Percepción de seguridad en ciudades mexicanas: Análisis de las más seguras

Explore la percepción de seguridad en ciudades mexicanas: San Pedro Garza García, Piedras Negras y Benito Juárez destacan. Conozca las estrategias exitosas para un entorno urbano más confiable.

AL MOMENTO

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La seguridad es un pilar fundamental en la calidad de vida urbana. Recientes datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI revelan cómo los ciudadanos perciben la seguridad en sus ciudades. Aunque la percepción nacional de Inseguridad ha mostrado un ligero aumento, municipios como San Pedro Garza García, Piedras Negras y Benito Juárez destacan por sus bajos índices.

Resumen ejecutivo: La seguridad en ciudades mexicanas

El presente informe analiza la percepción de seguridad en las ciudades mexicanas, con un enfoque particular en aquellas que consistentemente son consideradas las más seguras por sus habitantes, según los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI. Si bien la percepción nacional de inseguridad ha mostrado un ligero aumento en los últimos trimestres de 2025, municipios como San Pedro Garza García, Piedras Negras, Benito Juárez, Saltillo y Puerto Vallarta destacan por mantener índices significativamente bajos. Este éxito sostenido se atribuye a la implementación de estrategias integrales y multifacéticas que combinan la profesionalización policial, la inversión tecnológica, la coordinación interinstitucional, la prevención del delito, la recuperación de espacios públicos y, fundamentalmente, una activa participación ciudadana. El análisis también subraya la complejidad de la percepción de seguridad, que no siempre se correlaciona directamente con la incidencia delictiva reportada, y la persistente disparidad de género en la sensación de inseguridad. Las conclusiones ofrecen recomendaciones estratégicas para replicar estos modelos exitosos y fomentar un entorno urbano más seguro y confiable en todo el país.

La importancia de la percepción ciudadana en la seguridad pública

La seguridad es un fenómeno multidimensional que trasciende la mera cuantificación de estadísticas delictivas. La forma en que los ciudadanos perciben su seguridad influye directamente en su calidad de vida, sus comportamientos cotidianos, sus interacciones sociales y su bienestar general. Esta percepción subjetiva puede, a su vez, impactar el desarrollo económico y la cohesión social dentro de las áreas urbanas. La relación entre la percepción de inseguridad y la incidencia delictiva real es compleja y no siempre directa. Factores como las narrativas culturales, la representación mediática, el discurso político, las experiencias personales (directas o indirectas) e incluso el entorno físico contribuyen a moldear esta percepción.

Un aspecto relevante es la “arquitectura del miedo”, un concepto que describe cómo una elevada sensación de inseguridad puede llevar a cambios significativos en el comportamiento de los ciudadanos. Esto incluye evitar ciertos espacios públicos, abstenerse de portar objetos de valor, limitar las salidas sin supervisión de menores y reducir las actividades sociales, incluso si las tasas de criminalidad reportadas se mantienen estables o disminuyen. Este fenómeno subraya que la percepción de inseguridad tiene impactos tangibles en la sociedad. Aunque la pobreza y la marginación pueden aumentar la propensión a la violencia, no son necesariamente la causa directa de altas tasas de criminalidad; la correlación es menos precisa de lo que a menudo se supone.

Metodología de la ENSU del INEGI

La fuente principal de datos para este informe es la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El propósito fundamental de la ENSU es recopilar información periódica, amplia, integral y oportuna sobre la percepción ciudadana en materia de seguridad pública en áreas urbanas, proporcionando elementos esenciales para la formulación de políticas públicas.

La metodología de la ENSU se caracteriza por su rigor, lo que confiere credibilidad a sus resultados sobre la percepción. La encuesta se recolecta cada trimestre en 91 áreas urbanas del país. Su diseño es probabilístico, trietápico, estratificado y por conglomerados, lo que asegura que los resultados obtenidos puedan generalizarse a toda la población objetivo. La población objetivo son personas de 18 años o más residentes en estas áreas urbanas. La recolección de datos se realiza mediante herramientas digitales, como dispositivos móviles (Meebox), lo que facilita la fluidez y eficiencia de las entrevistas. El cuestionario de la ENSU se estructura en dos partes principales: un cuestionario sociodemográfico y un cuestionario principal que aborda temas como la percepción de seguridad pública, conflictos y conductas antisociales, y el desempeño gubernamental, con secciones que se alternan en cada trimestre.

