Lo que prometía ser una jornada educativa al aire libre en Bella Coola, Canadá, se transformó en una tragedia súbita cuando un grupo de niños de primaria y sus maestros fueron embestidos por un oso pardo. El brutal ataque ocurrió en un sendero boscoso, dejando un saldo de 11 personas heridas, dos de ellas en estado crítico, y sumiendo a la comunidad escolar en un profundo estado de shock.
El horror en Bella Coola: Un ataque imprevisto en Vancouver
Los hechos se registraron el pasado jueves en una zona conocida como Bella Coola, cerca de la Carretera 20, al noroeste de Vancouver. Los alumnos de primaria, junto con sus docentes y acompañantes, se encontraban realizando una caminata y senderismo como parte de una actividad escolar.
En medio de la tranquilidad que caracteriza al bosque, el oso pardo irrumpió sin previo aviso y comenzó a agredir a las personas que se encontraban más cercanas a él. Las autoridades oficiales confirman que van 11 personas heridas, de las cuales dos están en estado crítico.
La rápida respuesta de los Servicios de Salud de Emergencias de Columbia Británica fue crucial, pues informaron que enviaron al lugar de los hechos dos ambulancias y un paramédico comunitario. Tras evaluar la situación, se determinó el traslado inmediato de cuatro heridos a hospitales, mientras que el resto de los afectados recibió atención inicial en el lugar o en clínicas cercanas.
Testimonios que revelan la magnitud del trauma
La magnitud del ataque de oso pardo ha quedado expuesta a través de los conmovedores relatos de los padres y familiares de las víctimas.
La angustia de una abuela: “Se me partió el corazón”
Hzita Brown Mack, abuela de una de las niñas atacadas, compartió en redes sociales fotografías de su nieta hospitalizada. Con visible dolor, describió el impacto de ver las lesiones: “se me partió el corazón al ver lo que el oso le había hecho a su cuerpecito”, escribió.
De acuerdo con la mujer, la menor recibió alrededor de 100 puntos de sutura para cerrar múltiples heridas, previo a su traslado a otro centro médico para atención especializada.
El escape desesperado de los niños y la valentía docente
Entre los testimonios más crudos está el de Veronica Schooner, madre de un niño de 10 años que formaba parte del grupo. La mujer compartió la imagen de los zapatos de su hijo, cubiertos de barro y manchados tras correr desesperadamente.
La madre de familia narró que su hijo le contó que estuvo tan cerca del animal, a tal punto que “alcanzó a sentir su pelaje”, mientras huía.
Schooner relató que, según su hijo, varias personas intentaron intervenir y alejar al oso, pero uno de los profesores terminó llevándose “la peor parte” del ataque y fue evacuado en helicóptero debido a la gravedad de sus heridas. Tres de los menores, incluido el grupo de Álvarez (cuyo grupo sufrió las agresiones), padecieron lesiones graves y están recibiendo atención especializada.
Alerta máxima en Columbia Británica: El oso sigue libre
Tras el ataque, la escuela Acwsalcta, administrada por la Nación Nuxalk, anunció su cierre temporal. Aunque no confirmó la identidad de las víctimas, la institución comunicó que ofrecerá apoyo psicológico a la comunidad escolar ante la magnitud del trauma vivido.
La policía describió las heridas de varios de los afectados como “muy graves”, e indicó que el incidente provocó un fuerte estado de shock entre estudiantes y familias.
Las autoridades informaron que, hasta la noche del jueves, el oso no había sido localizado, lo que elevó el nivel de alerta en Bella Coola y zonas cercanas. También se emitieron advertencias urgentes pidiendo a los residentes:
- No caminar en áreas boscosas.
- No salir de noche.
- Evitar patrullar o intentar localizar al animal por su cuenta.
“El oso aún no ha sido encontrado”, insistieron las autoridades, solicitando a la población permanecer en casa y pedir transporte seguro si necesitaban desplazarse.
La comunidad de Bella Coola enfrenta ahora el desafío de la recuperación física y psicológica, mientras las autoridades mantienen la alerta por la presencia de un animal salvaje que, a juzgar por la violencia de los hechos, representa un peligro latente. ¿Qué medidas de seguridad y prevención serán implementadas a largo plazo para asegurar que una excursión escolar no vuelva a terminar en tal magnitud de horror?




