¿Cuándo es el Segundo Simulacro Nacional 2025?: Preparación, innovación y resiliencia

El Segundo Simulacro Nacional 2025, el 19 de septiembre, es clave para la prevención en México. Conoce su innovación en alertas móviles, escenarios y cómo participar para fortalecer tu seguridad. ¡Prepárate!

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El Segundo Simulacro Nacional 2025 marcará un hito en la preparación de México ante desastres. Convocado para el viernes 19 de septiembre a las 12:00 horas, tiempo del centro, este ejercicio no solo conmemora el 40º aniversario del sismo de 1985, sino que también estrena una crucial innovación tecnológica. Este evento busca fortalecer la resiliencia nacional.

Información clave del simulacro nacional 2025

El Gobierno de México, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), ha establecido la fecha y los pormenores del segundo gran ejercicio de preparación del año. El Segundo Simulacro Nacional 2025 se llevará a cabo el viernes 19 de septiembre a las 12:00 horas, tiempo del centro de México. Esta fecha no es arbitraria, ya que el evento conmemorará el 40º aniversario del devastador sismo de 1985, un suceso que redefinió la protección civil en el país.

La consistencia en la comunicación de estos datos fundamentales a través de un amplio espectro de canales constituye una estrategia deliberada para cimentar la confianza pública. En la preparación para desastres, la claridad y la uniformidad de la información son herramientas críticas que combaten la desinformación y la incertidumbre. Al presentar un frente informativo unificado, las autoridades buscan maximizar la participación ciudadana, asegurando que el mayor número posible de personas conozca con precisión cuándo y cómo actuar.

Este ejercicio nacional se distinguirá por una innovación tecnológica de gran alcance: será la primera vez que se ponga a prueba a nivel nacional el Sistema de alertamiento por Telefonía Celular, una herramienta que busca revolucionar la manera en que la población recibe avisos de emergencia.

A continuación, se presenta un resumen ejecutivo con los datos esenciales del evento:

ParámetroDetalle
EventoSegundo Simulacro Nacional 2025
FechaViernes, 19 de septiembre de 2025
Hora12:00 horas (Tiempo del Centro de México)
Hipótesis CentralSismo de Magnitud 8.1
Epicentro HipotéticoLázaro Cárdenas, Michoacán
Característica PrincipalPrimer alertamiento masivo a nivel nacional vía telefonía celular (Cell Broadcast)
ConvocatoriaCoordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC)

El escenario: Un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en Michoacán

El pilar sobre el que se construirá el Segundo Simulacro Nacional 2025 es una hipótesis de sismo de gran magnitud, diseñada para poner a prueba la capacidad de respuesta de la población y de las instituciones en las zonas de mayor riesgo del país. El escenario central contempla un sismo hipotético de magnitud 8.1, con epicentro localizado en la costa de Lázaro Cárdenas, Michoacán.

Con base en este escenario, la Coordinación Nacional de Protección Civil ha identificado una serie de entidades federativas donde se anticipa una incidencia significativa. Los estados que deberán activar sus protocolos con mayor rigor debido a su vulnerabilidad ante un evento de estas características son: Guerrero, Jalisco, Ciudad de México, Colima, Oaxaca, Morelos, Estado de México, Guanajuato, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.

La elección de este epicentro y magnitud va más allá de una simple decisión técnica; es un acto de memoria histórica activa. El terremoto que devastó a México el 19 de septiembre de 1985 tuvo su origen precisamente en la misma región, en la brecha sísmica de Michoacán, y alcanzó una magnitud idéntica de 8.1. Al replicar deliberadamente las condiciones de aquel sismo fundacional, el simulacro de 2025 se convierte en un puente entre el pasado y el futuro. No solo se evalúan los protocolos y tecnologías actuales, sino que se obliga a la nación a confrontar el trauma que dio origen al Sistema Nacional de Protección Civil. Este ejercicio permite medir la distancia recorrida en 40 años, contrastando la parálisis institucional de 1985 con la capacidad de organización y la tecnología de 2025, transformando el simulacro en una poderosa declaración sobre la resiliencia y el aprendizaje colectivo de México.

