El luto envuelve a Sonora tras el devastador incendio de Hermosillo que dejó 23 víctimas. En medio del dolor, la comunidad médica despide a Zelma Quintero, una enfermera dedicada, y a sus dos hijos pequeños. La tragedia se agrava al confirmarse que el establecimiento operaba sin la aprobación de Protección Civil desde 2021, desatando una ola de indignación y exigencias de justicia.
El adiós a Zelma Quintero y el reclamo de justicia
La enfermera Zelma Quintero, quien laboraba en el Hospital San José, perdió la vida junto con sus dos pequeños hijos durante la explosión que sacudió una tienda comercial el pasado sábado 1 de noviembre. Este evento ha dejado un saldo oficial de 23 personas fallecidas, incluyendo menores de edad, y más de una decena de heridos.
La noticia de su fallecimiento conmocionó profundamente a sus seres queridos, a la comunidad médica y a los habitantes de Hermosillo. Compañeros de Zelma la recordaron ante los medios de comunicación como:
- Una mujer trabajadora.
- Empática.
- Querida por todos.
Como parte del homenaje póstumo, seres queridos de la mujer arribaron al acceso principal del Hospital San José, donde ella trabajó durante años. En el sitio se congregaron con flores, veladoras y globos blancos para pedir justicia no solo por Zelma y sus hijos, sino por todas las personas que murieron como consecuencia del incendio.
“Que pague quien tenga que pagar”: la voz de Luis Fernando Quintero
Con la voz quebrada por el dolor, Luis Fernando Quintero, padre de Zelma, exigió ante las cámaras de medios locales que el caso no quede impune.
“Mi hija era una excelente persona, una mujer buena, empática y caritativa. Siempre la voy a recordar con amor”, dijo el hombre entre lágrimas. Su reclamo fue contundente y directo hacia las autoridades: “Que pague quien tenga que pagar, aunque nada me devolverá la vida de mi hija ni la de mis nietos”.
La promesa de amor en redes sociales
En las plataformas digitales, Alex Calderón, quien fuera pareja sentimental de la enfermera, compartió un emotivo y personal mensaje de despedida. El texto, que rápidamente se viralizó, reflejó el profundo impacto de la pérdida.
En su publicación, Calderón escribió: “Te buscaré en el otro lado, y con la energía de mi espíritu, te diré felizmente ‘¿de verdad creías que era hasta la muerte?’”.
Según la información compartida en redes sociales, Zelma era originaria de Guaymas, pero había establecido su vida en Hermosillo desde hacía más de 16 años. Su entorno más cercano la describe como una madre dedicada, amante de su profesión y entregada a sus pacientes. Una de sus compañeras de trabajo aseguró a la prensa que “era el tipo de persona que se quedaba más tiempo en su turno si un enfermo la necesitaba”.
Familias que lloran y la omisión de Protección Civil
Mientras las autoridades estatales continúan con los trabajos para esclarecer las causas exactas de la explosión y el incendio, diversas familias han comenzado a despedirse públicamente de sus seres queridos. Entre los 23 fallecidos, además de Zelma Quintero y sus hijos, también se encuentran Guadalupe Yamileth Córdova Campas y Jesús Murrieta, una pareja joven originaria de Baviácora que había acudido a la tienda para realizar compras.
Los hechos han desatado una ola de indignación generalizada en todo el estado de Sonora, luego de que el gobierno estatal confirmara un dato alarmante que podría indicar negligencia administrativa:
- El establecimiento comercial no contaba con un programa autorizado de Protección Civil desde 2021.
- Esta omisión regulatoria podría ser un factor agravante en la magnitud de la tragedia.
La tragedia del 1 de noviembre no es solo un hecho fortuito, sino el reflejo de una posible negligencia administrativa que ahora debe responder ante la sociedad. Las 23 víctimas, incluyendo la familia de Zelma, claman por un sistema que garantice que la vida de los ciudadanos no se pierda por la falta de un papel oficial. ¿Cómo puede el estado de Sonora garantizar justicia y reparación cuando la omisión parece ser parte del origen de la catástrofe?




