Hace pocos años, se pensaba que el hígado graso era una sentencia progresiva. Hoy, gracias a un ensayo clínico global, el medicamento Ozempic podría reescribir esa historia.
¿Qué es el hígado graso y por qué es tan grave?
La enfermedad del hígado graso, conocida ahora clínicamente como MASH (esteatohepatitis asociada con disfunción metabólica), afecta a 1 de cada 20 adultos en Estados Unidos. Y no solo se trata de grasa acumulada: esta afección puede provocar inflamación crónica, cicatrices en el órgano y riesgo de insuficiencia hepática.
¿Qué causa el MASH?
Según la Clínica Cleveland, las causas principales incluyen:
- Obesidad
- Diabetes tipo 2
- Colesterol elevado
- Hipertensión arterial
Esta combinación de factores hace que el MASH sea una de las manifestaciones más peligrosas del síndrome metabólico.
El estudio que lo cambió todo
Semaglutida, el principio activo de Ozempic y Wegovy
La semaglutida pertenece a una clase de medicamentos llamados agonistas del receptor GLP-1. Su función es imitar la hormona GLP-1, regulando los niveles de insulina y glucosa, reduciendo el apetito y ralentizando la digestión.
Pero su potencial va mucho más allá de la pérdida de peso.
Detalles del ensayo clínico
El estudio, publicado el 30 de abril de 2025 en The New England Journal of Medicine, reclutó a 800 personas en 37 países con MASH y cicatrices hepáticas moderadas a graves.
- Duración: 72 semanas
- Grupos: dos tercios tomaron semaglutida; el resto, placebo
Resultados clave
- 63 % de los pacientes con semaglutida revirtieron el MASH sin progresión de cicatrices (vs. 34 % con placebo)
- 37 % de los tratados redujeron su grado de fibrosis hepática (vs. 23 %)
- Un tercio logró ambas mejoras: menos inflamación y menos cicatrices (el doble que con placebo)
“La semaglutida ofrece un nuevo enfoque prometedor para millones de pacientes”, explicó el Dr. Arun Sanyal, líder del estudio.
¿Por qué esto es revolucionario?
Abordaje dual: síntomas y causas
Lo innovador de Ozempic no es solo que reduzca la grasa hepática, sino que ataca la raíz metabólica del problema: obesidad, hiperglucemia y resistencia a la insulina.
Comparación con el único tratamiento aprobado
Actualmente, solo existe un medicamento aprobado por la FDA para tratar el hígado graso: Rezdiffra (resmetirom). Este actúa sobre un receptor tiroideo para reducir grasa en el hígado, pero no trata los factores metabólicos.
Semaglutida, en cambio, aborda múltiples frentes a la vez.
Efectos adicionales en la salud general
Además de revertir el MASH, los pacientes en el ensayo también mostraron:
- Pérdida de peso significativa
- Mejoras en la salud cardiovascular
- Reducción de marcadores inflamatorios
Estas mejoras contribuyen no solo a la salud hepática, sino a una mejora integral de la calidad de vida.
¿Qué sigue para Ozempic y el hígado graso?
Planes de aprobación oficial
El fabricante Novo Nordisk planea solicitar la aprobación de la FDA para el uso de Ozempic en el tratamiento del MASH antes de que termine 2025.
Implicaciones globales
De aprobarse, este tratamiento podría:
- Cambiar el paradigma clínico del manejo de enfermedades metabólicas
- Disminuir el riesgo de cirrosis y trasplantes hepáticos
- Aliviar la carga de los sistemas de salud pública
¿Estamos ante el inicio del fin del hígado graso?
El avance científico detrás de la semaglutida plantea una pregunta crucial:
¿Estamos presenciando el principio del fin de una de las enfermedades hepáticas más silenciosas y letales del siglo XXI?
Los próximos años dirán si esta promesa se convierte en norma clínica. Pero por ahora, la esperanza ha cambiado de forma, y viene en inyecciones semanales.