Innovación en alertas: El sistema de telefonía celular (Cell Broadcast)

La característica más destacada y novedosa del Segundo Simulacro Nacional 2025 es la implementación, por primera vez a escala nacional, del Sistema de Alertamiento por Telefonía Celular, conocido tecnológicamente como Cell Broadcast. Esta prueba histórica tiene como objetivo enviar un mensaje de alerta a más de 80 millones de dispositivos móviles en todo el territorio mexicano, marcando un hito en la estrategia de protección civil del país.

El mensaje que los usuarios recibirán en sus pantallas durante el ejercicio será claro e inequívoco para evitar confusiones: «Esto es un simulacro. Este es un mensaje para probar la funcionalidad del Sistema Nacional de Alertas del Gobierno de México. Esto es un simulacro”.

Este sistema representa un cambio de paradigma en la difusión de alertas de emergencia. Su diseño responde directamente a las lecciones aprendidas en desastres anteriores, donde las redes de comunicación convencionales a menudo colapsan por la saturación. Las ventajas de la tecnología Cell Broadcast son notables:

  • Independencia y gratuidad: No requiere que el usuario tenga saldo, datos móviles, conexión a internet o haya descargado una aplicación específica. El servicio es completamente gratuito para la población.
  • Eficiencia de red: A diferencia de los SMS masivos, el Cell Broadcast no envía mensajes individuales. Funciona como una radio, transmitiendo la alerta a todos los dispositivos compatibles dentro del área de cobertura de una antena celular sin congestionar la red. Esta característica es vital en una emergencia real.
  • Universalidad: Para recibir la alerta, los únicos requisitos son que el teléfono esté encendido, tenga señal de su proveedor y cuente con la función de “alertas inalámbricas de emergencia” (WEA, por sus siglas en inglés) activada en su configuración.

La adopción de esta tecnología no es simplemente la adición de un nuevo canal de comunicación, sino un salto cualitativo hacia un sistema de alertamiento más universal, resiliente y equitativo. Elimina barreras tecnológicas y socioeconómicas, asegurando que la información crítica para salvar vidas pueda llegar a la mayor cantidad de personas posible, independientemente de su plan de telefonía o de si han instalado una aplicación. Es la materialización de una infraestructura de alerta más robusta, diseñada para funcionar cuando más se necesita.

Para asegurar la correcta recepción de este aviso, es fundamental que los ciudadanos verifiquen la configuración de sus dispositivos:

1. Ir a Ajustes o Configuración.
2. Buscar y seleccionar la opción Seguridad y emergencia o Notificaciones.
3. Ingresar a Alertas de emergencia inalámbricas.
4. Asegurarse de que todas las opciones, como “Alertas extremas” y “Alertas graves”, estén activadas.
(La ruta puede variar ligeramente según el fabricante) | | iOS (iPhone) | 1. Ir a Configuración.
2. Seleccionar Notificaciones.
3. Desplazarse hasta la parte inferior de la pantalla.
4. En la sección Alertas de Emergencia, asegurarse de que las opciones “Alertas de emergencia” y “Alertas de prueba” (si está disponible) estén activadas.

19 de septiembre: La fecha que transformó a México

La fecha del 19 de septiembre está grabada con fuego en la memoria colectiva de México. Es un día que evoca dolor, pérdida y, simultáneamente, una extraordinaria capacidad de resiliencia y solidaridad. Los simulacros nacionales realizados en esta fecha no son meros ejercicios técnicos; son rituales cívicos que transforman el luto en acción preventiva.

