Tras el lamentable y condenable asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó la protección federal para su familia. Sin embargo, el hecho ha desatado una nueva confrontación política: la mandataria acusa a grupos opositores de utilizar la tragedia para impulsar narrativas de desprestigio.
Protección federal para la familia Manzo y el llamado a la empatía
Luego del homicidio de Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido durante el fin de semana, el gobierno federal proporcionó seguridad inmediata a los familiares del edil.
En la conferencia de prensa matutina de este 3 de noviembre, la presidenta Sheinbaum Pardo detalló las acciones emprendidas y el compromiso con las víctimas.
Puntos clave de la respuesta presidencial:
- Confirmó que se comunicó directamente con la esposa y el hermano de Manzo.
 - Ordenó a la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) que se mantenga cerca de los deudos para atender cualquier solicitud que requieran.
 - Afirmó que su cercanía con las víctimas es una constante: “Siempre lo voy a hacer, siempre, cuando hay una situación así en toda mi vida pública y privada también siempre he buscado estar cerca de las víctimas siempre”.
 
Respecto al crimen, Sheinbaum sostuvo que el perpetrador “aprovechó que Carlos Manzo estaba solo” para llevar a cabo este “lamentable y condenable homicidio”.
El riesgo de armar a la población: El precedente de Michoacán
Ante los comentarios de diversos sectores que proponían armar a la población como respuesta a la violencia tras el asesinato del alcalde de Uruapan, la presidenta Sheinbaum reiteró su postura de que la violencia no es la solución.
La mandataria recordó que ya existen experiencias fallidas que demuestran el peligro de esta estrategia, citando el caso ocurrido durante la administración de Enrique Peña Nieto.
“La violencia no lleva a nada, lo sabe el pueblo de México, lo sabemos todos, no llevar el arma a la población, ahí está el ejemplo de Peña en Michoacán, haciendo guardias blancas”, aseveró.
Sheinbaum Pardo argumentó que estas medidas no ofrecen una salida real al conflicto y que, en el pasado, solo lograron fortalecer el poder del crimen en Michoacán.
En contraste, la presidenta citó una postura que, según ella, compartía el propio alcalde de Uruapan y su esposa, centrada en la necesidad de construir justicia: “No se les dio oportunidad a los jóvenes durante años en el periodo neoliberal, les llamaron ninis, rechazados, no es regresar al pasado, es construir justicia, y es el movimiento que representamos”.
La confrontación política: Sheinbaum acusa al PRIAN y Mexicanos contra la Corrupción
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lamentó enfáticamente lo que denominó el “uso político” del asesinato del edil de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez.
Afirmó que detrás de esta campaña se encuentran el grupo opositor conocido como PRIAN y ciertos grupos empresariales ligados a la organización Mexicanos contra la Corrupción.
“El uso político que le quieren dar algunos a esta lamentable y condenable situación, ese uso político que en realidad ni siquiera hay empatía con lo que ocurrió por cómo viene estando, nada, sino al contrario, es el uso de este momento para decir narco gobierno, todo eso que no les funcionó en su momento”, sostuvo.
Argumentos de la mandataria sobre el uso político:
- Acusó que estos grupos, “ahora vinculados con un grupo empresarial y otros que no han encontrado salida, que no tienen mucho reconocimiento social”, utilizan este esquema.
 - Sheinbaum aseguró que presentará una revisión de las cuentas de redes sociales, indicando que hay una gran cantidad de dinero involucrado para levantar tendencias e impulsar mentiras con el fin de generar “un ambiente o confundir”.
 - Señaló a la derecha y a aquellos que se han vinculado con el “conservadurismo más excesivo, el PRIAN y todos los corifeos y otros, porque también hay de otros partidos”, como los interesados en desestabilizar al movimiento que representa, ya que les molesta que la gente lo apoye.
 
Sheinbaum Pardo pidió ser muy responsable con las declaraciones y al mismo tiempo reconocer lo que ocurre en Michoacán, así como la indignación genuina de la gente, y atenderlo sin cesar el trabajo para evitar la impunidad.
Incluso recordó el contexto histórico de la violencia en Michoacán, estado donde en 2006 se decretó la guerra contra el narcotráfico por parte del expresidente Felipe Calderón. La presidenta hizo un contraste entre la situación que dejó Calderón en 2012, la que dejó Peña Nieto en 2018, y “el trabajo que quiso el presidente López Obrador y el trabajo que estamos haciendo nosotros y vamos a reforzar”. Concluyó que, si bien “duele el homicidio del alcalde de Uruapan”, el gobierno debe fortalecer la estrategia de seguridad sin caer en autocomplacencia.




