McLaren y Oscar Piastri: la supremacía hacia el Gran Premio de Hungría 2025

Descubre por qué McLaren y Oscar Piastri son favoritos absolutos en el Gran Premio de Hungría 2025. Un análisis técnico y estratégico revela la "tormenta perfecta" que los impulsa hacia la victoria.

AL MOMENTO

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La Fórmula 1 se prepara para la última cita antes del parón estival: el Gran Premio de Hungría. Esta temporada 2025 parece haber encontrado un claro dominador. Tras una magistral actuación en el desafiante circuito de Spa-Francorchamps, el equipo McLaren y su piloto estrella, Oscar Piastri, han consolidado sus posiciones en la cima de los campeonatos.

El imparable ascenso de McLaren y Oscar Piastri: balance post-Bélgica 2025

El dominio de McLaren en el campeonato de constructores y la consolidación de Oscar Piastri como líder en el de pilotos marcan un hito decisivo en la temporada. La jerarquía se ha establecido claramente, transformando lo que antes era una reñida batalla interna en una supremacía inequívoca de cara a la segunda mitad del año.

La consolidación de Piastri como líder en el campeonato de pilotos

El Gran Premio de Bélgica de 2025 quedará en la memoria como una demostración de temple y maestría de Oscar Piastri. Partiendo desde la segunda posición, por detrás de su compañero y *polesitter* Lando Norris, el piloto australiano ejecutó una carrera tácticamente impecable para alzarse con una victoria. Esta, sin duda, refuerza su candidatura al título.

El momento decisivo llegó en las primeras vueltas, cuando la carrera, que había comenzado bajo la lluvia y detrás del Coche de Seguridad, se lanzó. En la vuelta 6, Piastri aprovechó la recta de Kemmel para realizar un adelantamiento autoritario sobre Norris, tomando un liderato que no cedería.

Esta victoria tuvo un impacto significativo en la clasificación del campeonato. Piastri llegó a Bélgica con una ventaja de 9 puntos sobre Norris (234 a 226). Al sumar los 25 puntos de la victoria, frente a los 18 del segundo puesto de Norris, su total ascendió a 266 puntos, mientras que Norris alcanzó los 250. La diferencia, ahora de 16 puntos, es un colchón psicológico y matemático mucho más robusto que lo consolida como el hombre a batir.

La actuación de Piastri contrastó notablemente con la de su compañero de equipo. Norris, a pesar de partir desde la *pole*, se vio mermado por una serie de contratiempos. Los informes sugieren que tuvo dificultades con la gestión de la energía de la batería detrás del Coche de Seguridad, un error que le costó impulso en el momento crucial del reinicio. Además, una parada en boxes más lenta de lo ideal le impidió mantenerse en contacto directo con Piastri. Aunque su estrategia de montar neumáticos duros le otorgaba una teórica ventaja de ritmo al final de la carrera, la brecha que Piastri había construido ya era insalvable.

La forma en que Piastri consiguió esta victoria es, quizás, más reveladora que el resultado en sí. No fue un simple triunfo basado en la superioridad del coche; se forjó en condiciones extremadamente complejas. La carrera comenzó en mojado, la pista se secó rápidamente y la estrategia se convirtió en un factor crítico. La capacidad de Piastri para gestionar estas variables, mantener la calma bajo presión y ejecutar su plan sin errores demuestra una madurez y una fortaleza mental que son el sello distintivo de los campeones. Su enfoque analítico y sereno, a menudo descrito como “imperturbable”, parece proporcionarle una ventaja decisiva en las carreras más caóticas y de alta presión, un activo invaluable en una lucha por el título tan intensa.

McLaren afianza su hegemonía en el campeonato de constructores

Si la batalla de pilotos se ha inclinado a favor de Piastri, la lucha por el Campeonato de Constructores se ha convertido en un monólogo de McLaren. El equipo de Woking llegó a Bélgica con una ventaja ya dominante, que, dependiendo de si se contabilizan los puntos del *sprint*, se situaba entre 442 y 473 puntos. El doblete en la carrera principal, que supuso una cosecha máxima de 43 puntos (25 para Piastri y 18 para Norris), catapultó su total a la impresionante cifra de 516 puntos.