Contexto nacional de la percepción de inseguridad

Para comprender el panorama de seguridad en México, es fundamental establecer el contexto nacional de la percepción de inseguridad. En junio de 2025, un 63.2% de la población de 18 años y más residente en las áreas urbanas encuestadas consideró que vivir en su ciudad era inseguro. Esta cifra representa un aumento estadísticamente significativo en comparación con marzo de 2025 (61.9%) y junio de 2024 (59.4%), lo que indica un ligero, pero notable, empeoramiento del sentimiento general de la población respecto a la seguridad pública a nivel nacional.

Un aspecto persistente y relevante en los resultados de la ENSU es la disparidad de género en la percepción de inseguridad. En junio de 2025, el 68.5% de las mujeres manifestó sentirse insegura, en contraste con el 56.7% de los hombres. Esta tendencia se mantiene constante en reportes anteriores, con cifras similares para marzo de 2025 (67.5% de mujeres frente a 55.0% de hombres). Esta brecha de género en la percepción de seguridad no es solo una estadística; revela diferencias fundamentales en las experiencias vividas, las vulnerabilidades percibidas y los temores de hombres y mujeres en su vida diaria. Esto tiene implicaciones directas para el diseño de políticas públicas, sugiriendo que las estrategias de seguridad no pueden ser neutrales en cuanto al género, sino que deben abordar de manera específica las preocupaciones de las mujeres, especialmente en espacios públicos y el transporte, para fomentar una sensación de seguridad más inclusiva.

Ciudades con menor percepción de inseguridad: Datos recientes de la ENSU

Esta sección presenta los hallazgos centrales del informe, identificando las ciudades que consistentemente registran la menor percepción de inseguridad por parte de sus habitantes, según los datos más recientes de la ENSU.

Top ciudades con menor percepción de inseguridad (junio 2025)

Las ciudades que se destacan por tener la menor percepción de inseguridad en México, según el informe de la ENSU de junio de 2025, son:

  • San Pedro Garza García, Nuevo León (11.0%)
  • Piedras Negras, Coahuila (16.9%)
  • Benito Juárez, CDMX (22.0%)
  • Saltillo, Coahuila (23.5%)
  • Puerto Vallarta, Jalisco (27.3%)

Es notable la consistencia de estas ciudades en los listados de menor percepción de inseguridad a lo largo de los diferentes trimestres. Por ejemplo, en marzo de 2025, estas mismas ciudades (junto con Los Cabos) también figuraron prominentemente entre las de menor percepción de inseguridad: San Pedro Garza García (10.4%), Benito Juárez (20.4%), Piedras Negras (20.5%), Puerto Vallarta (23.0%), Saltillo (24.5%) y Los Cabos (24.7%). La aparición recurrente de estas localidades en los primeros puestos de seguridad percibida en múltiples informes recientes de la ENSU (junio y marzo de 2025, e incluso en 2024) es un fuerte indicador de un éxito sostenido en la generación de un ambiente de seguridad. Esto sugiere que las condiciones o estrategias subyacentes en estas ciudades son estables y efectivas a lo largo del tiempo, lo que las convierte en modelos relevantes para un análisis más profundo y una posible replicación.

A continuación, se presenta una tabla comparativa de la percepción de inseguridad en estas ciudades clave:

Ciudades con Menor Percepción de Inseguridad (Junio 2025 y Marzo 2025)

CiudadEntidad FederativaPercepción de Inseguridad (Junio 2025)Percepción de Inseguridad (Marzo 2025)
San Pedro Garza GarcíaNuevo León11.0%10.4%
Piedras NegrasCoahuila16.9%20.5%
Benito JuárezCDMX22.0%20.4%
SaltilloCoahuila23.5%24.5%
Puerto VallartaJalisco27.3%23.0%
Los CabosBaja California SurN/D24.7%

Nota: N/D indica que el dato específico para junio de 2025 no fue el más bajo en el top 5, aunque la ciudad mantiene una baja percepción de inseguridad.

Percepción de inseguridad en espacios físicos específicos

Incluso en las ciudades con una percepción general de baja inseguridad, ciertos espacios públicos emergen consistentemente como áreas donde los ciudadanos se sienten más vulnerables. En junio de 2025, la mayor percepción de inseguridad se reportó en los cajeros automáticos ubicados en la vía pública (72.2%), seguidos por el transporte público (65.0%) y la calle (63.7%). Se observaron tendencias similares en marzo de 2025, con los cajeros automáticos (69.1%) y el transporte público (62.8%) liderando la lista de espacios percibidos como inseguros.

