El horror en el Rancho Izaguirre
El reciente descubrimiento del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, como un centro de exterminio del crimen organizado ha conmocionado a México y ha puesto en tela de juicio la eficacia de la Fiscalía de Jalisco. En este rancho se encontraron al menos seis lotes de restos óseos y casi 100 casquillos de diversos calibres, evidenciando la brutalidad de las operaciones criminales en el lugar.
El caso salió a la luz cuando el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, en su búsqueda de personas desaparecidas, descubrió la magnitud del horror. Los sellos oficiales colocados en una intervención previa de la Fiscalía habían sido rotos, sugiriendo que la investigación original no fue diligente ni exhaustiva.
Modus operandi del CJNG en el Rancho Izaguirre
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) utilizaba métodos sofisticados para atraer víctimas al rancho, principalmente a través de ofertas de trabajo falsas publicadas en redes sociales. Una vez capturadas, las víctimas pasaban por un proceso de “adiestramiento” que incluía:
- Fase 1: Trabajos forzados y violencia física.
- Fase 2: Participación en actividades delictivas, como la eliminación de cuerpos.
- Fase 3: Entrenamiento militar por exmilitares colombianos y kaibiles guatemaltecos.
Este método muestra la estructura paramilitar del CJNG y su capacidad para operar con impunidad.
La respuesta de las autoridades
La Fiscalía de Jalisco ha sido duramente criticada por su ineficacia en este caso. La primera intervención en septiembre de 2024 no reveló la magnitud del crimen, lo que sugiere omisiones graves. El gobernador Pablo Lemus y la Fiscalía General de la República (FGR) han prometido investigar, pero hasta ahora no hay responsables sancionados.
La ineficacia de la Fiscalía de Jalisco
Este caso expone deficiencias sistémicas en la Fiscalía de Jalisco, incluyendo:
- Falta de personal capacitado para investigar crimen organizado.
- Corrupción y posible colusión con grupos criminales.
- Baja efectividad en la resolución de desapariciones y homicidios.
La impunidad prevalece en el estado, reflejando una crisis de seguridad que afecta a todo el país.
Conclusiones
El caso del Rancho Izaguirre es un recordatorio de la brutalidad del CJNG y la fragilidad de las instituciones de justicia en México. La Fiscalía de Jalisco ha fallado en su deber de investigar y prevenir estos crímenes, dejando en evidencia la necesidad de reformas urgentes para garantizar la seguridad y la justicia.