Flor Rubio, la reconocida conductora de Venga La Alegría, ha vuelto a desatar la polémica en redes sociales por su firme posicionamiento sobre el matrimonio de Christian Nodal y Ángela Aguilar. Ante la creciente ola de acoso digital que afecta no solo su vida personal, sino también la laboral, Rubio comparó la situación con la Santa Inquisición, haciendo un llamado urgente a la empatía y a la separación entre lo personal y profesional.
La polémica defensa de Flor Rubio
Este fin de semana, en su programa de YouTube Dulce & Picosito, Flor Rubio recordó la reciente recolección de firmas en redes sociales que busca que los Gobiernos de Michoacán y Guadalajara cancelen los conciertos programados de Nodal y la Dinastía Aguilar con motivo del Grito de Independencia. Tras detallar este suceso, la periodista comparó la medida del público con las prácticas de la Santa Inquisición.
Durante su emisión, Flor Rubio aseguró que la situación ha trascendido el mero chisme, convirtiéndose en un acoso que urge una reparación de daños para apaciguar a un público ahora totalmente en contra de los cantantes. Subrayó que esta “funa” afecta gravemente a Nodal, a su esposa y a toda la familia Aguilar, incluyendo a Pepe y Leonardo.
Un acoso “excesivo” que afecta el sustento
Flor Rubio no dudó en expresar su desacuerdo con las cancelaciones que enfrentan los artistas. “Yo no estoy de acuerdo. A mí esta situación y este acoso me parece excesivo y podrán decir que los defiendo, no. Lo que defiendo es la falta de empatía”, señaló, visiblemente molesta por las repercusiones que sufre la familia Nodal Aguilar.
Asimismo, explicó que este acoso está privando del sustento y el trabajo a una familia que, según ella, “ha demostrado que llevan el estandarte de la cultura y la música mexicana por el mundo”. Más tarde, aclaró que no se refería únicamente a los cantantes, sino a todas las personas que trabajan con ellos y dependen de sus actividades.
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La controversia se extiende a la dinastía Aguilar
Rubio lamentó que se esté dejando de lado la importancia que la familia Aguilar tiene dentro del Regional Mexicano para únicamente centrarse en sus vidas personales, calificando de “terrible” el hecho de alegrarse por las desgracias ajenas. “Reducir todo esto a sus errores en la vida personal me parece que ya estamos exagerando y creo que la gente que se alegra de que Ángela haya cancelado conciertos y la gente que se alegra porque los quieren cancelar, que se revisen. Si te alegra el mal ajeno, en serio, revísate”, sentenció.
La periodista sostuvo que una cosa es opinar, y otra, un “acoso tan cruel”, afirmando que ella ya no está de acuerdo “con tanto odio”.
La Santa Inquisición en las redes sociales
Su colaborador Joel O’Farrili coincidió en que la situación es lamentable y aseguró que “esta persecución” por parte del público es un retroceso a la época de la Santa Inquisición. Carlo Uriel, otro colaborador, añadió que las personas están “cegadas por el odio”.
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Al respecto, Flor Rubio comentó: “Ya no estamos en la época. ¿Qué hizo Ángela Aguilar?: se enamoró de Christian Nodal y se metió en una relación y ¿qué hizo Pepe Aguilar?: Pues se expresó mal de su posicionamiento contra los migrantes. ¿Neta?, ¿Eso implica que los tenemos que quemar en leña verde? ¿Qué no la época de la Santa Inquisición ya había pasado?, y cuando estudiamos historia decimos que era una forma muy equivocada de ver al ser humano. Ya no estamos en esas épocas en donde hay que quemar a las brujas en leña verde, ni apedrear a las mujeres, eso ya está, pero muchos años atrás y hoy las redes sociales se vuelven la Santa Inquisición o en el Coliseo Romano”, señaló.
Finalmente, la periodista pidió que dejen en paz a Ángela Aguilar, expresando su incomprensión sobre lo que el público busca con el acoso masivo que recibe por su vida, sus decisiones y sus errores. La “funa” también involucró a Pepe y Leonardo Aguilar por su postura sobre los migrantes “legales”, lo que les generó polémica y cancelación.
La postura de Flor Rubio, secundada por sus colaboradores, plantea un debate crucial sobre los límites del escrutinio público en la era digital. ¿Es justo que los errores personales anulen la trayectoria profesional y el sustento de toda una familia, arrastrando a quienes se atreven a defenderlos?
