Un viernes gris en la frontera marcó el principio del fin para una de las familias más temidas del narco. Ovidio Guzmán entregó a los suyos al FBI, y con ello, cambió las reglas del juego en el Cártel de Sinaloa.
La fuga hacia el norte: cruce milimetrado y silencioso
La escena podría parecer sacada de una serie: 17 familiares directos de Ovidio Guzmán cruzando a pie el puente de San Ysidro, en Tijuana, custodiados por agentes del FBI.
Pero fue real. Entre ellos, su madre Griselda López Pérez, su hermana Griselda Guzmán, un nieto llamado Archivaldo y otros miembros cercanos del clan.
La operación no fue improvisada. Llegaron desde Culiacán en avión, cruzaron en vehículos hasta la frontera y pasaron caminando, escoltados y bajo un permiso migratorio conocido como parole, otorgado en casos especiales por razones humanitarias.
Equipaje de lujo y millones en efectivo
- Maletas de Louis Vuitton, Dior y Chanel
- Cada adulto cargaba al menos dos piezas
- Más de 70 mil dólares en efectivo
Todo apunta a un traslado definitivo, no una visita temporal. Incluso varios niños formaban parte del grupo, como se vio en los videos obtenidos por el periodista Luis Chaparro.
Francotiradores y tensión extrema en la frontera
La maniobra no estuvo exenta de riesgos. Las autoridades estadounidenses consideraron la llegada de “alto riesgo”. Se desplegó incluso un francotirador en un edificio cercano al puente, ante la posibilidad de un ataque. Pero el cruce se completó sin incidentes. Los 17 fueron subidos a un autobús blindado rumbo a un destino desconocido.
Colaboración con la justicia: la nueva jugada de Ovidio
Según fuentes del FBI citadas por Chaparro, el cruce de la familia forma parte de las garantías que Ovidio Guzmán habría exigido para colaborar con la justicia estadounidense. El 6 de junio cambiará su declaración de “no culpable” por “culpable”, un paso clave para ingresar al programa de testigos protegidos.
“Yo creo que esto es parte de lo que él pidió… como respaldo para empezar ahora sí a hablar”, dijo Chaparro.
Esta decisión podría marcar el principio del fin del liderazgo de Los Chapitos.
Una familia dividida: el conflicto con Iván y Alfredo
La salida de los Guzmán López contrasta brutalmente con el paradero de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, medios hermanos de Ovidio. Ambos siguen operando en México, liderando una guerra contra la facción de los Zambada, conocida como “La Mayiza”.
Luis Chaparro advierte que esta movida deja aislados a Iván y Alfredo. El bastión familiar en Jesús María está desarticulado, y las diferencias entre ambas ramas familiares se hacen cada vez más visibles.
“Sinaloa está quedando con poco liderazgo de los Guzmán”, sentenció Chaparro.
Silencio oficial y exigencia diplomática
La presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada en su conferencia matutina. Afirmó que el gobierno mexicano no ha recibido información oficial del Departamento de Justicia de EE.UU., a pesar de que la FGR mantiene carpetas de investigación abiertas contra varios de los ahora refugiados.
“La Fiscalía está solicitando información. Hasta ahora no ha sido entregada”, declaró Sheinbaum.
El silencio de Washington y la rapidez del cruce levantan suspicacias: ¿qué sabe Ovidio que vale tanto como para blindar a toda su familia?
El futuro del Cártel de Sinaloa está en juego
La entrega de los Guzmán López podría provocar una reconfiguración profunda en el mapa criminal del noroeste mexicano. El liderazgo fragmentado, la ausencia de un heredero claro y la guerra intestina son un cóctel que podría detonar una nueva ola de violencia.
¿Es este el final de Los Chapitos como los conocemos?
La historia apenas comienza.