Esta información es crucial porque desglosa la percepción de inseguridad más allá de un promedio general de la ciudad. Permite identificar “puntos críticos” específicos donde los ciudadanos se sienten más vulnerables, independientemente de la percepción general de seguridad de su localidad. Esto orienta las recomendaciones de políticas hacia intervenciones altamente localizadas y dirigidas, como el aumento de la vigilancia, la mejora de la iluminación o la presencia policial dedicada en estos entornos específicos, en lugar de solo estrategias amplias a nivel de ciudad. También explica por qué los ciudadanos a menudo modifican sus hábitos diarios (por ejemplo, evitando ciertos lugares o horarios) debido a estos temores específicos.

Percepción de Inseguridad en Espacios Físicos Específicos (Junio 2025)

Tipo de Espacio Físico EspecíficoPorcentaje de Población que se Siente Insegura (Junio 2025)
Cajeros automáticos en la vía pública72.2%
Transporte público65.0%
Calle63.7%
Carretera57.9%

Contrastes: Ciudades con mayor percepción de inseguridad

Para ofrecer una comprensión completa del panorama de Seguridad, esta sección describe brevemente las ciudades donde los residentes reportan los niveles más altos de percepción de inseguridad, sirviendo como un claro contraste con los municipios más seguros.

Las ciudades con la mayor percepción de inseguridad en junio de 2025 son:

  • Culiacán Rosales, Sinaloa (90.8%)
  • Ecatepec de Morelos, Estado de México (90.7%)
  • Uruapan, Michoacán (89.5%)
  • Tapachula, Chiapas (88.1%)
  • Ciudad Obregón, Sonora (88.0%)

Es importante señalar el aumento significativo en la percepción de inseguridad en algunas de estas localidades en los últimos trimestres. Por ejemplo, en Xochimilco, el porcentaje de población que se siente insegura subió del 69.4% al 77.3% en solo tres meses, mientras que en Ecatepec el indicador pasó del 85% al 90.7% en el mismo periodo. Esto sugiere un rápido deterioro de las condiciones o un aumento de la ansiedad pública en estas áreas.

Ciudades con Mayor Percepción de Inseguridad (Junio 2025 y Marzo 2025)

CiudadEntidad FederativaPercepción de Inseguridad (Junio 2025)Percepción de Inseguridad (Marzo 2025)
Culiacán RosalesSinaloa90.8%89.7%
Ecatepec de MorelosEstado de México90.7%85.0%
UruapanMichoacán89.5%88.7%
TapachulaChiapas88.1%84.4%
Ciudad ObregónSonora88.0%83.2%
FresnilloZacatecas86.7%89.5%
IrapuatoGuanajuato85.8%88.4%
ChimalhuacánEstado de México84.7%86.1%
PueblaPuebla84.0%74.5%
Naucalpan de JuárezEstado de México83.9%82.4%
VillahermosaTabasco83.0%90.6%

Estrategias y factores de éxito en las ciudades más seguras

Esta sección profundiza en las estrategias y políticas específicas implementadas por las ciudades identificadas como las más seguras, explorando los factores subyacentes que contribuyen a su alta percepción de seguridad entre los residentes.

San Pedro Garza García: Un modelo de seguridad integral

San Pedro Garza García, Nuevo León, se posiciona consistentemente como el municipio con la menor percepción de inseguridad a nivel nacional. Este rendimiento sostenido es un testimonio de su enfoque integral de seguridad. La “Estrategia de Seguridad 360º” de San Pedro es un plan multifacético que se construye sobre siete ejes clave, demostrando un compromiso holístico con la seguridad:

  • Profesionalización policial: Se hace hincapié en una capacitación avanzada para los agentes de policía, incluyendo preparación a nivel universitario. Además, se han implementado aumentos salariales significativos (de 16,000 a 20,000 pesos netos mensuales) para atraer y retener personal de alta calidad. Esta inversión en el bienestar y desarrollo de los policías puede conducir a una mayor moral, un mejor desempeño y una reducción de la corrupción, impactando directamente la confianza pública.
  • Rendición de cuentas y supervisión ciudadana: La estrategia incluye la creación de juzgados cívicos para abordar infracciones menores, así como un sistema de certificación ciudadana de la policía, fomentando la transparencia y la confianza. Esto fortalece la legitimidad de la fuerza policial y la percepción de justicia.
  • Coordinación intergubernamental: Se promueve una sólida colaboración e intercambio de información con las agencias de seguridad estatales y federales para combatir eficazmente la delincuencia. Esta sinergia asegura una respuesta unificada y recursos compartidos contra el crimen.
  • Iniciativas de prevención: Se enfoca en programas de prevención social, abordando específicamente la violencia familiar y brindando apoyo a adolescentes en situación de riesgo. Este enfoque proactivo busca abordar las causas subyacentes de la delincuencia.
  • Mejora de la infraestructura: La inversión en instalaciones policiales modernas, como el Cuartel Poniente, mejora la capacidad operativa de la fuerza. Una infraestructura adecuada es esencial para el desempeño eficiente de las fuerzas de seguridad.

