La comunidad de Dallas, Texas, está conmocionada tras el mortal accidente en la funeraria Restland donde perdió la vida Ángel Anthony Rojas, un joven padre de 24 años. Atrapado por una bóveda de concreto de 900 kilos, sus últimas palabras a su esposa revelaron el pánico de una tragedia que, según sus deudos, pudo evitarse.
Una muerte bajo 900 kilogramos de concreto
El pasado 20 de octubre, Ángel Anthony Rojas, un trabajador de 24 años, sufrió un fatal accidente laboral en las instalaciones de la funeraria Restland, ubicada en Dallas. Según los informes oficiales, el joven quedó atrapado de la cintura hacia abajo por una pesada bóveda funeraria.
Estas estructuras de hormigón son cruciales en el proceso de entierro, ya que se utilizan para recubrir los ataúdes, protegiéndolos de la humedad y el paso del tiempo. Fabricadas con materiales como acero, bronce o concreto reforzado, estas bóvedas pueden llegar a pesar más de 900 kilogramos, lo que convierte su manipulación en una tarea de alto riesgo que exige estrictas medidas de seguridad.
El mensaje final a su esposa
Ángel Rojas sobrevivió durante varios minutos inmovilizado bajo el peso de la estructura. Durante los 45 minutos que permaneció atrapado, logró usar su teléfono celular para intentar pedir ayuda a los servicios de emergencia. Sin embargo, este intento no fue suficiente para ser rescatado a tiempo.
Momentos después, realizó una última llamada a su esposa, Natalie, dejándole un mensaje de voz desgarrador que reflejaba la desesperación y el miedo.
- “Tenía miedo. Me dijo que quería irse a casa”, relató Natalie, quien aún no logra asimilar la pérdida.
- Según sus declaraciones, Ángel solo alcanzó a decirle cuánto la amaba y que deseaba volver con ella y su hijo de tres años.
Los rescatistas del Departamento de Bomberos de Dallas lograron liberar su cuerpo utilizando separadores hidráulicos y bolsas de aire. Sin embargo, las lesiones internas eran demasiado graves. Rojas fue trasladado de inmediato al Hospital Presbiteriano de Texas Health, donde finalmente murió.
Acusaciones de negligencia y fallas de seguridad industrial
La muerte de Ángel Rojas ha provocado serios cuestionamientos sobre las condiciones de seguridad en la funeraria Restland. Su esposa, Natalie, y su abogado, Matthew Graham, han acusado públicamente a la empresa de negligencia grave.
El argumento central de la defensa se basa en que el joven no debió haber estado operando maquinaria pesada o manipulando bóvedas funerarias sin la supervisión adecuada.
- El abogado Graham fue contundente al señalar: “No debería haber estado trabajando solo ni moviendo objetos de ese peso por su cuenta”.
La viuda coincide en que el accidente fue resultado de una falta de precaución empresarial. “Mi esposo conocía los riesgos de su trabajo, pero también sabía las medidas de seguridad que debía seguir. No entiendo por qué estaba solo en ese momento”, expresó.
Investigación oficial en curso
En respuesta a las acusaciones, la funeraria Restland emitió un comunicado oficial lamentando profundamente la muerte de su empleado. La empresa aseguró estar cooperando con las autoridades para esclarecer los hechos. “Nos duele la pérdida de un miembro valioso de nuestra familia laboral. Estamos colaborando con la investigación para determinar la causa exacta del accidente”, indicó la funeraria.
Por su parte, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) ha abierto una investigación formal para determinar si existieron violaciones a las normas de seguridad industrial en el lugar de trabajo. La policía local, mientras tanto, calificó el hecho como un “desafortunado accidente”, descartando cualquier acto delictivo o intencional.
¿Quién era Ángel Anthony Rojas?
Ángel Rojas no era solo un trabajador comprometido; era descrito por su círculo cercano como un esposo amoroso y un padre dedicado.
- Su esposa lo describió como un hombre tranquilo, responsable y profundamente creyente, enfatizando que era “un padre muy trabajador. Ángel era una persona maravillosa en todos los sentidos”.
- Su madre, Nancy Córdoba, compartió un mensaje en redes sociales que refleja la magnitud del dolor familiar: “Perdí a mi único hijo. No siento nada, estoy completamente entumecida. Te extraño, Ángel. Todo me recuerda a ti. Dios, dame fuerzas para soportar esto”.
La familia ha creado una página de GoFundMe para obtener apoyo, donde se describe a Ángel como un “hombre de fe, amoroso y dedicado, que trabajaba incansablemente para mantener a su esposa y a su pequeño hijo”. Los fondos recaudados serán destinados a cubrir los gastos funerarios y apoyar económicamente a su viuda y a su hijo, Ángel Noel, quien cumplirá cuatro años en noviembre.
La muerte de Ángel Anthony Rojas no es solo una tragedia personal, sino un recordatorio brutal de los costos humanos cuando las empresas fallan en proporcionar las medidas de seguridad industrial básicas requeridas por ley. Mientras OSHA investiga las posibles violaciones, la pregunta de si esta muerte era previsible y evitable resuena con fuerza en Dallas.


