Berlín, 26 de julio de 2025 – Los líderes del llamado Grupo E-3 (Francia, Alemania y Reino Unido) declararon ayer que ha llegado el momento de poner fin a la guerra en Gaza. En una declaración conjunta, condicionaron a Hamás a desarmarse de manera imperativa e instaron a Tel Aviv a levantar las restricciones humanitarias en el enclave.
Grupo E-3: llamado al cese del fuego y a la ayuda humanitaria
Tras una llamada entre el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Keir Starmer; y el canciller alemán, Friedrich Merz, las potencias solicitaron un alto el fuego inmediato en el documento conjunto. Asimismo, afirmaron que privar a la población civil de asistencia humanitaria esencial es inaceptable, aunque sin irrumpir en un nuevo terreno diplomático.
Los líderes expresaron su disposición a tomar más medidas en apoyo de un alto el fuego inmediato y de un proceso político que genere seguridad y paz duraderas para israelíes, palestinos y toda la región. Sin embargo, no especificaron las acciones que podrían tomar. Exhortaron a Hamás a deponer las armas, pero no solicitaron lo mismo para el ejército israelí.
Subrayaron que el grupo de resistencia palestina no debe tener ningún papel en el futuro de Gaza y manifestaron su oposición a cualquier intento de imponer la soberanía israelí sobre los territorios palestinos ocupados. Además, añadieron que las amenazas de anexión, los asentamientos y la violencia de los colonos contra los palestinos en Cisjordania reocupada socavan las perspectivas de una solución negociada de dos Estados.
El reconocimiento del estado palestino divide a los aliados
Los tres países apoyaron, en principio, la creación de un Estado palestino. No obstante, Alemania aclaró que no tiene planes inmediatos de seguir el paso del presidente francés, quien planea formalizar el respaldo a esa iniciativa en septiembre ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
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El gobierno alemán aseveró el viernes, en un comunicado, que mantiene un diálogo constante con el gobierno israelí y con otros socios sobre temas que incluyen un alto el fuego en Gaza y la necesidad de mejorar drásticamente la ayuda humanitaria. Indicó que está preparado para aumentar la presión si no hay avances, pero no detalló cómo.
Reino Unido tampoco se sumó a la petición, pese a que Starmer enfrenta una creciente presión, tanto de legisladores de la oposición como de miembros de su propio gobierno laborista, para reconocer formalmente la condición de Estado al territorio palestino. Ayer, 221 de los 650 legisladores de la Cámara de los Comunes firmaron una carta en la que exhortan al primer ministro británico a apoyar esa propuesta.
Reacciones internacionales a la postura francesa
El presidente palestino, Mahmud Abbas, aplaudió el anuncio de Francia de reconocer a Palestina como un Estado. En contraste, el presidente estadunidense, Donald Trump, aseguró que la decisión francesa no cambiará nada. El mandatario de Estados Unidos insistió en que, si bien Macron le cae bien, su declaración sobre Palestina no tiene ningún peso. “Lo que diga no importa. No va a cambiar nada (…) Es una muy buena persona. Es un jugador de equipo la mayor parte del tiempo”, afirmó Trump.
Por su parte, el embajador estadunidense en Israel, Mike Huckabee, ironizó: “la declaración unilateral de Macron sobre un Estado palestino no especificó dónde se establecería. Ahora puedo revelar, en exclusiva, que Francia ofrecerá la Riviera francesa y que la nueva nación se llamará Franc-en-Stine (en alusión a Frankenstein)”, escribió en X.
Brasil, Venezuela, Arabia Saudita, Qatar y Kuwait celebraron el anuncio de Francia, mientras Italia reiteró que solo reconocerá a Palestina si esta reconoce a Israel.
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La Corte Penal Internacional acusa a Hungría
En otro frente, la Corte Penal Internacional (CPI) denunció a Hungría por no arrestar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu –acusado de crímenes contra la humanidad en Gaza– durante su visita en abril, cuando fue recibido con alfombra roja por su homólogo húngaro, el ultraderechista Viktor Orban. La CPI, que no tiene fuerza policial y depende de los países de todo el mundo para ejecutar órdenes de arresto, calificó la actitud de Hungría de grave obstrucción a la justicia internacional.
La comunidad internacional sigue clamando por la paz y la justicia en la región, mientras los actores políticos buscan el equilibrio entre la presión diplomática y las acciones concretas. ¿Serán suficientes estas declaraciones para cambiar el rumbo del conflicto en Gaza y avanzar hacia una solución duradera?