La detallada estructura de la estrategia de San Pedro revela un enfoque sofisticado y multifacético que va más allá de la policía reactiva tradicional. El énfasis en el bienestar policial, la transparencia, la rendición de cuentas y la prevención social proporciona un modelo sólido para otros municipios que buscan mejorar la seguridad percibida.

Piedras Negras y Saltillo (Coahuila): Coordinación y prevención

Piedras Negras y Saltillo, ambas en Coahuila, se ubican consistentemente entre las ciudades más seguras de México, posicionando al estado de Coahuila como un referente nacional en seguridad. Su éxito es el resultado de estrategias integrales:

  • Marco de seguridad integral: Su éxito se atribuye a estrategias completas que integran tecnología, una sólida coordinación policial, prevención proactiva del delito y una activa participación ciudadana.
  • Inversión en tecnología avanzada: Saltillo ha realizado inversiones significativas en tecnología de vigilancia de vanguardia, incluyendo cámaras de seguridad, drones térmicos y oficinas móviles, lo que mejora la capacidad de monitoreo y respuesta rápida.
  • Fortalecimiento de la capacidad policial: Ambas ciudades han reforzado sus fuerzas policiales con nuevas unidades y equipamiento táctico de primer nivel, asegurando una presencia fuerte y visible.
  • Prevención proactiva del delito: Las iniciativas clave incluyen campañas educativas, operativos de tránsito estratégicos y una presencia policial constante en barrios urbanos y rurales, con el objetivo de disuadir delitos de alto impacto como homicidios, secuestros y robos con violencia.
  • Coordinación interinstitucional: La creación de una Comisión de Seguridad y Protección ciudadana facilita una coordinación efectiva con corporaciones estatales y federales (incluyendo el Ejército Mexicano, la Marina y la Guardia Nacional), asegurando una estructura de mando unificada y una respuesta inmediata a los incidentes. El éxito de dos ciudades prominentes dentro del mismo estado sugiere un marco de política de seguridad estatal robusto que permite y apoya la implementación municipal.
  • Programas de inteligencia estratégica: Piedras Negras utiliza programas avanzados de inteligencia estratégica para anticipar y contrarrestar eficazmente las actividades del crimen organizado.
  • Protección a poblaciones vulnerables: Se pone un énfasis particular en la protección de poblaciones vulnerables, especialmente mujeres, a través de programas e iniciativas dedicadas.
  • Zonas seguras y comunicación efectiva: Ambas ciudades han establecido zonas seguras designadas y mantienen canales de comunicación efectivos tanto para la respuesta a emergencias como para los esfuerzos de prevención del delito, fomentando un sentido de accesibilidad y capacidad de respuesta.
  • Seguridad ciudadana amplia: Piedras Negras también aborda riesgos naturales mediante simulacros y protocolos para contingencias hidráulicas, demostrando una visión integral de la seguridad ciudadana que va más allá de la delincuencia.

El énfasis en tecnología avanzada y la coordinación robusta con fuerzas federales indican un enfoque proactivo, bien financiado y unificado para combatir el crimen. La inclusión de la prevención y la proximidad ciudadana destaca una estrategia integral que construye la confianza de la comunidad y reduce activamente las oportunidades para la actividad criminal.

Benito Juárez (CDMX): Recuperación de espacios y proximidad policial

La alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México se clasifica consistentemente entre las más seguras a nivel nacional y dentro de la capital, lo que demuestra una gobernanza local efectiva en un entorno urbano complejo. Su estrategia principal es “Blindar BJ 360°”:

  • Aumento de patrullajes y refuerzo vehicular: La alcaldía ha incrementado significativamente su presencia de patrullaje, incluyendo el despliegue de nuevas unidades de patrulla de proximidad y vehículos eléctricos para emergencias. Estos esfuerzos a menudo se financian mediante iniciativas de presupuesto participativo, donde los residentes deciden directamente sobre los beneficios comunitarios.
  • Colaboración comunidad-gobierno: El alcalde Luis Mendoza enfatiza la sólida organización vecinal y la colaboración crucial entre el gobierno y los ciudadanos, que se extiende a servicios urbanos, mantenimiento y limpieza. Esto fomenta un sentido de responsabilidad compartida por la seguridad.
  • Combate a delitos específicos: Existe un esfuerzo concentrado para combatir delitos locales prevalentes, como el robo de autopartes, y para tomar medidas enérgicas contra la venta ilegal de alcohol (“chelerías”) para garantizar la legalidad y la seguridad del vecindario.
  • Recuperación de espacios públicos y mantenimiento del orden: La estrategia incluye medidas proactivas como el programa “Cero Baches”, respaldado por una inversión significativa (54 millones de pesos para reparar calles en 56 colonias), la remoción de vehículos chatarra y la limpieza de vías públicas de obstáculos (como “franeleros” o acomodadores de coches informales). Estos esfuerzos contribuyen a una sensación de orden y presencia gubernamental.
  • Limpieza y salud pública: La alcaldía mantiene altos estándares de limpieza mediante la recolección de más de 4,700 toneladas de residuos sólidos semanalmente, lo que refuerza el compromiso del alcalde con el orden, la seguridad y la salud pública.
  • Mantenimiento de unidades habitacionales: Se realizan trabajos de mantenimiento regulares en unidades residenciales, como Narvarte (SCOP), para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes, demostrando atención al entorno de vida inmediato.

Esta estrategia se alinea fuertemente con la teoría de las “ventanas rotas”, que postula que los signos visibles de crimen, comportamiento antisocial y desorden civil (como baches, coches chatarra, vendedores ambulantes ilegales) crean un entorno urbano que fomenta crímenes más graves y amplifica la percepción de inseguridad. Al abordar diligentemente estos problemas aparentemente menores, Benito Juárez fomenta una sensación de orden, presencia gubernamental y cuidado, lo que mejora directamente la sensación de seguridad de los residentes en su vida diaria. El énfasis en la colaboración comunitaria y el presupuesto participativo empodera aún más a los residentes y construye una confianza crucial en las autoridades locales.

Puerto Vallarta: Inversión en equipamiento y tecnología

Puerto Vallarta, Jalisco, mantiene consistentemente una baja percepción de inseguridad, lo que refleja sus esfuerzos en seguridad pública. Un pilar fundamental de su éxito es la inversión significativa en infraestructura de seguridad. El cabildo municipal aprobó una inversión sustancial de más de $289 millones de pesos del Fondo para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN-DF) para el ejercicio fiscal 2025. Esta asignación financiera subraya un fuerte compromiso con la seguridad pública.

Los fondos se destinan estratégicamente a mejorar la capacidad operativa de la fuerza policial a través de:

  • Adquisición de armamento y municiones: Compra de armamento y municiones modernos.
  • Nuevos vehículos de patrulla: Adquisición de una flota diversa de vehículos de patrulla, incluyendo camionetas, sedanes, motocicletas y vehículos todo terreno (ATV).
  • Equipos de comunicación y telecomunicaciones: Inversión en equipos avanzados de comunicación y telecomunicaciones.
  • Equipos informáticos y tecnologías de la información: Actualización de equipos informáticos y tecnologías de la información para apoyar los sistemas de inteligencia y respuesta.
  • Mobiliario administrativo y gastos operativos: Asignación de fondos para mobiliario administrativo y gastos operativos para asegurar el buen funcionamiento de las operaciones de seguridad.

A diferencia de otras ciudades que detallan enfoques programáticos o comunitarios específicos, el éxito de Puerto Vallarta parece estar fuertemente respaldado por una inversión financiera directa y sustancial en activos de seguridad tangibles. Esto sugiere que una dotación de recursos adecuada y sostenida, particularmente en equipos y tecnología modernos, es un pilar fundamental para mejorar la capacidad policial, reducir los tiempos de respuesta y, en consecuencia, aumentar la percepción de seguridad de los ciudadanos. Una fuerza bien equipada a menudo se percibe como más efectiva y capaz, proyectando una mayor sensación de control y seguridad.

Los Cabos: Programas de participación ciudadana y coordinación

Los Cabos, Baja California Sur, se clasifica consistentemente entre los municipios más seguros de México, contribuyendo al estatus de Baja California Sur como uno de los estados más seguros. Su estatus como un importante destino turístico internacional significa que la seguridad es una prioridad primordial, lo que lleva a un fuerte énfasis en la seguridad de los visitantes, guías profesionales y la conciencia del entorno.

