El desierto de Sonora, silencioso testigo del narco, fue escenario del hallazgo que selló el destino de Los Deltas. El “Delta 10” cayó, y con él, su célula criminal.
La caída del “Delta 10”: punto final para Los Deltas
El 23 de mayo marcó un hito para la seguridad en Sonora. La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJES) confirmó la identidad del cadáver de Eleazar Pulido Landeros, alias “Delta 10”, localizándolo en el municipio de Pitiquito. Su muerte, atribuida a un grupo rival, desencadenó la desarticulación definitiva de Los Deltas, brazo armado de Los Chapitos.
Pulido Landeros era un objetivo prioritario para México y EE.UU., con una recompensa de hasta 500 mil pesos por información sobre su paradero. Su historial criminal incluía cargos por homicidio calificado y asociación delictuosa.
El asesinato que lo señaló ante el mundo
“Delta 10” fue implicado en el brutal asesinato de Nicholas Douglas Quets, un exmarine estadounidense, ejecutado en octubre de 2024. Quets fue emboscado en la carretera Altar-Pitiquito, un acto que conmocionó a ambos países y elevó el perfil criminal de Pulido Landeros.
Quiénes eran Los Deltas y cómo operaban
Una extensión letal de Los Chapitos
Los Deltas funcionaban como brazo operativo de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Su base estaba en Sonora, pero su influencia se expandió a regiones estratégicas como Caborca, Pitiquito y San Luis Río Colorado.
Jerarquía criminal bien definida
- Eric Jesús Cabrera Cabrera, alias “El Duranguillo” o “Delta 1”, era considerado el sucesor directo de “Delta 10”.
- Recibía órdenes de Omar Félix Loaiza, alias “El Pelón” o “El 08”, capturado en noviembre de 2024 en Culiacán.
Aunque las autoridades confirmaron el fin operativo del grupo, no han aclarado el paradero de “El Duranguillo”, lo que deja abierta una ventana de incertidumbre.
El conflicto territorial: Los Chapitos vs Los Rusos
El control del noroeste de Sonora
El “Pelón” no solo comandaba a Los Deltas. También lideraba el enfrentamiento contra Los Rusos, brazo armado de Los Mayos, rival histórico del Cártel de Sinaloa. Con la captura de El Mayo Zambada, el mando pasó a su hijo Ismael Zambada Sicairos, alias “El Mayito Flaco”.
Este conflicto detonó episodios de violencia en Sonoyta, Caborca y otras zonas clave del desierto sonorense. El noroeste del estado se convirtió en un tablero sangriento entre facciones.
Golpes recientes al grupo
Las autoridades han desarticulado paulatinamente a Los Deltas:
- Detenciones en Caborca de sicarios identificados con la organización
- Captura de Gabriel “N”, alias “Keka”, considerado el último líder operativo en la región
La FGJES declaró que todos sus integrantes están detenidos o neutralizados, confirmando el desmantelamiento del grupo.
La guerra silenciosa del desierto
La sombra de la impunidad
Aunque la estructura de Los Deltas está formalmente desarticulada, la ausencia de Eric Cabrera plantea interrogantes sobre la continuidad del liderazgo criminal. La historia del narco en México demuestra que cuando cae una cúpula, otras se levantan.
¿Un precedente o un espejismo?
El caso de Los Deltas podría marcar un hito en la lucha contra el narco en Sonora. Pero también podría convertirse en una victoria efímera si no se consolida el control territorial y social.
¿Puede realmente desaparecer una célula del crimen organizado o simplemente cambia de nombre y de rostro?
La caída de Los Deltas representa un avance en la seguridad de Sonora. Pero también deja al descubierto la fragilidad del equilibrio criminal en la región. El futuro inmediato dependerá de la capacidad del Estado para ocupar el vacío que deja la violencia.