Para poner esta cifra en perspectiva, su rival más cercano, Ferrari, abandonó las Ardenas con 248 puntos, seguido de Mercedes con 220. Esto sitúa a McLaren con una ventaja asombrosa de 268 puntos sobre la Scuderia. A poco más de mitad de temporada, esta brecha es, a todos los efectos prácticos, insuperable, lo que sugiere que McLaren no solo retendrá el título de constructores que ganó en 2024, sino que lo hará de una manera aún más dominante.

Este dominio no es fruto de la casualidad ni de un único avance de diseño. Es el resultado de un círculo virtuoso de excelencia técnica y operativa. Fuentes internas y análisis técnicos han descrito un departamento en McLaren donde “cada actualización que metían en el auto funcionaba”, un testimonio de la eficacia de la reestructuración liderada por el CEO Zak Brown y el director del equipo Andrea Stella. Esta capacidad para desarrollar el coche de forma continua y fiable crea una ventaja competitiva que se retroalimenta. Su actual supremacía en la pista les permite una libertad estratégica que sus rivales no tienen: la capacidad de desviar recursos y centrarse en el desarrollo del coche radicalmente nuevo de 2026 mucho antes, mientras Ferrari, Mercedes y Red Bull se ven obligados a seguir invirtiendo en sus monoplazas de 2025 en un intento desesperado por reducir la diferencia.

Análisis táctico del Gran Premio de Bélgica: la maestría de Piastri y la estrategia de neumáticos

La carrera de Bélgica fue también una clase magistral de estrategia por parte del lado del garaje de Piastri. La decisión táctica clave que definió el resultado fue la elección de neumáticos para el primer y único *stint* en seco.

El dominio estratégico de Piastri en Spa-Francorchamps

Cuando la pista se secó lo suficiente como para abandonar los neumáticos intermedios, Piastri optó por el compuesto Medio, mientras que Norris y su equipo de estrategia se decantaron por el Duro. Esta divergencia fue fundamental. El neumático Medio de Piastri se activó más rápidamente en la pista aún verde, permitiéndole extraer un rendimiento inmediato y construir una ventaja que llegó a superar los ocho segundos. El australiano gestionó su ventaja de forma impecable, asegurándose de que, cuando el ritmo de Norris mejoró, ya era demasiado tarde.

Esta elección subraya una lección estratégica vital: en condiciones de pista cambiantes, el ritmo inicial y la capacidad de construir un colchón pueden ser armas más poderosas que una estrategia teóricamente más rápida al final de la carrera.

Factores que afectaron el rendimiento de Lando Norris

Aunque el compuesto Duro de Norris era más duradero y, en teoría, más rápido en las últimas vueltas, la diferencia inicial creada por Piastri fue demasiado grande para ser neutralizada. Los errores operativos en el lado de Norris, como la ya mencionada gestión de la batería y la parada en boxes, no hicieron más que exacerbar esta diferencia, sellando el resultado a favor de un Piastri que, junto a su equipo, ejecutó una carrera perfecta.

El desafío técnico del Hungaroring: un circuito único en la Fórmula 1

Tras la velocidad vertiginosa de Spa, la Fórmula 1 se traslada a un escenario diametralmente opuesto: el Hungaroring. Este circuito, a menudo descrito con apodos como “un circuito de karts de tamaño extraordinario” o, más célebremente, “Mónaco sin barreras pero más estrecho”, presenta un conjunto de desafíos técnicos que ponen a prueba los fundamentos del diseño de un monoplaza de una manera única y rigurosa.

Características del trazado: alta carga aerodinámica y baja velocidad

El trazado del Hungaroring es un desafío implacable de 4.381 km, compuesto por 14 curvas que los pilotos deben negociar durante 70 vueltas. Su característica principal es la ausencia casi total de rectas largas; es una sucesión constante de curvas de velocidad media y baja que se enlazan unas con otras, ofreciendo muy poco respiro. Esto se refleja en las estadísticas: la velocidad media por vuelta es de las más bajas del calendario, y los pilotos solo pasan alrededor del 55% de la vuelta con el acelerador a fondo.