El programa preventivo “Vigilante Vecinal” involucra activamente a los residentes en el fomento de la seguridad comunitaria:

  • Grupos de vigilancia vecinal: Se anima a los residentes a unirse a grupos de vigilancia organizados dentro de los comités vecinales municipales.
  • Comunicación digital: Se utilizan chats de “Whatsappeando por tu Seguridad” (con más de 200 grupos activos) para compartir información de manera eficiente sobre actividades sospechosas o delictivas.
  • Compromiso directo con las autoridades: Se promueven reuniones periódicas entre los residentes y las autoridades para discutir el estado de la seguridad local y las preocupaciones.
  • Policía de proximidad: El programa busca fortalecer la proximidad policial y proporcionar a los residentes técnicas prácticas de prevención vecinal.
  • Enlace con sectores vulnerables: Se enfoca en crear grupos de enlace específicos para poblaciones vulnerables para asegurar su protección y abordar sus necesidades de seguridad únicas.

Además, la coordinación efectiva entre varios niveles de autoridades, incluyendo la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Guardia Nacional (GN), contribuye significativamente a la baja percepción de inseguridad. Los Cabos presenta un caso único donde la seguridad está impulsada tanto por el bienestar de los residentes como por el imperativo de proteger una industria turística vital. El programa “Vigilante Vecinal” es un excelente ejemplo de cómo formalizar la participación ciudadana, aprovechando las herramientas de comunicación modernas (WhatsApp) para empoderar a las comunidades y facilitar un intercambio de información directo y en tiempo real con las autoridades. Este compromiso comunitario estructurado, combinado con una sólida coordinación con las fuerzas federales, demuestra cómo un enfoque de múltiples partes interesadas puede mejorar significativamente la seguridad percibida y la eficacia operativa.

Análisis comparativo: Percepción vs. incidencia delictiva

Esta sección examina críticamente la relación compleja y a menudo no lineal entre la sensación de seguridad de las personas y las tasas oficiales de delitos reportados.

La distinción entre percepción y realidad estadística

Es fundamental reiterar que la percepción de seguridad es una medida subjetiva, profundamente influenciada por una multitud de factores que van más allá de las estadísticas oficiales de delincuencia. Estos incluyen narrativas culturales, representaciones mediáticas, discursos políticos, experiencias personales (directas o indirectas) e incluso el entorno físico.

Se ha discutido el concepto de la “arquitectura del miedo”, donde una mayor sensación de inseguridad puede llevar a cambios de comportamiento significativos entre los ciudadanos. Esto incluye evitar ciertos espacios públicos, abstenerse de llevar objetos de valor, limitar las salidas de menores sin supervisión y reducir las actividades sociales, incluso si las tasas de criminalidad reportadas son estables o disminuyen. Esto pone de manifiesto que la percepción en sí misma tiene impactos tangibles en la sociedad. Esta distinción es una consideración crítica para un informe experto, ya que evita la simplificación excesiva de la “seguridad” y educa al lector sobre la naturaleza multidimensional del problema. Al establecer explícitamente que la percepción no siempre es un reflejo directo de los datos oficiales de delincuencia, el análisis mantiene su rigor analítico y reconoce los aspectos psicológicos y sociales de la inseguridad.

Desafíos en la comparación directa de datos de incidencia

Un desafío significativo para una comparación directa y precisa entre la seguridad percibida y la incidencia delictiva oficial es la “cifra negra”. Este término se refiere al sustancial porcentaje de delitos que no se denuncian a las autoridades o, si se denuncian, no resultan en una investigación iniciada. A nivel nacional, este subregistro se estimó en un 92.9% en 2023. Esta alta tasa de subdeclaración complica fundamentalmente cualquier comparación directa y precisa.

Además, existen limitaciones en la granularidad de los datos. Si bien la ENSU proporciona datos de percepción a nivel municipal para 91 áreas urbanas, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) a menudo informa los datos de incidencia a nivel estatal o solo para municipios o alcaldías específicas y más grandes (como en la Ciudad de México). Esta inconsistencia en la granularidad geográfica dificulta una comparación directa, ciudad por ciudad, de la incidencia frente a los datos de percepción con el material de investigación proporcionado. Reconocer esta limitación metodológica es crucial para mantener la transparencia y el rigor analítico.

