Ayer, cientos de miles de manifestantes salieron a las calles en más de 2 mil actos de protesta a lo largo de los 50 estados de Estados Unidos. Los organizadores estiman que la cifra alcanzó millones. Esta movilización representa la expresión más grande de repudio y resistencia contra las políticas de Donald Trump desde que comenzó su segundo periodo presidencial.
Gritos de resistencia bajo la consigna “No tenemos reyes”
Bajo el potente lema “No tenemos reyes”, los participantes se unieron en un coro generalizado.
Sus voces se alzaron contra:
Los abusos y la corrupción de poder.
Las políticas antimigrantes.
Los ataques a los programas de salud y educación impulsados por Trump.
Casualmente, o no, el mismo día en que se desarrollaban estas protestas, el presidente utilizó la conmemoración del 250 aniversario del Ejército de Estados Unidos para celebrar su cumpleaños con un desfile militar.
Voces críticas desde diversos frentes
Las protestas dieron voz a figuras con distintas perspectivas.
Naveed Shah, un veterano del ejército y hoy líder de la agrupación Common Defense, declaró en Filadelfia: “El desfile de Trump no se trata de patriotismo, se trata de poder”.
Martin Luther King, hijo del legendario líder de movimientos de justicia social y derechos civiles, afirmó: “No dejaremos morir a la democracia”. Añadió estar “profundamente preocupados por los esfuerzos de usar el temor como arma, utilizar a la inmigración de chivo expiatorio y silenciar la voz del pueblo por la fuerza marcial”. Concluyó: “Nos pondremos de pie, marcharemos”.
Leah Greenberg, la cofundadora de la red de grupos Indivisible, que ayudó a organizar este día de acción, explicó: “Estamos aquí afuera porque vemos a Trump destruir la democracia estadunidense en tiempo real”.
Desde Washington, en un acto de protesta contra el actual comandante en jefe, una capitan militar y veterana de combate retirada expresó su descontento. Criticó que a los marines “les es permitido aterrorizar a nuestras comunidades”, mientras los impuestos se usan para las “fantasías dictatoriales del presidente” y para “bombardear e imponer una hambruna contra niños”. Sentenció: “este no es el país que merecemos, no amerita nuestro sacrificio”. Advirtió que si los líderes y tribunales no se enfrentan a este “megalómano”, entonces ellos, los ciudadanos, “tendremos que ser los líderes que hemos estado esperando para frenar este autoritarismo, ahora”.
Cabe señalar que los organizadores del Día sin Reyes no convocaron marchas en Washington.
La protesta se extendió por todo el país
Las manifestaciones no se limitaron a las grandes urbes. Fueron notables también en pueblos pequeños.
En Nueva York, decenas de miles marcharon por la Quinta Avenida, desde la Calle 42.
Sus coros resonaban:
“We’re not going to take it, anymore” (no lo vamos a tolerar más), un verso de la famosa canción de Twisted Sister, entonado con tambores y metales.
Versos de “todos ustedes fascistas serán derrotados”, de Woody Guthrie.
Se alzaron pancartas contra ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas), jugando con el significado de “ice” (hielo). Algunas decían: “Tengo con qué derretir a ICE”; “Me gusta el ICE triturado”; o sencillamente “Fuck ICE”.
Numerosos letreros mostraban la imagen de Trump como rey. Unos declaraban: “No reyes, no pasarán”. Otros afirmaban: “La única minoría destruyendo este país es la de los multimillonarios”.
Ejemplos de manifestaciones en diversas localidades
Las expresiones de repudio se vieron en múltiples puntos:
Westport, Connecticut: Unas 3 mil 500 personas protestaron. Una pancarta decía: “No a reyes, no a Fuhrer, no a dictadores”.
Adrian, Michigan: Un pequeño poblado conservador donde 800 personas se manifestaron. Un letrero se leía: “Chinga tu migra. ¡Viva la raza!”.
Chicago: Decenas de miles llenaron la plaza Daley coreando: “fuera Donald Trump”.
- Otras ciudades: Concentraciones similares se registraron en Dallas, Detroit, Pittsburgh, Boston, Milwaukee, Atlanta, San Antonio, Salt Lake City, y a lo largo de la costa oeste, desde Seattle hasta San Diego.
Una de las movilizaciones más grandes tuvo lugar en Los Ángeles. Allí se vio un letrero preguntando: “¿Qué te da el derecho a destrozar a nuestras familias?”. Los Ángeles, según el texto, ha respondido “feroz y, en gran medida, pacíficamente” contra las redadas anti migrantes y la militarización de la represión del gobierno de Trump.
La reacción de Donald Trump
El presidente osciló en sus respuestas a las protestas. Por un lado, se burló de quienes lo acusan de querer ser un rey. “No me siento como rey, tengo que pasar por el infierno para lograr que se aprueben cosas”, comentó esta semana, subrayando: “No, nosotros no somos un rey” (usando el plural).
Por otro lado, lanzó amenazas violentas a los manifestantes. The New York Times recuerda que en febrero, autoelogiándose por un logro, concluyó un tuit con la frase: “Larga vida al rey”, en referencia a sí mismo. Además, “con tono de monarca”, advirtió hace unos días que cualquier manifestante durante su festejo de ayer en Washington “enfrentará una fuerza muy fuerte”.
El mayor coro de repudio y resistencia contra su segundo periodo presidencial le respondió ayer, resonando desde todas las esquinas del país.