Una misión de rutina en el “Palacio Celestial” chino se ha convertido en un episodio de alto riesgo. Los astronautas varados China 2025 a bordo de la cápsula Shenzhou-20 sufrieron un percance grave provocado por un impacto desconocido, impidiendo su regreso programado a la Tierra y forzando una compleja maniobra de emergencia.
El incidente en el espacio: un golpe inesperado
Tres astronautas de China sufrieron un grave percance justo cuando intentaban regresar al planeta Tierra a bordo de la cápsula espacial Shenzhou-20. De pronto, fueron impactados por un objeto, lo que impidió que pudieran abandonar la sonda y volver a casa.
Los taikonautas —término como llaman a los astronautas en China— identificados como Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang, tuvieron que hacer maniobras de emergencia. Esta acción crítica les permitió regresar a la estación espacial Tiangong, conocida también como el “Palacio Celestial”.
El regreso de los astronautas estaba programado para el miércoles 5 de noviembre. Sin embargo, tras el golpe del objeto, su cápsula sufrió severos daños en la zona del casco.
La hipótesis de la Agencia Espacial China
Los responsables de la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China (CMSA) informaron que creen que el daño fue causado por un fragmento de basura espacial, según declaraciones citadas por medios locales.
Shenzhou-20 Commander Chen Dong has set a new record for the longest cumulative spaceflight time by a Chinese astronaut, with over 380 days in orbit so far. He has also completed six spacewalks, the most among all Chinese astronauts to date. pic.twitter.com/QM1KjPVR0C
— 中国驻加拿大大使馆 Chinese Embassy in Canada (@ChinaEmbOttawa) October 23, 2025
La CMSA declaró formalmente:
> “Para garantizar la seguridad y la salud de los astronautas y el éxito de la misión, se ha decidido posponer la misión de regreso de Shenzhou-20, prevista inicialmente para el 5 de noviembre”.
Los tres tripulantes de China habían llegado a la estación espacial Tiangong desde el pasado mes de abril. Horas antes del lanzamiento, cientos de personas los saludaron por las calles de la base militar de la ciudad de Jiuquan, construida en medio del desierto, agitando ramos de flores y banderitas.
Récords y trabajos de reparación en el “Palacio Celestial”
Actualmente, los astronautas Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang trabajan en conjunto con el equipo de relevo para arreglar el casco de la nave y preparar su regreso a casa.
El pasado viernes 31 de octubre, los astronautas que serían el reemplazo de Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang llegaron a la estación espacial Tiangong.
Cabe destacar el importante papel de uno de los tripulantes varados, el comandante Chen Dong, quien ha establecido un nuevo récord:
- Ha logrado el tiempo acumulado de vuelo espacial más largo por un astronauta chino, con más de 380 días en órbita hasta la fecha del 23 de octubre de 2025.
- Ha completado seis caminatas espaciales, la mayor cantidad entre todos los astronautas chinos hasta el momento.
La ambición espacial de Pekín
China envió el 24 de abril a este equipo de astronautas como parte de su estrategia para la estación espacial, que es la joya de la corona del programa de Pekín diseñado para competir directamente con Estados Unidos en el sector espacial, según lo reportado por la agencia AFP.
El gigante asiático ha invertido miles de millones de dólares en el denominado “sueño espacial” de su presidente, Xi Jinping. El objetivo a largo plazo incluye enviar una misión tripulada a la Luna durante esta década y, posteriormente, construir una base en el satélite.
Para alcanzar esta meta, los experimentos realizados en la estación espacial Tiangong son cruciales. Esta plataforma orbital es ocupada por tripulaciones de tres astronautas que se relevan cada seis meses.
El incidente de la cápsula Shenzhou-20 subraya los riesgos inherentes a la órbita baja terrestre, especialmente la amenaza creciente de la basura espacial. Mientras la nación invierte miles de millones en su ambición lunar, la seguridad de las misiones rutinarias se pone a prueba ante fragmentos que podrían amenazar no solo las naves, sino la vida misma de los exploradores. ¿Podrá China garantizar la seguridad de su “sueño espacial” si la órbita se vuelve cada vez más peligrosa?




