Con la convergencia de Halloween y el Día de Muertos, la Ciudad de México (CDMX) experimenta un repunte económico atípico en la venta de disfraces. Lo que alguna vez fue una tradición infantil, hoy se consolida como un fenómeno adulto masivo. El mercado, influenciado por la cultura pop global, demuestra que los disfraces Día de Muertos CDMX son una prioridad de consumo festivo y una compleja mezcla de tradición y tendencia.
La explosión del mercado adulto y el repunte comercial
El sector comercial ha reportado un repunte notable en ventas, atribuido en gran medida al cambio en el público objetivo. Aunque la tradición se creó para los niños, los vendedores aseguran que ya ha llegado a un público más adulto, quienes se disfrazan en familia, en pareja o con amigos para acudir a fiestas especializadas.
En zonas de venta emblemáticas de la capital, como la alcaldía Cuauhtémoc, los comerciantes confirmaron que, si bien los modelos tradicionales siguen vigentes, la demanda de este año se amplió significativamente.
El fenómeno económico se observa en varios puntos de la ciudad:
- Rango de precios: Los trajes de temporada oscilan desde ochenta hasta los mil 200 contados.
- Ventas auxiliares: Las máscaras, las pelucas y el maquillaje infernal subieron un sesenta por ciento en ventas en este final de temporada.
La influencia festiva incluso fue capturada en versos populares que circularon en los mercados: “Del centro hasta Iztacalco, las ventas se han disparado, los trajes van desde ochenta hasta los mil 200 contados”.
El desfile de la cultura pop global en la Alameda y el Zócalo
Más allá de lo tradicional, las tendencias globales se hicieron sentir con fuerza. De Bellas Artes al Zócalo desfilaron disfraces inspirados en personajes de K-pop, videojuegos, series, música y cine animado, demostrando que la CDMX absorbe velozmente los fenómenos culturales internacionales.
La diversidad de atuendos fue palpable:
- Híbridos festivos: A las catrinas de este año se sumaron, sin recelo, brujas, héroes y villanos que pintaron la Alameda de anhelo.
- Iconos del terror y lo viral: Catrinas, payasos, vampiros y Wednesday con su mirar, comparten puesto y vitrina con Spider-Man y el It del disfraz.
- Tendencias específicas: Disfraces como el de Rumi, de K-Pop Demon Hunter, fueron parte de la novedad. Artistas como Shakira y bandas de rock al estilo Kiss también se hicieron presentes.
La inversión en el atuendo de temporada
El ingenio también se reflejó en la elaboración de disfraces. Jóvenes inspirados en sus ídolos de siempre recrearon algunos atuendos con cartón, tela y estoperoles, lo que llegó a costar de 100 hasta 700 pesos. Sofía Ximena, quien actualmente cursa la preparatoria, explicó su motivación para el atuendo grupal: “Nos disfrazamos así porque éramos muchos y es nuestra banda favorita”.
A pesar de ser una tradición adquirida de Estados Unidos, las costumbres ancestrales no se pierden. Los vendedores confirman que las diademas de catrina y los pintacaritas se conservan como los favoritos en un mercado que se extiende desde Sonora hasta Portales, donde, según la narrativa popular: “La calaca anda contenta, baila en Sonora y Portales, pues los vivos se disfrazan con estilos espectaculares”.
El análisis de la venta de disfraces muestra la capacidad de la capital para integrar lo propio y lo ajeno en una celebración masiva. Y aunque la flaca sonríe, mirando todo el mercado, sabe bien que en esta fecha su trabajo está pausado. Porque los vivos festejan, con ingenio y diversión, la muerte se va de compras y se une a la procesión.