El primer evento que marcó esta fecha fue el terremoto del 19 de septiembre de 1985. Con una magnitud de 8.1, el sismo sacudió al país y expuso una dolorosa realidad: la parálisis inicial de un gobierno rebasado por la catástrofe. Ante el vacío, emergió una fuerza inesperada: la sociedad civil. Miles de ciudadanos se organizaron espontáneamente en brigadas de rescate, removieron escombros con sus propias manos y ofrecieron ayuda a sus vecinos, demostrando una solidaridad que se convirtió en leyenda. De esa tragedia nació una lección fundamental que llevó a la creación, en 1986, del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), sentando las bases de la cultura de prevención que hoy rige al país.

Treinta y dos años después, la historia repitió su trágica coincidencia. El 19 de septiembre de 2017, apenas dos horas después de que sonara la alerta sísmica para el simulacro conmemorativo, un sismo de magnitud 7.1 golpeó el centro de México. El terremoto reabrió viejas heridas y revivió el trauma, pero también despertó el mismo espíritu de unidad y ayuda mutua que caracterizó a 1985. La imagen de puños en alto pidiendo silencio para escuchar a posibles sobrevivientes se convirtió en un símbolo de esta nueva generación de solidaridad.

La increíble casualidad se repitió una vez más el 19 de septiembre de 2022, con un sismo de magnitud 7.7. Aunque la comunidad científica insiste en que estas repeticiones son producto del azar y no de un patrón predecible, la triple coincidencia ha cimentado la fecha en el imaginario popular como un día de reflexión y respeto.

El Estado mexicano ha logrado canalizar esta poderosa carga emocional. En lugar de eludir una fecha asociada al desastre, la ha adoptado como el eje de su estrategia de preparación. El simulacro del 19 de septiembre se convierte así en un acto de profundo significado: honra la memoria de las víctimas, celebra la fuerza de la sociedad civil y mide el progreso institucional. Es la institucionalización de la memoria colectiva, una sofisticada estrategia que utiliza el poder de un símbolo nacional para impulsar la participación cívica y construir una cultura de resiliencia.

Guía práctica: Cómo participar activamente en el simulacro

El éxito del Segundo Simulacro Nacional 2025 depende fundamentalmente de la participación activa y organizada de la sociedad. El modelo del ejercicio se basa en un principio de corresponsabilidad: el gobierno proporciona el marco y las herramientas, pero la ejecución recae en cada ciudadano, familia, escuela y centro de trabajo.

Registro de inmuebles

El primer paso para una participación formal es el registro de inmuebles. Se invita a instituciones públicas y privadas, así como a familias, a inscribir sus propiedades (oficinas, fábricas, escuelas, unidades habitacionales, viviendas, etc.) en la plataforma oficial del gobierno:

  • Portal de registro: `https://simulacronacional.sspc.gob.mx/segundosimulacronacional2025/`.
  • Cobertura: La convocatoria está abierta para inmuebles en las 32 entidades federativas del país.
  • Gratuidad: El registro es completamente gratuito y debe ser realizado de manera individual y personal. Las autoridades advierten que nadie puede cobrar por este servicio.

Este proceso de registro no es un mero trámite burocrático. Es una herramienta diseñada para impulsar a los responsables de cada inmueble a asumir un rol proactivo en la planificación de la seguridad, fomentando la creación de planes internos de protección civil.

Protocolos y recomendaciones clave

La CNPC ha emitido una serie de recomendaciones para guiar la participación durante el simulacro:Antes del simulacro:

  • Elaborar o actualizar el Plan Familiar de Protección Civil.
  • Identificar las zonas de menor riesgo dentro y fuera del inmueble.
  • Establecer y señalizar rutas de evacuación claras.
  • Fijar un punto de reunión seguro para todos los ocupantes del inmueble.

Durante el simulacro (al sonar la alerta):

  • Interrumpir inmediatamente las actividades.
  • Mantener la calma. No correr, no gritar, no empujar.
  • Realizar el repliegue a las zonas de seguridad previamente identificadas.
  • Proceder con la evacuación del inmueble de manera ordenada.
  • Ayudar a niños, personas mayores y personas con discapacidad.