Esta naturaleza revirada tiene dos consecuencias técnicas fundamentales. En primer lugar, minimiza la importancia de la potencia pura del motor y la velocidad máxima. En segundo lugar, impone una tensión térmica extrema sobre los neumáticos. El constante paso por curva, sin rectas largas que permitan refrigerar la goma, combinado con las altas temperaturas ambientales que suelen registrarse en Hungría en agosto, crea un entorno de alta degradación térmica. La configuración de los coches para el Hungaroring es una de las más especializadas del año. Los equipos optan por montar paquetes de máxima carga aerodinámica, muy similares a los utilizados en el Gran Premio de Mónaco. En este circuito, la capacidad del coche para generar agarre a través de su complejo suelo y sus alerones es el principal diferenciador de rendimiento. La eficiencia aerodinámica, entendida como la relación entre carga y resistencia (*drag*), pasa a un segundo plano; aquí, la carga aerodinámica es la reina.

La importancia crítica de la clasificación en Hungaroring

Esta configuración, unida a la estrechez del trazado, hace que los adelantamientos en pista sean una tarea excepcionalmente difícil. Por ello, la sesión de clasificación del sábado adquiere una importancia capital. Una buena posición en la parrilla es más valiosa aquí que en casi cualquier otro lugar del calendario. Un mal resultado en la clasificación puede comprometer irremediablemente el domingo, ya que recuperar posiciones a través de adelantamientos directos es una hazaña casi imposible, incluso para los coches más rápidos.

El Hungaroring funciona, en esencia, como un laboratorio a cielo abierto que pone a prueba la pureza del diseño de un chasis. Al neutralizar en gran medida las ventajas de la velocidad en recta, el circuito expone la verdadera calidad del equilibrio mecánico, la plataforma aerodinámica y la tracción de un monoplaza. Un coche que rinde bien aquí no lo hace simplemente por tener un motor potente; lo hace porque su diseño fundamental es superior. Este contexto es crucial para entender por qué la ventaja de McLaren, un equipo cuyo coche ha demostrado una excelencia de diseño integral, podría ser aún más pronunciada en este desafío técnico.

Sinergia perfecta: cómo el MCL39 y el estilo de Piastri se adaptan a Hungría

El Gran Premio de Hungría se perfila como el escenario ideal para una demostración de fuerza de McLaren, pero más específicamente, para una clase magistral de su piloto líder, Oscar Piastri. Las características únicas del circuito del Hungaroring no solo se alinean con las fortalezas técnicas del monoplaza MCL39, sino que también parecen hechas a medida para el distintivo y altamente eficaz estilo de pilotaje del australiano.

Virtudes técnicas del MCL39 para el Hungaroring

El MCL39 se ha establecido como el coche de referencia de la temporada 2025, y sus principales virtudes técnicas son precisamente las que se requieren para triunfar en Budapest.

  • Suspensión ‘anti-dive’ y plataforma estable: Una de las innovaciones más destacadas del MCL39 es su geometría de suspensión delantera con un diseño extremo de ‘anti-dive’. Este concepto de diseño minimiza el hundimiento del frontal del coche durante las frenadas intensas. El resultado es una plataforma aerodinámica extraordinariamente estable. En un circuito como el Hungaroring, con sus constantes y enlazadas secuencias de frenado y giro, esta estabilidad es un activo de valor incalculable. Evita las oscilaciones que podrían perturbar el flujo de aire hacia el crítico suelo del coche, garantizando que los túneles Venturi generen una carga aerodinámica constante y predecible. Esto proporciona al piloto una confianza inmensa para atacar las curvas sinuosas, sabiendo que el comportamiento del coche será consistente.
  • Eficiencia aerodinámica y tracción superior: El MCL39 ha demostrado una capacidad sobresaliente para generar altos niveles de carga aerodinámica en una amplia gama de velocidades de curva, desde las más lentas hasta las más rápidas. A esto se suma una tracción excepcional a la salida de las curvas lentas. En el Hungaroring, donde la mayoría de las curvas son de velocidad media o baja, esta combinación es letal. La capacidad de aplicar la potencia de forma limpia y eficiente al salir de cada curva es fundamental para lograr un buen tiempo por vuelta en un trazado donde no hay rectas para compensar una mala salida.
  • Gestión térmica de neumáticos de élite: Quizás la ventaja técnica más significativa del MCL39 es su gestión superior de la temperatura de los neumáticos, especialmente los traseros. En un circuito de alta degradación como el Hungaroring, donde las altas temperaturas y el estrés constante amenazan con sobrecalentar la goma, esta cualidad es un arma estratégica formidable. Permite a los pilotos de McLaren mantener un ritmo de carrera más constante y elevado durante *stints* más largos, abriendo ventanas estratégicas que sus rivales, como Ferrari y Red Bull, que han mostrado vulnerabilidades en esta área, simplemente no pueden igualar.

