El Consejo Universitario, máximo órgano colegiado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aprobó por unanimidad la eliminación del controvertido artículo 15 del Reglamento del Tribunal Universitario. Esta decisión llega tras meses de intensas protestas estudiantiles y paros en 11 facultades, que exigían la revocación de la norma que permitía la expulsión inmediata y provisional de quienes incurrieran en actos vandálicos.
Contexto de las protestas y la intervención del rector
La aprobación original del artículo 15 desató una ola de paros en 11 facultades de la máxima casa de estudios. Ante esta situación, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Leonardo Lomelí, solicitó el 7 de abril pasado a la Comisión de Legislación que revisara la redacción de dicho artículo. En ese momento, determinó dejar sin efecto su aplicación para frenar las protestas y el paro de actividades que se extendían por diversas facultades y escuelas. No obstante, la eliminación legal de la norma requería la aprobación del pleno del Consejo Universitario.
La votación del Consejo Universitario y suspensión de otros artículos
Este lunes, el máximo órgano colegiado de la UNAM votó a favor de la eliminación definitiva del artículo 15 del Reglamento del Tribunal Universitario. Adicionalmente, se aprobó la suspensión de los artículos 2 y 17 del mismo Reglamento, dado que ambos mencionan conceptos relacionados con el vandalismo. El rector Leonardo Lomelí propuso a los consejeros universitarios esta medida complementaria para mantener una congruencia en el tema de las sanciones hacia las protestas estudiantiles.
Las libertades fundamentales en el centro del debate
El artículo 15 fue eliminado para evitar cualquier posibilidad de malinterpretación que pudiera afectar las libertades de expresión, asociación y manifestación, así como el derecho a la protesta. Este artículo estipulaba que:
“En los asuntos que constituyan actos vandálicos, las autoridades de las entidades académicas iniciarán de oficio el procedimiento disciplinario, determinando como medida provisional la suspensión o expulsión inmediata de quienes presuntamente hayan participado en los hechos, con el objeto de salvaguardar la seguridad e integridad de la comunidad universitaria. Dichas autoridades remitirán el expediente de inmediato al Tribunal Universitario para que este desarrolle las etapas de investigación, sustanciación y de resolución”.
Al eliminarlo, el pleno del Consejo Universitario afirmó que, en modo alguno, esta decisión significa que se permitan conductas contrarias a la legislación universitaria o que se sea tolerante ante la comisión de algún delito. La medida se tomó como una respuesta a la comunidad, buscando un acuerdo común basado en la promoción del diálogo y la condena a la violencia. La propuesta propició de inmediato los aplausos en el auditorio Gustavo Baz Prada de la Antigua Escuela de Medicina, especialmente después del debate sobre la incongruencia de eliminar el artículo 15 sin analizar los otros dos.
Reacciones encontradas y la demanda de una reforma profunda
La eliminación del artículo 15 no dejó a todos los consejeros satisfechos. Algunos manifestaron que la decisión representaba un retroceso o que este revés podría demostrar debilidad por parte de las autoridades de la UNAM hacia los estudiantes, abriendo paso a la impunidad. Por otro lado, otros consideraron que su eliminación es una muestra clara de que se escucha a la comunidad universitaria y que el diálogo es la vía para acordar y resolver las diferencias, además de que existen otros mecanismos de actuación ante actos vandálicos.
La consejera Melisa Cervantes, representante de los alumnos del área de Humanidades y Artes, aseveró que en esta sesión estaban votando la eliminación del artículo 15 porque “nos equivocamos”, pero también porque se comprobó que la comunidad estudiantil “no es pasiva”. Cervantes subrayó que: “El pensamiento crítico que se cultiva diariamente en nuestra institución ha puesto de manifiesto que en las entrañas de esta universidad no nos están pidiendo un cambio de palabra, ni la eliminación de un artículo; nos exige una reforma total, repensar la universidad”. Su propuesta de considerar los artículos 2 y 17 para mantener congruencia le valió los aplausos de los presentes. El rector comprendió la petición de la representante estudiantil y propuso suspenderlos mientras el reglamento continúa en revisión por parte de la Comisión de Legislación Universitaria, lo cual fue avalado por los integrantes del máximo órgano colegiado.
El camino hacia una revisión continua
Pese al debate generado, el abogado de la universidad nacional, Hugo Concha, aclaró que con la eliminación de este artículo no se cierra el capítulo de la revisión del Reglamento. Afirmó que “dentro de las varias propuestas de reforma hay una que propone eliminar el párrafo segundo del artículo 2 para que quede de manera unificada y coherente”, lo cual deberá pasar por la Comisión de Legislación y probablemente se discuta en la siguiente sesión del Consejo Universitario. Para algunos consejeros, la eliminación no resuelve la necesidad de contar con mecanismos que protejan a la comunidad, lo que podría representar un vacío legal por subsanar. Otros celebraron la decisión, pues consideran que haber aprobado el artículo con ambigüedades en su redacción fue un error que no debe repetirse.