El olfato perdido que podría cambiar la medicina
Un adulto mayor pierde progresivamente su olfato. Nada grave, piensa. Sin embargo, lo que parece una molestia menor podría ser una de las primeras alarmas de deterioro cognitivo. La disfunción olfativa, más allá del Covid-19, está revelando un mapa oculto del cerebro que podría cambiar la manera en que se detectan enfermedades neurodegenerativas.
El olfato como biomarcador: mucho más que un sentido menor
La puerta de entrada a 139 enfermedades
Estudios recientes identificaron que la disfunción olfativa puede ser un síntoma temprano de al menos 139 afecciones neurológicas, somáticas y hereditarias. Entre ellas:
- Enfermedad de Alzheimer
- Enfermedad de Parkinson
- Esclerosis múltiple
- Depresión mayor
- Eventos cardíacos graves
Esto transforma al sentido del olfato en una herramienta diagnóstica con un potencial antes subestimado.
Una señal temprana del cerebro que envejece
A diferencia de otros sentidos, el olfato está directamente conectado a las áreas cerebrales vinculadas con la memoria y la emoción. Esto explica por qué su deterioro puede preceder a enfermedades cognitivas.
“La vía olfativa es una de las primeras partes del cerebro que se deteriora en el Alzheimer”, destacan los investigadores.
El estudio que une nariz y cerebro: la pista china
Universidad de Fudan: ciencia y narices
Un equipo de científicos de la Universidad de Fudan (China) decidió estudiar el vínculo entre olfato, cognición y microbioma nasal en 510 adultos mayores (edad promedio: 77.9 años).
Metodología rigurosa con tres pilares
- Prueba de Identificación de Olores BSTI para evaluar el olfato
- Mini Examen del Estado Mental y Escala Revisada de Demencia de Hasegawa para medir cognición
- Secuenciación de gen ARN 16S para analizar el microbioma nasal
Hiposmia: el código oculto en la nariz
El resultado fue contundente: quienes tenían hiposmia (disminución del olfato) también mostraban:
- Mayor riqueza bacteriana nasal
- Presencia de géneros bacterianos específicos asociados a peores puntuaciones cognitivas
El microbioma nasal: un universo microscópico con grandes implicancias
Qué es el microbioma nasal
Es el conjunto de microorganismos que habitan las fosas nasales. Hasta hace poco, su rol en la salud neurológica era poco estudiado.
“Nuestros hallazgos sugieren un mecanismo microbiano que podría contribuir a la relación entre la hiposmia y el deterioro cognitivo”, afirman los autores.
Géneros bacterianos bajo la lupa
Se detectaron 18 géneros bacterianos relacionados con la función olfativa. Ocho de ellos, como Acidovorax y Morganella, estaban enriquecidos en personas con hiposmia.
Perfiles bacterianos y niveles cognitivos
El tipo de bacterias nasales parecía influir en la salud cognitiva:
- Personas con Corynebacterium dominante tenían menor prevalencia de deterioro cognitivo leve
- Aquellos dominados por Dolosigranulum o Moraxella mostraban mayor deterioro
El olfato post pandemia: un sentido que ganó protagonismo
El COVID-19 y el redescubrimiento del olfato
La pérdida de olfato se volvió un síntoma estrella durante la pandemia. Esto obligó a la medicina a reconsiderar su importancia diagnóstica.
Opiniones expertas
La doctora Stella Maris Cuevas, otorrinolaringóloga y expresidenta de la AOCBA, asegura:
“Hasta hace unos años, el olfato no era habitualmente explorado en la clínica. Hoy la olfatometría es una herramienta clave para diagnóstico temprano”.
Implicancias futuras: hacia una medicina olfativa personalizada
Diagnósticos más tempranos y precisos
Este hallazgo podría abrir la puerta a estrategias como:
- Test olfativos masivos en población mayor de 65
- Perfiles bacterianos nasales como biomarcadores
- Tratamientos preventivos personalizados según el microbioma nasal
Una nueva frontera en neurociencia
La conexión entre nariz y cerebro podría impulsar nuevos campos de investigación, como:
- La modulación del microbioma nasal para prevenir deterioro cognitivo
- El desarrollo de probóticos nasales con fines neuroprotectores
Escenarios futuros: ¡huela antes que sea tarde!
El olfato ya no es solo un sentido para disfrutar aromas: puede ser una alarma precoz del deterioro cerebral. En un futuro cercano, podríamos ver test de olfato tan comunes como los de presión o glucosa. Y quizás, una revisión nasal podría salvar cerebros.
¿Estamos listos para darle al olfato el lugar que merece en la medicina preventiva?