Un trágico suceso sacudió Atlanta, Georgia, cuando un hombre abrió fuego cerca de la sede de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cobrándose la vida de un oficial de policía. El atacante, identificado como Patrick Joseph White, de 30 años, culpaba a la vacuna contra la COVID-19 de su estado depresivo y suicida, según informaron las autoridades el sábado a The Associated Press.
Tiroteo en las inmediaciones de los CDC: detalles del ataque
El incidente ocurrió el viernes por la tarde cuando el tirador intentó primero ingresar a la sede de los CDC en Atlanta, pero fue detenido por los guardias. Posteriormente, condujo hasta una farmacia al otro lado de la calle y abrió fuego, disparando docenas de rondas en el complejo. El hombre portaba cinco armas, entre ellas, al menos un arma larga.
El agente del Departamento de Policía del condado de DeKalb, David Rose, fue herido de muerte mientras respondía a la situación. El tiroteo dejó agujeros de bala en las ventanas de las instalaciones de los CDC, donde miles de personas trabajan en importantes investigaciones sobre enfermedades.
La identidad y los presuntos motivos del tirador
La Oficina de Investigación de Georgia (GBI, por sus siglas en inglés) identificó al atacante como Patrick Joseph White. Las autoridades, sin embargo, no han especificado si White fue abatido por la policía o si se suicidó.
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El padre del sospechoso se comunicó con la policía para identificar a su hijo como el posible agresor. Según el agente de seguridad que habló bajo condición de anonimato, el padre indicó que su hijo había estado molesto por la muerte de su perro y se había obsesionado con la vacuna contra la COVID-19. La familia de White reside en Kennesaw, Georgia, un suburbio de Atlanta ubicado a unos 40 kilómetros (25 millas) al noroeste de la sede de los CDC. Hasta el sábado, no se había obtenido respuesta a un mensaje de voz dejado en un número de teléfono listado públicamente para la familia.
Impacto en las instalaciones y personal de los CDC
Los empleados de los CDC se refugiaron durante horas mientras los investigadores recopilaban pruebas en el lugar. La directora Susan Monarez informó en X que al menos cuatro edificios de los CDC fueron alcanzados por los disparos. Como medida de precaución y seguridad, se alentó al personal a trabajar desde casa el lunes o a tomar licencia.
Reacciones oficiales y públicas ante el suceso
El secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), Robert F. Kennedy, Jr., quien es conocido por su escepticismo hacia las vacunas, expresó el sábado su apoyo a los empleados de los CDC. No obstante, algunos trabajadores despedidos de dichos centros declararon que el funcionario comparte la responsabilidad de la violencia y sugirieron que debería renunciar.
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Sam Atkins, residente de Stone Mountain, observó el sábado, desde fuera de la farmacia CVS, que la violencia armada parece ser “un hecho común” actualmente. “Esto es algo que sucede todos los días aquí en Georgia”, lamentó.
Este lamentable incidente subraya la creciente preocupación por la violencia armada y los discursos de desinformación, que pueden tener consecuencias devastadoras en la sociedad. La comunidad de Atlanta y el país entero reflexionan sobre los factores que convergen en tragedias como esta.