El estilo de pilotaje de Oscar Piastri: la eficiencia de la trazada en ‘V’

El complemento perfecto a las fortalezas del MCL39 es el estilo de conducción de Oscar Piastri, una técnica que, aunque sutil para el ojo no entrenado, es radicalmente eficaz.

  • La trazada en ‘V’ vs. la ‘U’: Piastri se caracteriza por emplear una distintiva línea de carrera en forma de ‘V’. A diferencia de la trazada más convencional en ‘U’ de su compañero Lando Norris, que busca maximizar la velocidad mínima en el ápice de la curva, el enfoque de Piastri es diferente. Implica frenar más tarde y de forma más contundente, rotar el coche de manera muy brusca y aguda en el vértice —descrito como si “casi lo rompieran”— para poder enderezarlo lo antes posible y aplicar la potencia de forma temprana y agresiva en la salida.
  • Frenada y aceleración como un arte: Su técnica combina una frenada brutalmente tardía pero milimétricamente precisa con una aplicación del acelerador que, paradójicamente, ha sido calificada de “exquisitamente suave” y progresiva. Esta dualidad es la clave de su eficiencia: la agresividad en la frenada le permite ganar tiempo en la entrada, mientras que la suavidad en la aceleración le permite maximizar la tracción y minimizar el desgaste de los neumáticos.

Este estilo en ‘V’ no es una mera preferencia, sino una adaptación sumamente inteligente a la física de los monoplazas de efecto suelo y a las características de los neumáticos Pirelli. El énfasis en la velocidad de salida de la curva es crucial en la Fórmula 1 moderna, ya que cualquier ventaja de velocidad ganada al inicio de una recta se mantiene a lo largo de toda su extensión. Más importante aún, su delicada aplicación del acelerador evita el patinaje de las ruedas traseras, un fenómeno que “calcina la goma” y acelera drásticamente la degradación. Esta habilidad para cuidar los neumáticos quedó patente en el Gran Premio de China, donde su gestión del *graining* fue notablemente superior a la de Norris.

La adaptación ideal: por qué Piastri y McLaren son los favoritos en Hungría

La confluencia de estos factores —coche, piloto y circuito— crea un escenario de favoritismo casi ineludible para Piastri y McLaren en Hungría. El trazado, una serie implacable de curvas que premian la tracción y la carga aerodinámica por encima de todo, juega directamente a favor de sus fortalezas combinadas. La plataforma estable ‘anti-dive’ del MCL39 proporcionará a Piastri la base sólida que necesita para ejecutar sus agudas rotaciones en ‘V’ con total confianza. La tracción superior del coche maximizará los beneficios de su estrategia de aceleración temprana. Y, por encima de todo, su habilidad innata para gestionar los neumáticos en un circuito de alta degradación térmica le otorgará una ventaja de ritmo y estratégica que podría resultar decisiva. La sinergia es tan evidente que cualquier resultado que no sea una actuación dominante sería considerado una sorpresa.

La partida de ajedrez estratégica: gestión de neumáticos en Hungría

El Gran Premio de Hungría no solo será una prueba de velocidad y habilidad, sino también una compleja partida de ajedrez estratégico, donde la gestión de los neumáticos será la pieza clave. Con la elección de compuestos de Pirelli y las características del circuito, la estrategia de paradas en boxes dictará en gran medida el resultado final.

