Un Video viral ha desatado la polémica y la indignación en Turquía. Una joven turista extranjera grabó una sesión de pole dance utilizando un asta bandera con el símbolo patrio turco, un acto que le ha valido el rechazo de todo el país y una severa investigación oficial. Podría enfrentar hasta tres años de prisión.
Turista extranjera genera repudio nacional por un video en Uçhisar
Hace solo unos días, una joven turista extranjera decidió grabar una peculiar sesión de pole dance. El escenario elegido fue un mirador turístico en el poblado de Uçhisar, en la provincia de Nevşehir, Turquía. Para su actuación, empleó como barra un asta bandera que ostentaba la bandera turca.
El video, de apenas 12 segundos de duración, fue publicado por la propia joven en sus redes sociales. Inmediatamente, la publicación se llenó de comentarios críticos. Este rechazo se vio intensificado por el hecho de que Turquía es un país de mayoría conservadora. Aunque su identidad no ha sido revelada, la condición de “Visitante extranjera” de la joven avivó aún más la furia de ciertos sectores locales, quienes calificaron los hechos como una flagrante falta de respeto hacia los símbolos nacionales.
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Gobierno de Nevşehir inicia investigación por “atentado contra la nación”
Ante la creciente controversia, el gobierno de Nevşehir emitió un comunicado de prensa. En él, informó que ya se encuentra investigando los hechos, los cuales han sido considerados un “atentado en contra de la nación y sus emblemas”, refiriéndose específicamente al lábaro patrio.
El ejecutivo local declaró: “Con respecto a la conducta inapropiada protagonizada por una ciudadana extranjera en un asta bandera de nuestra ciudad, informamos que se abrió un expediente y el fiscal público comenzó una investigación criminal”. Asimismo, añadió que “la oficina del gobernador está monitoreando de forma cercana este alarmante incidente, el cual vemos como una muestra de desprecio a los valores morales de nuestro país”. Estas palabras subrayan la gravedad con la que las autoridades turcas están abordando el suceso.
Severas consecuencias: Hasta tres años de prisión y expulsión
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Las repercusiones para la joven turista podrían ser significativas. De acuerdo con el gobierno de Nevşehir, la extranjera podría hacerse acreedora a una pena de hasta tres años de prisión. Además de la sentencia de cárcel, el incidente podría acarrearle una cuantiosa multa. Una vez cumplida cualquier condena impuesta, se contempla su expulsión definitiva desde Turquía.
Este incidente subraya la importancia del respeto cultural en destinos extranjeros y las serias ramificaciones legales que pueden surgir al ignorar las sensibilidades locales. ¿Servirá este caso como una dura lección sobre la prudencia al interactuar con símbolos patrios en otras naciones?


