Hace casi 8 años, el 19 de septiembre de 2017, un sismo de magnitud 7.1 devastó varias regiones de México, incluyendo la Ciudad de México, Morelos y Puebla. En medio del caos, con más de 180 muertes solo en la capital, miles de personas sin energía eléctrica y las clases suspendidas, la figura de Frida, una labrador de la Secretaría de Marina (Semar), emergió como un faro de esperanza. Junto a sus compañeros Ecko y Evil, y el legado continuado por nuevos elementos como Júpiter, estos héroes caninos han redefinido la labor de rescate, simbolizando unión y valentía.
La esperanza en medio del desastre: El sismo de 2017 y el ascenso de Frida
El sismo del 19 de septiembre de 2017, con epicentro al noroeste de Chiautla de Tapia, Puebla, dejó una profunda huella en México. Estados como la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala fueron severamente afectados. La capital mexicana se sumió en la oscuridad durante varios días, pero la solidaridad civil floreció con miles de voluntarios ayudando a los atrapados bajo los escombros. Fue en este escenario de devastación donde Frida, una labrador del Subgrupo de Control Canino de la Semar, se convirtió en un símbolo de esperanza y unión.
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Frida, la labrador que cautivó al mundo
Con sus *googles* protectores hechos a medida y botas de neopreno azules, la labrador de pelaje color miel se ganó el corazón del mundo entero, siendo destacada incluso por la prensa internacional. Agencias de noticias como Reuters o The Associated Press (AP) arrojaron luz sobre la titánica labor de Frida, reportando sus hazañas en diversas situaciones de desastre, tanto en México como en otras naciones. A lo largo de su trayectoria profesional, Frida encontró a un total de 55 personas (12 vivas y 43 fallecidas) en eventos como el terremoto de Haití en 2010, la explosión de la torre PEMEX en 2013 y el sismo en la Ciudad de México en 2017, entre otros despliegues.
La dupla inseparable: Evil y Ecko en acción
En el terremoto de 2017, Frida no estuvo sola. Contó con el apoyo de Evil y Ecko, dos pastores belga malinois descritos por Israel Monterde Cervantes, capitán de fragata, Cuerpo General, Diplomado del Estado Mayor (C.G. DEM.) y entonces encargado de la Sección Canina del Cuartel General del Alto Mando, como perros “grandes, fuertes y ágiles.”
“Son hermanos. Ecko es más arrojado que el otro; se mete a los hoyos y escarba; llega al vehículo y se para de manos para subir, mientras que Evil se espera a que lo carguen porque sabe que no alcanza”, reveló el capitán Monterde Cervantes en un comunicado de prensa de la Semar en 2018. Explicó que, al realizar su trabajo, ambos buscan por toda el área siniestrada, y cuando localizan a una persona, “entra Frida a corroborar la situación”. El capitán también señaló que no era conveniente desgastar a Frida en un área grande, pues “los cachorros la cubrían”, dando una certeza del 99.9% de que había alguien ahí.
Estos animales provenían del criadero de perros belga malinois de la Semar, posible gracias a la adquisición de caninos de Holanda con un certificado que garantiza que su descendencia no padecerá ninguna enfermedad degenerativa.
Detrás del heroísmo: Entrenamiento y el vínculo especial de los binomios caninos
Aunque los elementos caninos hicieron eco en la población mexicana por su participación en desastres, su labor no sería posible sin un arduo entrenamiento y el vínculo especial que crean con sus manejadores. Emmanuel Hernández, manejador de Júpiter y cabo del Departamento Canino del Cuartel General del Alto Mando de la Semar, explicó en entrevista con *El Heraldo de México* que la jornada de un binomio comienza a las 8:00 horas con la revisión del compañero canino.
Una hora después, el equipo de manejadores realiza un “pequeño *briefing*” para definir el trabajo del día, ya sean ejercicios de entrenamiento, reforzamiento de búsqueda, obediencia o relajación. “Los sacamos a caminar. Vamos a un área que tenemos totalmente abierta, donde les vamos a estar aventando su pelota. Únicamente van y regresan, no vamos a hacer otra cosa”, detalló Hernández.
Carla Ancona González, teniente de corbeta y médica veterinaria zootecnista del Departamento Canino del Cuartel General del Alto Mando, explicó que desde cachorros, los perros demuestran diferentes aptitudes, siendo el buen temperamento, la concentración, la resistencia y la agilidad las más buscadas. Cuando estas características son evidentes, los animales avanzan a la siguiente fase del entrenamiento.