Elección de Pirelli y sus implicaciones: C3, C4, C5

Para el fin de semana en el Hungaroring, Pirelli, el proveedor oficial de neumáticos, ha seleccionado su gama más blanda de compuestos de seco: el C3 como Duro (blanco), el C4 como Medio (amarillo) y el C5 como Blando (rojo). Esta decisión se alinea con la filosofía general de Pirelli para la temporada 2025, que busca fomentar una mayor degradación y, por ende, una mayor variedad estratégica en las carreras.

La implicación más inmediata de esta elección es que el compuesto Blando (C5) será, con toda probabilidad, un neumático exclusivo para la clasificación. Su altísima tasa de degradación, especialmente bajo las altas temperaturas que se esperan en Budapest, lo hace inviable para un *stint* de carrera de una duración considerable. Por lo tanto, los equipos se verán obligados a planificar sus estrategias de carrera basándose casi exclusivamente en los compuestos Medio (C4) y Duro (C3), relegando el Blando a un uso puntual para buscar la máxima velocidad a una vuelta.

Estrategias de dos paradas: optimizando el rendimiento

Dada la naturaleza de alta degradación del Hungaroring y la elección de compuestos blandos, una estrategia de dos paradas en boxes se presenta como el escenario más probable y rápido para la mayoría de los competidores. Aunque una estrategia de una sola parada es teóricamente posible, requeriría una gestión de neumáticos extrema y probablemente condiciones climáticas más frías de lo previsto, convirtiéndola en una opción de alto riesgo y baja recompensa que pocos, si es que alguno, se atreverán a intentar.

La estrategia óptima (Medio-Duro-Medio), la ruta más probable hacia la victoria, implicará comenzar con el neumático Medio (C4). Este compuesto ofrece un buen equilibrio entre agarre en la salida y durabilidad para el primer *stint*. La primera parada se realizaría en una ventana entre las vueltas 18 y 24 para montar el compuesto Duro (C3), que permitiría cubrir el largo *stint* intermedio de la carrera. Finalmente, una segunda parada entre las vueltas 45 y 52 para volver a un juego de Medios (C4), idealmente nuevos, proporcionaría el ritmo necesario para atacar en la fase final de la carrera. Esta estrategia maximiza el ritmo general y es flexible para reaccionar a incidentes, aunque es vulnerable al tráfico tras la segunda parada si la ventana no es limpia.

Existen también estrategias alternativas:

  • Medio-Duro-Duro (M-H-H): Una variante más conservadora de la estrategia de dos paradas. Sacrifica algo de ritmo en el *stint* final a cambio de una mayor durabilidad y una ventana de parada más amplia. Podría ser una opción para equipos en la zona media de la parrilla que busquen asegurar un resultado en los puntos sin asumir demasiados riesgos, aunque ofrece menor ritmo en las últimas vueltas.
  • Blando-Duro-Medio (S-H-M): Una estrategia agresiva que buscaría utilizar el agarre superior del neumático Blando (C5) en las primeras vueltas para ganar posiciones en pista. Sin embargo, esto requeriría una parada muy temprana (entre las vueltas 10 y 15) y dejaría al piloto vulnerable durante el resto de la carrera. Es una apuesta arriesgada, dependiente de la capacidad para adelantar a coches más lentos rápidamente tras la primera parada, con alto riesgo de degradación y el primer *stint* corto que puede llevar a tráfico.

El *undercut*, la táctica de parar en boxes antes que un rival para aprovechar el rendimiento de los neumáticos nuevos, será extremadamente poderoso en el Hungaroring. La diferencia de ritmo entre un neumático nuevo y uno usado es significativa, por lo que la batalla estratégica no se centrará solo en la secuencia de compuestos, sino en el momento preciso de cada parada. Se anticipa un tenso juego del gato y el ratón entre los equipos de cabeza para intentar forzar la mano del rival y ganar una ventaja decisiva en los boxes.

