La tensión diplomática escaló a niveles críticos. El gobierno de Perú ordenó la expulsión de la encargada de la embajada de México, Karla Ornelas, como consecuencia directa de la ruptura de relaciones bilaterales. La decisión, anunciada por el presidente peruano José Jerí, subraya una supuesta injerencia en asuntos internos que data desde 2022, marcando un quiebre significativo entre ambas naciones.
La ruptura diplomática y la expulsión de Karla Ornelas
El conflicto binacional alcanzó su punto más álgido tras la decisión del gobierno peruano de terminar las relaciones diplomáticas con México. El anuncio fue formalizado por el presidente de Perú, José Jerí, quien utilizó su cuenta en X (antes Twitter) para informar sobre la medida coercitiva contra la diplomática mexicana.
Según el mandatario peruano, la encargada de la embajada de México en Perú, Karla Ornelas, fue notificada formalmente. Jerí especificó que:
> “Con motivo de la ruptura de las relaciones diplomáticas, la encargada de la embajada de México en el Perú, Karla Ornelas, fue informada hoy por el canciller de que tiene un plazo perentorio para abandonar nuestro país”.
En el mismo mensaje, Jerí remarcó la postura de soberanía de su nación con la exclamación: “¡Respeto a nuestra patria!”. Además de la publicación en redes sociales, el gobierno peruano lanzó un comunicado oficial para sustentar la ruptura.
¡Respeto a nuestra patria!
— José Jerí (@josejeriore) November 4, 2025
Con motivo de la ruptura de las relaciones diplomáticas, la encargada de la embajada de México en el Perú, Karla Ornela, fue informada hoy por el canciller de que tiene un plazo perentorio para abandonar nuestro país.
Hasta el momento, las autoridades mexicanas no se han pronunciado oficialmente al respecto de la expulsión de la diplomática y el rompimiento de los lazos bilaterales.
La injerencia sistemática como argumento central
El gobierno de Perú basó su decisión en lo que calificó como una interferencia sistemática por parte del Gobierno de México en los asuntos internos de Perú. Esta conducta, señalada por la administración peruana, es considerada como una “intervención” bajo el marco del Derecho Internacional.
Las autoridades peruanas detallan que el origen de esta conducta se remonta al intento fallido de golpe de Estado de Pedro Castillo. Además, exponen que:
- La postura de México desde el año 2022 ha demostrado una falta de interés en mantener una relación fraterna.
 - México ha incurrido en esta “conducta recurrente” en repetidas ocasiones.
 - “Esta conducta recurrente no se conduce con la histórica y fraterna relación que ha existido entre ambos países”, señalaron.
 
El asilo a Betssy Chávez y el quiebre de confianza
Uno de los ejemplos citados explícitamente por el gobierno peruano para evidenciar la presunta falta de interés de México en preservar la relación fue el asilo diplomático otorgado a una figura política clave en la crisis: la exjefa de gabinete, Betssy Chávez.
De acuerdo con las declaraciones del gobierno peruano, Chávez participó activamente en el golpe de Estado fallido, y su asilo diplomático representa una violación a la no injerencia, consolidando así los argumentos de Perú para la ruptura relaciones México Perú.
La escalada de tensión, manifestada en la orden de expulsión de Karla Ornelas, cierra un capítulo diplomático tenso, dejando abierta la incógnita sobre la respuesta que emitirá la Cancillería mexicana ante la acusación formal de intervención en los asuntos internos de la nación andina.