Después del simulacro:

  • Concentrarse en el punto de reunión acordado.
  • Realizar el conteo de personas para verificar que nadie falte.
  • Evaluar el desempeño del ejercicio: ¿funcionaron las rutas? ¿se respetaron los protocolos? ¿cuál fue el tiempo de evacuación?

Información y contacto

Para resolver dudas sobre el proceso de registro o la participación, la CNPC pone a disposición los siguientes números telefónicos, con atención de lunes a viernes:

  • 55 1103 6000, Extensiones 71573, 71574, 71653, 71641.

Este enfoque integral, que va desde el registro centralizado hasta la elaboración de planes familiares, refuerza la idea de que la protección civil es una tarea compartida, un eco directo de la lección de solidaridad y autoorganización de 1985.

Flexibilidad y pertinencia: El simulacro adaptado a cada riesgo local

Una de las claves del éxito y la alta participación en los simulacros nacionales es la inteligencia de su diseño: un sistema que combina una convocatoria centralizada con una ejecución descentralizada y flexible. La Coordinación Nacional de Protección Civil establece un marco general, pero reconoce que los riesgos no son homogéneos en todo el territorio. Por ello, permite que cada entidad federativa, municipio o incluso cada inmueble proponga una hipótesis de emergencia que se ajuste a sus riesgos más probables.

Esta flexibilidad es crucial. Un mandato rígido de “simulacro de sismo” tendría poca relevancia en estados cuya principal amenaza es de origen hidrometeorológico. Al permitir la adaptación local, la CNPC asegura que el ejercicio sea pertinente y útil para todos, generando una mayor aceptación y compromiso.

Un caso de estudio ejemplar es el del estado de Quintana Roo. Siendo una entidad con bajo riesgo sísmico, pero alta exposición a huracanes, su participación en los simulacros nacionales demuestra la eficacia de este modelo adaptativo:

  • Participación activa: La Coordinación Estatal de Protección Civil de Quintana Roo (COEPROC) y la sociedad quintanarroense participan activamente en los simulacros nacionales.
  • Hipótesis localizada: En el Primer Simulacro Nacional 2025, en lugar de simular un sismo, Quintana Roo trabajó sobre una hipótesis de “explosión e incendio” en el C5 de Cancún, un escenario mucho más plausible para su contexto local.
  • Resultados exitosos: Esta pertinencia se traduce en un alto nivel de compromiso. En dicho ejercicio, participaron 67,201 personas en 1,105 inmuebles registrados en los 11 municipios del estado, incluyendo dependencias de gobierno y más de 700 empresas privadas.

El modelo es, por tanto, “nacional en su convocatoria, pero local en su aplicación”. Esta dualidad permite que todo el país se una en una fecha simbólica bajo un esfuerzo común de prevención, reforzando la identidad nacional en torno a la protección civil, mientras que cada comunidad practica los protocolos que son verdaderamente relevantes para su seguridad. Es un sistema inteligentemente diseñado que maximiza el impacto y la eficacia del ejercicio a lo largo y ancho de México.

Precedente: El primer simulacro nacional 2025

El Segundo Simulacro Nacional de septiembre no es un evento aislado, sino la culminación de una estrategia de preparación anual que es progresiva e iterativa. Para comprender plenamente su alcance, es esencial analizar el primer ejercicio del año, que sirvió como un importante banco de pruebas.

El Primer Simulacro Nacional 2025 se realizó el miércoles 29 de abril a las 11:30 horas. Aunque también se basó en una hipótesis de sismo de magnitud 8.1, el epicentro fue distinto: se ubicó en el Golfo de Tehuantepec, Oaxaca. Este cambio de escenario permitió evaluar la respuesta ante una amenaza proveniente de una fuente sísmica diferente.

