La coreografía que reveló más de lo que mostró
“¡Báilalo, Roky!” se escucha con entusiasmo en decenas de videos en TikTok, mientras personas de todas las edades intentan un paso tan simple como desafiante: saltar con un pie hacia adelante y el otro hacia atrás, al ritmo de un dembow dominicano.
Lo que parece una moda fugaz, ha desatado risas, caídas, y también preguntas sobre coordinación motriz, salud física y autoimagen en la era digital. ¿Por qué algo tan aparentemente simple como brincar puede volverse tan difícil para muchos?
Esta es la historia y el impacto cultural de la tendencia Báilalo Roky, la primera gran viralidad del 2025 en México, pero también una radiografía del cuerpo, la risa y la vulnerabilidad en la pantalla vertical de TikTok.
¿Qué es “Báilalo Roky” y de dónde salió?
El origen musical: dembow dominicano con sabor viral
El sonido original pertenece a la canción Pa’ que lo bailes “Báilalo Roky”, del artista Lomiiel, conocido en la escena urbana por sus colaboraciones con Tokischa.
La canción forma parte del género dembow, un estilo nacido en República Dominicana y derivado del reguetón, con beats acelerados y un flow provocativo.
En el video musical oficial se puede ver una coreografía base, que fue evolucionando conforme los usuarios de TikTok la adoptaban, simplificaban y compartían. Así nació el “paso Roky”: un salto corto donde un pie va al frente y el otro atrás, seguido de un rebote lateral y movimiento de brazos.
El detonante viral
A inicios de enero de 2025, creadores mexicanos populares como @MishelGlez y @ElTíoDelDembow comenzaron a replicar el reto en TikTok. El audio “Báilalo Roky” fue adoptado rápidamente en contenidos humorísticos, de baile, fails y hasta análisis pedagógicos, logrando más de 100 millones de visualizaciones en pocas semanas.
¿Por qué es difícil hacer el “paso Roky”?
Coordinación motriz: más allá del ritmo
Aunque parezca un movimiento sencillo, la ejecución del “paso Roky” exige un mínimo de sincronización neuromuscular, equilibrio y control del peso corporal. Muchos adultos, al intentar el reto, exhiben problemas de coordinación básica, provocando caídas o movimientos erráticos.
La explicación puede encontrarse en factores como:
- Falta de estimulación psicomotriz en la infancia
- Sedentarismo prolongado
- Desconexión entre ritmo musical y movimiento corporal
- Ansiedad por grabarse y exponerse públicamente
Como señaló la pedagoga motriz Daniela Lugo en entrevista con medios locales:
“Este tipo de retos evidencian habilidades psicomotoras subdesarrolladas en muchos adultos. No es que no puedan, sino que no han practicado este tipo de movimientos desde hace décadas.”
Comentarios crueles y humor generacional
Los comentarios que inundan los videos virales van desde la burla suave hasta la crítica abierta:
- “Alguien no fue a estimulación temprana”
- “¿Adivina quién tiene dos pies izquierdos?”
- “Se nota que algunos no aprobaron Educación Física”
Detrás del humor, se oculta una forma de crítica social intergeneracional, donde los jóvenes ejercen un juicio estético y físico sobre sus mayores. Pero también existe un componente de nostalgia, como si el cuerpo fallara en seguir lo que la mente quiere imitar.
¿Puede un trend de TikTok mejorar la psicomotricidad?
Usos pedagógicos en educación primaria
En varios estados de México, como Veracruz, Puebla y CDMX, docentes de nivel primaria han comenzado a usar el “Báilalo Roky” como dinámica para fomentar la psicomotricidad gruesa en el aula.
El profesor Óscar Morales, de una escuela pública en Iztapalapa, compartió en redes cómo usa el reto como parte de su clase de Educación Física:
“Ellos se divierten y al mismo tiempo trabajan coordinación, lateralidad y ritmo. Para mí, es mejor que solo hacer planas o correr en círculo.”
Este tipo de usos confirman el potencial educativo de las tendencias virales, cuando son bien canalizadas.