Las etapas incluyen:
- Interacción con la madre y otros cachorros: La primera socialización.
- Fase de posesión del atractor: Para despertar su instinto de caza.
- Fijación del aroma: Prácticas con sustancias químicas con olor similar a estupefacientes o explosivos.
Un elemento es declarado operativo al año de finalizar su preparación. Actualmente, la raza pastor belga malinois es la más utilizada junto al equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR, por sus siglas en inglés) debido a su resistencia, agilidad y gran ímpetu. “Es el ejemplar por excelencia que tenemos dentro de los programas de reproducción en el grupo de operaciones y control de los binomios caninos”, aseguró la teniente Ancona González.
Finalmente, el manejador es una pieza fundamental, ya que a través de la convivencia diaria crea un vínculo que otorga al animal la confianza necesaria para llevar a cabo sus funciones.
En la zona cero: El protocolo de actuación de los perros rescatistas
Al llegar a una zona de desastre, el cabo Hernández comentó que la primera tarea de los manejadores es evaluar la situación y el área de trabajo. Es crucial determinar si es pertinente ingresar con el elemento canino o si representa un riesgo para el binomio y la estructura. “No sabemos qué tan inestable pueda estar o qué tan débil sea la estructura que, al momento en que la pise yo o el elemento canino, podamos crear otro colapso”, añadió el manejador de Júpiter. Para ello, se apoyan del personal de Protección Civil o de las dependencias en el puesto de control, quienes brindan información relevante sobre personas atrapadas, seguridad del edificio y posibilidad de entrada con el perro.
Una vez que se tiene la información y se determina que el can puede entrar, se acercan a aproximadamente dos metros del área de acceso y, desde ahí, se le indica al animal que busque. “Le vamos a hacer una pequeña señal con el brazo, seguido de la orden. Él va a ingresar y a determinar cómo está la estructura, y cuál va a ser el patrón que puede utilizar para llevar a cabo la búsqueda. Este puede ser circular, en zigzag o completamente recto”, declaró Emmanuel Hernández.
Júpiter: Un joven héroe en acción
El último despliegue de Júpiter fue en el deslave en el municipio de Jilotzingo, Estado de México, ocurrido en septiembre de 2024, donde buscaron personas atrapadas bajo los escombros. Aunque el can se desenvolvió con mucha seguridad, no fue posible localizar a ninguna persona con vida.
Respecto a su trabajo en zonas de desastre, Hernández aseguró que Júpiter es un perro “con demasiado enfoque”, capaz de concentrarse sin indicaciones, observando el movimiento de la gente y actuando con seguridad. “Una de sus cualidades es que trabaja mucho en zigzag. Dependiendo de cómo esté la zona de trabajo, tiende a buscar en este patrón”, puntualizó. Cuando Júpiter llega a la fuente del aroma, “su cola se mueve más rápido”, indicando proximidad a la víctima. Al alcanzarla, comienza a ladrar, su mecanismo para avisar que encontró a una persona con vida.
El recuerdo de Ecko en Juchitán y la CDMX
Júpiter, al ser un perro joven de apenas tres años y medio, no estuvo presente en los derrumbes del sismo del 19 de septiembre de 2017. Sin embargo, Emmanuel Hernández habló sobre la labor junto a Ecko, quien sí prestó sus habilidades en el municipio de Juchitán, Oaxaca, y en la capital mexicana. El cabo recuerda que fue una “labor pesada”, con trabajo prácticamente todo el día, y subrayó la importancia de cuidar que los perros no se desgasten ni acaben exhaustos, pues “son un elemento fundamental para nosotros durante la búsqueda de personas”. Quienes brindan este apoyo son conscientes de que habrá ocasiones con localizaciones positivas y otras en las que “lamentablemente no”, pero todo lo que hacen es en pro de ayudar a las personas y dar a los ciudadanos “esa imagen de esperanza de que, cuando algo suceda, la Semar siempre va a estar presente para apoyarlos”.
La titánica labor del USAR-Marina y el inquebrantable legado canino
Danelí Robles Terán, capitán de fragata, Cuerpo General, Diplomado del Estado Mayor, explicó que la Semar basa sus operaciones en tres ámbitos: la defensa, la coadyuvancia en la seguridad interior y la atención a contingencias. Este último engloba el Plan Marina, un programa permanente que incluye la salvaguardia de la integridad y el apoyo a la población civil en casos y zonas de desastres.