La diferencia más significativa entre ambos ejercicios radica en la implementación de la tecnología de alerta celular. En el simulacro de abril, el sistema Cell Broadcast no se desplegó a nivel nacional. En su lugar, se llevó a cabo una prueba piloto a gran escala, pero geográficamente contenida, enfocada en la Ciudad de México y su zona conurbada, con el objetivo de llegar a aproximadamente 5 millones de teléfonos.

Este enfoque de “probar, aprender, escalar” demuestra una gestión de proyectos prudente y madura por parte de las autoridades. Lanzar una tecnología crítica a nivel nacional sin pruebas previas conlleva riesgos significativos. Al utilizar el primer simulacro como un entorno de prueba controlado, la CNPC y los operadores de telecomunicaciones pudieron recopilar datos valiosos, identificar posibles fallas y refinar el sistema en un área de alta densidad poblacional, pero de alcance limitado. El Segundo Simulacro de septiembre representa, por tanto, la fase de escalada, aplicando los aprendizajes de abril a todo el país para un despliegue nacional más seguro y eficaz.

A pesar de las diferencias, la participación en el primer ejercicio fue masiva, con un reporte de 30 millones de mexicanos participando a nivel nacional.

La siguiente tabla comparativa resume las características clave de ambos simulacros, destacando la progresión estratégica a lo largo del año.

CaracterísticaPrimer Simulacro NacionalSegundo Simulacro Nacional
Fecha y HoraMiércoles, 29 de abril, 11:30 hViernes, 19 de septiembre, 12:00 h
Magnitud Hipotética8.18.1
Epicentro HipotéticoGolfo de Tehuantepec, OaxacaLázaro Cárdenas, Michoacán
Alcance de Alerta CelularPrueba piloto en la Ciudad de MéxicoDespliegue a nivel nacional
Estados con Mayor Afectación (según hipótesis)Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Puebla, CDMX, Edomex, GuerreroGuerrero, Jalisco, CDMX, Colima, Oaxaca, Morelos, Edomex, Guanajuato, Puebla, Tlaxcala, Veracruz

Hacia una cultura de resiliencia y prevención compartida

El Segundo Simulacro Nacional 2025 trasciende la definición de un simple ejercicio de evacuación. Se erige como un evento multifacético y de gran calado que encapsula la evolución de la protección civil en México. Es, en esencia, la convergencia de tres ejes fundamentales: la innovación tecnológica, con el despliegue nacional del sistema de alerta celular; la memoria histórica, al conmemorar el 40º aniversario del sismo de 1985 con una hipótesis que lo replica; y la participación cívica masiva, que refrenda la cultura de corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad.

El análisis demuestra que el éxito de este esfuerzo monumental no recae únicamente en la infraestructura gubernamental o en la sofisticación de la nueva tecnología de alertamiento. La resiliencia de la nación se construye desde la base. La efectividad de una alerta depende de que cada ciudadano sepa cómo reaccionar. La seguridad de un edificio depende de que sus ocupantes hayan practicado los protocolos de evacuación. La capacidad de una comunidad para sobreponerse a un desastre depende de la preparación previa de cada familia.

Por lo tanto, la participación en el Segundo Simulacro Nacional 2025 debe ser asumida con la máxima seriedad. No es un acto de mero cumplimiento ni una interrupción de la rutina diaria. Es una inversión vital en la seguridad personal, familiar y comunitaria. Es la oportunidad de poner a prueba los planes, identificar debilidades y fortalecer la capacidad de respuesta.

El llamado a la acción es claro: registrar los inmuebles, preparar los planes de protección civil, verificar la configuración de los teléfonos móviles y, sobre todo, participar de manera consciente y ordenada el 19 de septiembre a las 12:00 horas. La resiliencia de México no es un concepto abstracto; es una construcción continua que se fortalece simulacro a simulacro, ciudadano a ciudadano. ¿Estamos listos para demostrar, una vez más, nuestra capacidad colectiva?

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