Variables críticas: clasificación, coche de seguridad y clima

Más allá de la elección de compuestos, tres variables externas podrían alterar drásticamente el curso de la carrera:

  • Clasificación: Como se ha mencionado, la posición en la parrilla es primordial. Una salida desde la primera fila en el Hungaroring es más de media victoria, dada la extrema dificultad para adelantar.
  • Coche de Seguridad: La aparición de un Coche de Seguridad puede revolucionar cualquier estrategia. Un SC en el momento adecuado puede ofrecer una parada en boxes “barata” (con menos tiempo perdido respecto a los rivales), lo que podría catapultar a un piloto con una estrategia alternativa a la lucha por las primeras posiciones.
  • Clima: Aunque agosto en Hungría suele ser sinónimo de calor y sol, la posibilidad de una tormenta de verano repentina nunca puede descartarse por completo. Como demostró el reciente Gran Premio de Bélgica, un cambio en las condiciones climáticas puede neutralizar las ventajas de rendimiento de un coche y premiar la habilidad pura del piloto para adaptarse, un escenario en el que Oscar Piastri ya ha demostrado ser un maestro.

Conclusiones y pronóstico para el Gran Premio de Hungría

A medida que la Fórmula 1 se prepara para la última carrera antes del receso de verano, el panorama del campeonato de 2025 se presenta con una claridad sorprendente. El Gran Premio de Hungría no parece que vaya a ser un punto de inflexión, sino más bien una confirmación de la dinámica de poder establecida, con un equipo y un piloto posicionados para asestar un golpe casi definitivo a las aspiraciones de sus rivales.

La “tormenta perfecta” para McLaren

El análisis técnico y estratégico converge en una conclusión inequívoca: el Gran Premio de Hungría de 2025 presenta una “tormenta perfecta” de condiciones que favorecen de manera abrumadora a McLaren y, en particular, a Oscar Piastri. La combinación de un circuito de alta carga aerodinámica que premia la tracción y el agarre mecánico, un monoplaza, el MCL39, que ha demostrado una superioridad técnica abrumadora y una gestión de neumáticos excepcional, y un piloto cuyo estilo de conducción único parece diseñado para explotar precisamente estas fortalezas, crea un caso de favoritismo que es difícil de rebatir. La sinergia entre el trazado, la máquina y el hombre es tan potente que se espera que dominen el fin de semana de principio a fin.

Predicciones y factores clave a observar

Pronóstico: Oscar Piastri es el claro favorito para conseguir tanto la *pole position* como la victoria en la carrera. La probabilidad de un nuevo doblete de McLaren es extremadamente alta, lo que permitiría a ambos pilotos y al equipo entrar en el parón veraniego con una moral y una ventaja en los puntos inmejorables.Factores Clave a Vigilar:

  • La batalla interna en McLaren: El duelo entre compañeros de equipo será una de las narrativas más fascinantes. ¿Podrá Lando Norris, quien en ocasiones ha expresado no sentirse completamente cómodo con las sensaciones que le transmite el coche, encontrar la confianza necesaria para desafiar a Piastri en un circuito que, sobre el papel, se adapta mejor al estilo del australiano? Su capacidad para adaptarse y luchar por la victoria será una prueba crucial de su resiliencia.
  • El rendimiento de los rivales: La capacidad de los otros equipos para plantar cara determinará si la carrera es una procesión de McLaren o una lucha más abierta. ¿Habrá encontrado Ferrari una solución a sus problemas crónicos de clasificación y degradación de neumáticos en circuitos de alta carga? ¿Podrá Red Bull configurar el RB21 para que sea competitivo en un trazado con una gama tan amplia de velocidades de curva, una de sus debilidades conocidas?
  • La presión del campeonato: Siendo la última carrera antes de un largo descanso, la presión psicológica sobre los contendientes es inmensa. La forma en que Oscar Piastri gestione el peso de ser el líder consolidado del campeonato y el favorito indiscutible para la victoria será la prueba definitiva de su temple de campeón. Un resultado contundente en Hungría no solo ampliaría su ventaja, sino que enviaría un mensaje inequívoco al resto de la parrilla de que la era de dominio de McLaren y Piastri no ha hecho más que empezar.

El Gran Premio de Hungría de 2025 no solo será una carrera más en el calendario, sino un posible punto de no retorno en la coronación de un nuevo campeón y la confirmación de una hegemonía que podría redefinir el panorama de la Fórmula 1. ¿Estamos presenciando el inicio de una nueva era de dominio en el automovilismo?

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