánchez. Pero en las últimas dos décadas, el género ha mutado hacia una narrativa más gráfica y bélica, asociada directamente con los grandes cárteles del narcotráfico.
¿Música de protesta o marketing criminal?
Hay dos visiones:
- Defensores: Alegan que el narcocorrido refleja una realidad que el Estado ignora, y que es una forma de expresión cultural.
- Críticos: Afirman que glorifican la violencia y convierten a líderes criminales en ídolos aspiracionales para jóvenes.
Impacto en menores y zonas vulnerables
Un estudio de la UNAM y el CIDE señala que en zonas con alta presencia del crimen organizado, los narcocorridos pueden normalizar la figura del narco como modelo de éxito, influyendo negativamente en adolescentes.
El papel del Estado y la censura cultural
¿Debería el Gobierno intervenir en el contenido musical?
La intervención estatal en el arte es un debate abierto. Si bien la libertad de expresión es un derecho constitucional, cuando la música promueve actividades ilegales, la discusión cambia de tono.
- La Corte Suprema ha sentenciado que el arte no está exento de límites legales.
- Sin embargo, la censura previa está prohibida, por lo que el Estado solo puede actuar tras los hechos.
Casos previos de intervención estatal
- En 2011, Sinaloa prohibió conciertos con narcocorridos en espacios públicos.
- En 2023, el Gobierno de Nuevo León multó a artistas por promover el crimen organizado durante presentaciones.
Reacciones del público, artistas y autoridades
Los fans, divididos
Mientras miles apoyaron a la banda por “Su autenticidad”, otros expresaron rechazo:
“No se puede normalizar que en un país con más de 100 mil desaparecidos, se rinda homenaje a criminales”, opinó un usuario en X (antes Twitter).
Artistas del mismo género opinan
Algunos músicos, bajo anonimato, manifestaron preocupación por el impacto que estos casos pueden tener en la imagen del regional mexicano a nivel internacional.
Auditorio Telmex y autoridades locales se deslindan
El Auditorio Telmex emitió un comunicado aclarando que no tienen control sobre el contenido mostrado por los artistas.
Por su parte, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, afirmó que seguirán investigando para evitar “Manifestaciones culturales que hagan apología del crimen”.
¿Qué implica la cancelación de visas para músicos?
Sanción con impacto internacional
Las autoridades estadounidenses retiraron la visa a Los Alegres del Barranco. Esta acción limita su participación en el mercado más lucrativo para la música regional: EE.UU.
Según datos de la RIAA, el 75% del consumo de regional mexicano ocurre en Estados Unidos.
Esto no solo afecta sus ingresos, sino también su reputación y agenda internacional.
Otros casos similares
- Gerardo Ortiz, en 2016, enfrentó cargos por apología del delito.
- Grupo Arriesgado, en 2024, canceló su gira tras amenazas del crimen organizado y presión pública.
¿Qué sigue para Los Alegres del Barranco?
Investigaciones en curso
Ambas fiscalías analizan si existen elementos suficientes para imputar cargos por apología del delito. De encontrarse responsables, podrían enfrentar multas, prisión o vetos estatales.
La respuesta del grupo marcará su futuro
De continuar con este tipo de presentaciones, el grupo podría enfrentar cancelaciones, pérdida de patrocinios y mayor escrutinio mediático. También hay quienes advierten que la atención podría aumentar su popularidad en ciertos sectores.
Cultura o crimen, ¿Quién traza la línea?
El caso de Los Alegres del Barranco nos obliga a mirar de frente una tensión latente en México: La del arte como reflejo de la violencia y su potencial para convertirse en herramienta de glorificación criminal.
¿Debe limitarse la expresión artística en nombre de la seguridad? ¿O estamos frente a una crisis más profunda, donde la música sólo evidencia lo que el Estado no ha logrado contener?
Lo cierto es que, en un país donde la violencia se ha normalizado, cada acorde puede convertirse en una declaración política o un error irreversible.