En todos los mandos navales del territorio nacional y de los litorales del Pacífico, del Golfo y del Mar Caribe, se distribuyen brigadas de rescate y emergencia, así como brigadas de respuesta a emergencias. Estas últimas son, según Robles Terán, el primer contacto durante la fase de prevención del Plan Marina. Cuando las capacidades de estos grupos se ven rebasadas por fenómenos antropogénicos o naturales, como un sismo o un deslave, inicia la participación del equipo USAR.
Los USAR tienen especialidades principalmente en la búsqueda técnica, que se enlaza con la búsqueda con binomios caninos, y el rescate en estructuras colapsadas, salvamento en espacios combinados, extracciones vehiculares, cruce de ríos, rescate acuático y atención prehospitalaria.
Durante los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, la Marina se integró al Sistema de Comando de Incidentes, una coordinación interinstitucional con la Fuerza Armada y la Semar. Al llegar al área con una estructura colapsada o deslave, el equipo USAR realiza una revisión inicial para verificar la presencia de heridos y garantizar la integridad del personal. “Uno de los apoyos que nos proporciona el grupo de binomios caninos es justamente esto: realizar la búsqueda técnica para rastrear de acuerdo a la función zootécnica que tengan”, puntualizó Robles Terán.
Honores y un retiro digno: El ciclo de vida de un perro rescatista
La labor de estos elementos caninos es tan importante que, al finalizar su vida útil en el servicio activo de la Semar, que es de siete años, se celebra una ceremonia de retiro con honores para que puedan descansar, tal y como mencionó la teniente de corbeta Carla Ancona González. Una vez jubilados, los perros pueden entrar a programas de adopción dentro de la Armada, iniciando una nueva vida de retiro en el hogar de personal activo de la institución.
El inmortal legado de Frida
Los elementos caninos de la Marina y de otras instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se convirtieron en personajes muy queridos por la población mexicana. Frida, por ejemplo, dejó un legado innegable incluso después de su jubilación, el 24 de junio de 2019, en el marco del “Día Internacional del Rescatista”. En esa ocasión, a cambio de su equipo táctico, recibió un juguete como símbolo del inicio de una nueva vida.
La labrador fue aclamada hasta el momento de su muerte, el 15 de noviembre de 2022, a los 13 años. En octubre de ese mismo año se develó una escultura en su honor dentro de las instalaciones de la Semar, rindiendo homenaje a su “inigualable labor en las misiones que se le encomendaron”. El valioso elemento falleció en las instalaciones del Subgrupo de Control Canino en la Ciudad de México “a causa de padecimientos propios de la edad”, según reveló entonces la Semar. José Rafael Ojeda Durán, entonces secretario de Marina, afirmó que Frida “no solo motivó a nuestro diario actuar como mujeres y hombres de mar, también ha dado esperanza a miles de familias mexicanas en los momentos más apremiantes”. El destacado elemento canino que trascendió fronteras fue cremado y sus cenizas descansan en una urna al pie del monumento, cuya visita está sujeta a la normativa de acceso de la secretaría.
Ecko y la nueva generación: De Turquía a México
Ecko, por otro lado, se jubiló en enero de 2024 a la edad de 7 años y 11 meses, con una operatividad de 6 años y nueve meses, especializándose en labores como la búsqueda y rescate de personas atrapadas bajo los escombros del sismo que sacudió a la Ciudad de México en septiembre de 2017. Una de sus participaciones más destacadas ocurrió en febrero de 2023, cuando fue desplegado para apoyar en búsqueda y rescate tras el sismo ocurrido en la República de Turquía.
En esa fecha, trascendieron nuevos héroes caninos como Proteo, elemento de la Sedena entrenado para ingresar a estructuras colapsadas y que falleció en cumplimiento de su deber. Como agradecimiento por el apoyo de México en este desastre, el gobierno turco entregó a Arkadas, un pastor alemán considerado como sucesor de Proteo, quien cuenta con una estatua en su honor a las afueras del recinto militar Campo Marte. Arkadas simboliza, al igual que Frida, Ecko, Evil y una larga lista de otros elementos, la valentía, la disciplina, el honor y el profesionalismo de los perros que dan todo por la seguridad y bienestar de los mexicanos, incluso en los momentos más trágicos.
Desde el caos del 19S hasta despliegues internacionales, los binomios caninos de la Secretaría de Marina demuestran que la lealtad, el entrenamiento y el vínculo entre humano y animal son pilares de esperanza. Su incansable labor no solo rescata vidas, sino que teje un manto de unidad y gratitud que perdura. ¿Qué sería de nuestra capacidad de respuesta sin estos silenciosos héroes de cuatro patas?