Casos ejemplares: Donde percepción y esfuerzos se alinean

A pesar de los desafíos inherentes a la comparación directa, la baja y consistente percepción de inseguridad en ciudades como San Pedro Garza García, Piedras Negras y Benito Juárez sugiere fuertemente que sus estrategias integrales de seguridad están teniendo un impacto positivo tanto en la seguridad real como en la confianza ciudadana. La percepción de la efectividad gubernamental para resolver problemas recurrentes es notablemente alta en Piedras Negras (66.8%) y San Pedro Garza García (61.4%), cifras significativamente superiores al promedio nacional (31.4%).

Esta correlación entre una alta percepción de efectividad gubernamental y una baja percepción de inseguridad proporciona un vínculo importante, aunque indirecto, entre la gobernanza y la seguridad percibida. Si los ciudadanos perciben que su gobierno local es eficaz en la gestión de problemas urbanos generales (como infraestructura o servicios públicos), esta confianza se extiende lógicamente a su capacidad para gestionar la seguridad. Esto sugiere que un enfoque holístico de la buena gobernanza, que incluya servicios públicos eficientes y capacidad de respuesta, es un factor subyacente significativo en la construcción y el mantenimiento de la seguridad percibida, más allá de centrarse únicamente en las estadísticas de delincuencia.

Tendencias históricas y expectativas futuras de seguridad

Esta sección analiza la evolución de la percepción de seguridad a lo largo del tiempo en las ciudades destacadas y a nivel nacional, junto con las expectativas de los ciudadanos para el futuro y los tipos de comportamientos delictivos/antisociales que observan comúnmente.

Evolución de la percepción en las ciudades seguras

La percepción de inseguridad en las ciudades identificadas como las más seguras ha mostrado una evolución dinámica. Por ejemplo, la percepción en San Pedro Garza García ha experimentado algunas fluctuaciones, registrando un 20.8% en el cuarto trimestre de 2023, un 28.5% en el mismo periodo, para luego regresar a las primeras posiciones en el segundo trimestre de 2024 y el primer y segundo trimestre de 2025. Esto indica que mantener una baja percepción es un desafío continuo que requiere un esfuerzo sostenido.

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Es importante señalar que, si bien Piedras Negras y Saltillo se mantienen entre las ciudades más seguras, registraron un ligero aumento en la percepción de inseguridad de junio de 2024 (14.3% y 21.4% respectivamente) a junio de 2025 (16.9% y 23.5%). Esto resalta la naturaleza cambiante de la percepción y la necesidad constante de vigilancia y adaptación en las estrategias de seguridad.

Expectativas ciudadanas sobre la seguridad futura

El panorama nacional sobre las expectativas de seguridad futura refleja un sentimiento predominantemente pesimista entre la población. En junio de 2025, una parte significativa de la población (32.5%) consideró que la situación de la delincuencia e inseguridad en su ciudad se mantendría igual de mal en los próximos 12 meses, mientras que un 25.4% adicional creyó que empeoraría. Esta perspectiva es consistente con las cifras de marzo de 2025, donde el 31.6% esperaba que la situación siguiera siendo mala y el 22.9% que empeorara.

En contraste, un porcentaje menor de la población mantuvo una visión optimista: en junio de 2025, solo el 16.1% esperaba que la situación se mantuviera igual de bien, y el 25.1% estimó que mejoraría. Estos datos revelan una preocupación generalizada y una falta de confianza en la mejora de las condiciones de seguridad a corto plazo.

Conductas delictivas o antisociales observadas

Las conductas delictivas o antisociales más comúnmente observadas en los alrededores de las viviendas de los residentes contribuyen directamente a su percepción de inseguridad. Según los resultados de la ENSU del segundo trimestre de 2025 (junio de 2025), los comportamientos más frecuentemente observados fueron:

  • Consumo de alcohol en las calles (59.9%).
  • Robos o asaltos (50.1%).
  • Venta o consumo de drogas (41.1%).
  • Actos de vandalismo (40.6%).
  • Disparos frecuentes en el vecindario (37.7%).
  • Presencia de pandillas o bandas violentas (24.8%).

Estas observaciones alimentan directamente la “arquitectura del miedo” y tienen un impacto directo en los hábitos diarios de los ciudadanos, lo que lleva a cambios como evitar llevar objetos de valor (42.7%), no permitir que los menores salgan solos (42.4%) o evitar caminar de noche por su barrio (38%). La prevalencia de estas conductas en el entorno inmediato de los ciudadanos es un factor crucial en la construcción de su sensación de inseguridad, incluso en ausencia de delitos de alto impacto.

