La escena, captada en video, se hizo viral de inmediato. En el cementerio El Sagrado Corazón, en Landázuri, Santander, una mujer decidió desafiar la ley y el dolor, abriendo la tumba de un joven fallecido. Las imágenes muestran un acto extremo de duelo que ha conmocionado a Colombia y al mundo: una mujer abre ataúd Santander para cumplir una promesa final.
El suceso en el camposanto El Sagrado Corazón
Los hechos ocurrieron en el Camposanto El Sagrado Corazón, ubicado en el municipio de Landázuri, en el departamento de Santander, Colombia. El impactante momento fue grabado por el encargado del cementerio, quien había regresado recientemente a sus actividades laborales tras haber estado en incapacidad.
Según el video, que se ha hecho viral en redes sociales, una mujer cuya identidad no ha sido revelada, retiró la lápida del lugar donde se encontraba el cuerpo. El joven, identificado como Diego Expedito Moreno Rojas, tenía solo 19 años. Había sido sepultado hacía apenas tres meses, luego de ser asesinado en el municipio de Cimitarra en julio de este mismo año.
La confrontación con el vigilante
El trabajador del cementerio relató que, luego de que diversas personas le informaran sobre lo sucedido, decidió volver para confrontar y grabar la situación, encontrándose con la mujer en medio de uno de los pasillos con el ataúd abierto.
En el metraje, el vigilante cuestiona el acto, advirtiendo de las implicaciones legales:
- “Y a usted quién le dio permiso de abrir ahí mamita, yo estaba incapacitado y ahí llegó (…)”
- “Usted no puede abrir eso, eso es un delito, yo estoy enfermo mamita, usted no puede abrir eso.”
Al ser cuestionada, la mujer, descrita también como “la joven”, lanzó un mensaje contundente sobre su determinación: “A mí no me importa, así me cueste la vida”.
El dolor y la promesa: “Voy a comprarle uno mejor”
#ATENCIÓN 😱 Una mujer ingresó a un cementerio en Landázuri, Santander, retiró una lápida y abrió el ataúd de un joven fallecido para “bañarlo y cambiarle la ropa”.
— ElTrino.Co (@EltrinoCo) October 24, 2025
En el video, se le ve colocando cervezas y una veladora junto al féretro mientras expresa su dolor y frustración.… pic.twitter.com/YIYE0vwnly
De acuerdo con la información recabada por medios colombianos, el objetivo de la mujer era supuestamente “bañarlo y cambiarle de ropa” al difunto.
Los detalles revelados por el trabajador del cementerio profundizan el dramatismo de la escena. En el lugar, la mujer tenía consigo:
- Una muda de ropa para cambiar al cuerpo.
- Latas de cerveza.
- Una veladora (según reportes complementarios).
El trabajador aseguró que la mujer incluso hablaba con el cuerpo de Diego Expedito Moreno Rojas, a quien le hacía promesas sobre su descanso final: “Voy a comprarle uno mejor, papacito”. Al ser finalmente detenida, la mujer aseguró que solo “quería verlo y así lo hice y a mí no me importa”.
Las reacciones en redes sociales y la intervención policial
Luego de que el video, donde se observa a la mujer manipulando al difunto, se hiciera viral, las reacciones de los internautas se centraron en el análisis del duelo y la salud mental, más que en la condena legal.
Entre los comentarios más destacados de usuarios de redes sociales se encuentran:
- “Solo quien ha perdido un ser amado, lo entenderá.”
- “La salud mental es muy importante atenderla y la capacidad de las personas para prestar primeros auxilios psicológicos, ella necesitaba sentirse comprendida, el dolor no permite que se actúe de forma racional.”
- “Pobrecita. Si es el hijo debe estar destrozada.”
La discusión escaló cuando algunos usuarios señalaron un video completo donde se muestra la intervención de las autoridades. Como indica uno de los comentarios, la Policía de Santander arribó al lugar para detener a la mujer. Esta puso resistencia, lo que llevó a críticas sobre el manejo de la situación: “Pero no muestran todo el video completo donde la policía maltrata a la muchacha, puede ser delito y todo pero no es la manera de tratar a una persona sin saber los problemas que tenga quizás depresión, el dolor por la perdida de un ser querido, nunca muestran las cosas completas siempre quitan pedazos”.
Este incidente expone la delgada línea entre el manejo legal de un cuerpo y el profundo impacto psicológico que provoca el duelo extremo, especialmente tras una pérdida violenta. El acto, catalogado por el vigilante como un delito, es interpretado por la opinión pública como un grito desesperado ante la incapacidad de aceptar la muerte de un ser querido.

