Grupo Interinstitucional decomisa armas, drogas y medio millón de pesos en penal de Aguaruto. El operativo revela red interna criminal.
La madrugada del 5 de mayo, una puerta se cerró en silencio en el penal de Aguaruto. Adentro, se abría otra: la de una red criminal armada hasta los dientes.
Un operativo quirúrgico en el corazón del penal
Coordinación sin precedentes
El Centro Penitenciario de Aguaruto, en Culiacán, fue intervenido por el Grupo Interinstitucional de Sinaloa en un operativo sorpresa liderado por la Policía Estatal Preventiva (PEP), con el respaldo de la SEDENA, Guardia Nacional, Marina, FGR y FGE.
El 5 de mayo, a primeras horas del día, las autoridades ingresaron al centro penitenciario con protocolos establecidos y sin incidentes.
“Fue una intervención con disciplina táctica. Lo que hallamos confirma lo que ya se sospechaba: el control interno estaba comprometido”, dijo una fuente de la SSP Sinaloa.
Armas, drogas y dinero: lo que se encontró
Un arsenal completo
Durante el cateo se halló un volumen alarmante de objetos prohibidos. El arsenal incluye:
- 7 pistolas
- 10 cargadores
- 146 cartuchos útiles
- 3 machetes, 141 cuchillos y 22 navajas
- 54 desarmadores, 23 puntas y 11 tijeras
Este material no solo representa un riesgo para el personal penitenciario, sino que evidencia una estructura organizada capaz de ejercer violencia interna.
Sustancias ilícitas en todas sus formas
El hallazgo de drogas también fue contundente. Entre los decomisos destacan:
- 26 envoltorios de marihuana
- 741 dosis de hierba seca
- 118 cigarros de marihuana
- 9 envoltorios con polvo blanco (presumiblemente cocaína)
- 11 tiras de Quetiapina (antipsicótico)
- Alprazolam, Relajepam, galletas y frituras con marihuana
- 9 bolsas de lactosa pura (potencial adulterante)
- 6 trituradoras y 2 pipas
Esto revela un microcosmos del narcotráfico interno, con su propio “mercado” de estupefacientes.
Dinero y tecnología al servicio del control criminal
Uno de los hallazgos más impactantes fue el decomiso de 571,470 pesos en efectivo. Además:
- 86 teléfonos celulares
- 6 radios de comunicación
- 10 módems y 2 bandas anchas móviles
- Antenas, memorias USB y relojes inteligentes
Todo apunta a una red de comunicación ilegal activa, con acceso a internet e incluso tecnología satelital.
Historial de hallazgos: Aguaruto, foco rojo recurrente
Enero: el primer aviso
El 28 de enero, una inspección reveló cinco armas cortas, cartuchos, 4,800 pesos, tijeras, picahielos y drogas no especificadas. Era el inicio del patrón.
Febrero: Starlink en prisión
En la madrugada del 5 de febrero, se halló una antena del sistema Starlink, un módem, cuchillos, desarmadores y martillos. El nivel de tecnología alertó a los mandos federales.
“La presencia de Starlink indica coordinación con el exterior a nivel de crimen organizado”, advirtió un oficial involucrado en el operativo.
Reincidencia y complicidad
Una semana después, otro cateo sumó 2 armas cortas, 32 cuchillos, 24 celulares, 7 radios y más. Esto derivó en la apertura de una investigación formal contra el director del penal, Adrián Zapién Arenas, por posibles omisiones o complicidad.
Implicaciones institucionales: ¿quién controla Aguaruto?
Evidencias de colusión
La magnitud de los hallazgos pone en entredicho el control institucional. Que se haya acumulado tal cantidad de armamento y tecnología no es producto del descuido, sino de una tolerancia activa o pasiva.
¿Cambio de administración, cambio de reglas?
La vocera de la SSP, Verona Hernández Valenzuela, declaró que muchos de los objetos asegurados podrían haber estado ahí desde antes de la llegada de la nueva administración. Sin embargo, la reincidencia y escala de los hallazgos contradicen esa versión parcial.
Penales como centros de poder del crimen
Cárceles mexicanas: ecosistemas paralelos
Lo ocurrido en Aguaruto no es un caso aislado. Penales como Puente Grande, Altiplano o Apodaca han sido escenario de operaciones delictivas internas, donde cárteles y grupos criminales reproducen su estructura jerárquica y económica.
Según datos de la CNDH, más del 65% de los penales estatales presenta autogobierno parcial o total.
¿Qué sigue para Aguaruto y la seguridad penitenciaria?
Investigación y reestructuración
El caso Aguaruto abre la puerta a una intervención más profunda. La Fiscalía estatal y la Unidad de Asuntos Internos ya indagan responsabilidades.
Cambiar el modelo, no solo las cerraduras
Las cárceles deben dejar de ser fortalezas del crimen organizado. Eso implica reformas estructurales: vigilancia digital, rotación de custodios, bloqueo de señal, y sobre todo, voluntad política real.
El hallazgo en Aguaruto es más que un decomiso: es una radiografía del poder que aún ostentan redes criminales dentro de las prisiones. Mientras el sistema penitenciario no se transforme, estos operativos seguirán siendo solo curitas sobre una herida abierta.
¿Qué pasará cuando el siguiente penal revele algo peor?