Conclusiones y recomendaciones para la mejora de la seguridad urbana

Síntesis de hallazgos clave

El análisis de la percepción de seguridad en las ciudades mexicanas, basado en los datos de la ENSU del INEGI, revela que San Pedro Garza García, Piedras Negras, Benito Juárez, Saltillo y Puerto Vallarta se distinguen consistentemente como las ciudades percibidas como las más seguras por sus habitantes. Su éxito no es una casualidad, sino el resultado de la implementación de estrategias de seguridad multifacéticas e integradas. Estas incluyen la profesionalización y dotación adecuada de recursos a las fuerzas policiales, una inversión tecnológica significativa, una robusta coordinación interinstitucional entre todos los niveles de gobierno, programas proactivos de prevención del delito, esfuerzos dedicados a la recuperación y mantenimiento de espacios públicos y, fundamentalmente, una participación ciudadana activa y formalizada.

A pesar de estos casos de éxito, el panorama nacional muestra un aumento en la percepción de inseguridad, con una persistente y preocupante disparidad de género, donde las mujeres reportan sistemáticamente una sensación de inseguridad mayor que los hombres. Además, se identifica de manera consistente que ciertos espacios públicos específicos (cajeros automáticos, transporte público, calles) son percibidos como áreas de alta vulnerabilidad, independientemente de la percepción general de la ciudad. La relación entre la percepción de seguridad y la incidencia delictiva real es compleja, y la alta “cifra negra” de delitos no denunciados, junto con la inconsistencia en la granularidad de los datos de incidencia a nivel municipal, dificultan una comparación directa y exhaustiva.

Recomendaciones estratégicas

Con base en los hallazgos y las prácticas exitosas observadas en las ciudades con menor percepción de inseguridad, se proponen las siguientes recomendaciones estratégicas para la mejora de la seguridad urbana en México:

  • Adopción de modelos de seguridad holísticos: Se recomienda que otros municipios estudien y adapten estrategias integrales, como la “Estrategia de Seguridad 360º” de San Pedro Garza García o “Blindar BJ 360°” de Benito Juárez. Estos modelos integran la aplicación de la ley tradicional con la prevención social, el desarrollo urbano y las iniciativas de bienestar comunitario.
  • Intervenciones dirigidas en espacios vulnerables: Es crucial enfocar recursos, aumentar la vigilancia y aplicar estrategias policiales específicas en los espacios públicos identificados como de alto riesgo (cajeros automáticos, transporte público, calles). Esto abordará directamente los temores más agudos de los ciudadanos y mejorará su sensación diaria de seguridad.
  • Fortalecimiento del compromiso comunitario: Se debe enfatizar la importancia crítica de formalizar y empoderar la participación ciudadana a través de programas como “Vigilante Vecinal” de Los Cabos. Esto implica fomentar canales de comunicación directos y accesibles entre las comunidades y las autoridades, aprovechar la tecnología para el intercambio de información y promover grupos de vigilancia vecinal.
  • Profesionalización y rendición de cuentas de las fuerzas policiales: Es imperativa la inversión continua en la capacitación policial, una compensación justa y mecanismos sólidos para la supervisión y rendición de cuentas ciudadana. Una fuerza policial profesional, bien remunerada y confiable es fundamental para mejorar tanto la seguridad real como la confianza pública.
  • Implementación de políticas con perspectiva de género: Se aboga por el diseño e implementación de políticas de seguridad e iniciativas de planificación urbana que aborden específicamente las distintas preocupaciones y experiencias de las mujeres, con el objetivo de reducir su percepción desproporcionadamente alta de inseguridad.
  • Gobernanza basada en datos y transparencia: Se alienta el uso sistemático de datos de percepción (como los de ENSU) y datos de incidencia delictiva (del SESNSP) para obtener una comprensión más completa y matizada de los desafíos de seguridad. Promover la transparencia en la presentación de informes es esencial para construir la confianza pública y permitir la formulación de políticas basadas en evidencia.

Perspectivas futuras

Lograr y mantener una alta percepción de seguridad es un desafío continuo y en constante evolución. Requiere una voluntad política sostenida, estrategias adaptables, inversión continua en recursos humanos y tecnológicos y, lo que es más importante, la participación activa y colaborativa de todos los niveles de gobierno y la ciudadanía. Las historias de éxito destacadas en este informe ofrecen valiosos aprendizajes y demuestran que un cambio positivo en la percepción de la seguridad urbana es alcanzable mediante esfuerzos dedicados y exhaustivos. ¿Estamos listos para replicar estos modelos y construir un futuro más seguro para México?

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