Implicaciones para la salud mental y corporal
Más allá del aula, el “paso Roky” ha servido como espejo incómodo: muchas personas adultas no se habían dado cuenta de lo desconectadas que están de su propio cuerpo hasta que intentaron este movimiento frente a la cámara.
Esta desconexión tiene consecuencias:
- Bajo autoestima corporal
- Evitación del ejercicio físico
- Aislamiento de dinámicas sociales basadas en movimiento
TikTok como laboratorio cultural
Las tendencias que definieron 2024 y su relación con “Báilalo Roky”
La viralidad de 2025 no surge en el vacío. Hay antecedentes recientes que permiten entender su impacto. Estas son algunas de las tendencias clave del año pasado que prepararon el terreno:
El “tazo dorado” y la Patrulla Espiritual
Un concepto nacido de una metáfora de rehabilitación en Tijuana, donde personas en situación de calle eran “rescatadas” por una clínica cristiana. La frase “tazo dorado” simbolizaba la posibilidad de cambiar de vida.
Aunque polémica, la metáfora tuvo eco en TikTok como narrativa de redención, conectando con emociones profundas en los usuarios.
“Pero la lámpara se veía rara”
Inspirada en una historia de Reddit, esta frase detonó una reflexión colectiva sobre realidades alternativas, salud mental y percepción sensorial. El lenguaje de lo viral se volvió más simbólico y psicológico.
La teoría de abril
Una creencia romántica que sostenía que abril era el mejor mes para enamorarse. Mezclando astrología, mitología y emocionalidad, la tendencia conectó con usuarios deseosos de explicaciones místicas para sus altibajos amorosos.
¿Por qué México es terreno fértil para este tipo de virales?
Juventud digitalizada, cultura del meme y resignificación
México es uno de los países con mayor uso de TikTok en América Latina, y su población joven (más del 40% tiene menos de 30 años) consume y produce contenidos con una mezcla única de:
- Humor autocrítico
- Nostalgia noventera (tazos, educación física, etc.)
- Lenguaje memético que transforma lo absurdo en tendencia
Esto convierte al país en un epicentro de viralidades híbridas, donde una canción dominicana puede mutar en crítica social, clase de psicomotricidad y comedia involuntaria al mismo tiempo.
La dimensión social de un reto viral
Cuerpo, risa y vergüenza en la era del algoritmo
“Báilalo Roky” se convierte, sin proponérselo, en una oportunidad para revisar cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo en la esfera digital.
Algunos lo usan para reírse de sí mismos; otros, para probar que aún pueden moverse como adolescentes. Pero también se ha convertido en un motivo de angustia para quienes no logran coordinarse o temen exponerse al ridículo.
“TikTok es el escenario de millones. Cada paso mal dado puede convertirse en viral por las razones equivocadas”, señala la socióloga cultural Anaí Olvera, de la UNAM.
El ciclo de vida de una tendencia: ¿cuánto durará “Báilalo Roky”?
De la cumbre al olvido (o a la transformación)
Como muchas modas virales, el “Báilalo Roky” probablemente tendrá unas semanas más de vigencia intensa, seguido por un descenso que lo llevará a:
- Ser parodiado y sobreexplotado
- Inspirar remix y reinterpretaciones
- Integrarse a playlists y contenidos nostálgicos
Pero su huella cultural ya está asegurada, no por la canción en sí, sino por lo que activó en millones de usuarios: una conversación sobre el cuerpo, la infancia, la coordinación, la autoestima y el deseo de pertenecer a una narrativa compartida.
¿Qué nos revela realmente el “paso Roky”?
Lo que empezó como una coreografía de dembow, terminó evidenciando brechas generacionales, vacíos pedagógicos, vulnerabilidades físicas y emocionales.
“Báilalo Roky” no es solo un paso de baile. Es una radiografía cultural del 2025: donde la risa se mezcla con el juicio, la psicomotricidad con la nostalgia, y la necesidad de pertenecer con el miedo a fallar en público.