El Poder Judicial de la Federación marca este lunes el inicio de su duodécima época con dos profundas ceremonias simbólicas de los pueblos originarios de México. Antes de la toma de protesta, los ministros electos vivieron rituales de purificación y la consagración de bastones de mando, actos que enlazan la justicia moderna con la sabiduría ancestral del país.
Inicio de una duodécima época para el Poder Judicial
Este lunes arranca la duodécima época del Poder Judicial de la Federación con ceremonias simbólicas y tradicionales de los pueblos originarios de México, previas al acto protocolario de toma de protesta de los nueve integrantes en el Senado de la República. Este trascendental inicio se caracteriza por un profundo cambio de energías.
“Purificación”: Un ritual sagrado y secreto
La primera ceremonia, considerada “sagrada y secreta” por los equipos de los ministros electos el pasado 1 de junio, fue la “purificación” de las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este ritual fue realizado por médicas tradicionales de varios estados de la República.
Comenzó la tarde de ayer y continuó este lunes a las cinco de la mañana en el edificio sede de la SCJN. Las médicas tradicionales ingresaron de manera discreta, sin presencia de funcionarios o público, y llevaron a cabo el ritual que sana, renueva energías y limpia tanto los espacios físicos como espirituales.
@politicomx ⚖️ Inicia la "ceremonia de ofrenda de los pueblos y comunidades indígenas" con los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación previo a la toma de protesta del Poder Judicial. El evento se realiza en la zona arqueológica de Cuicuilco. 📹: America Pelcastre #scjn #ministros #news #fyp #parati ♬ sonido original – PolíticoMX
“Consagración” en Cuicuilco: Bastones de mando y servicio
La segunda ceremonia fue la “consagración” de bastones de mando y servicio. Estos bastones representan el poder, la autoridad y la confianza que una comunidad deposita en sus líderes, simbolizando la responsabilidad de servir al pueblo y de impartir justicia.
El acto se llevó a cabo en la zona arqueológica de Cuicuilco, uno de los asentamientos más antiguos de Mesoamérica. En este lugar existe un edificio circular que fue “utilizado como centro ceremonial y simbolizaba el cosmos o la eternidad, aspectos esenciales en la cosmovisión de los pueblos prehispánicos”, refieren datos de la Alcaldía de Tlalpan.
Historia y simbolismo del edificio sede de la SCJN
El inmueble de la SCJN, un edificio de simbolismos políticos y culturales, resguarda un valioso patrimonio artístico.
Un inmueble con raíces prehispánicas y masónicas
La construcción del edificio de la SCJN inició en 1936, cuando el general Lázaro Cárdenas —quien formaba parte de las logias masónicas de México y gobernaba el país—, colocó la primera piedra. Los terrenos donde se asienta pertenecieron en 1560 a Moctezuma II, quien los utilizaba como tierras de sembradío y para efectuar el juego ritual de Los Voladores.
En 1962, el terreno de siete mil 800 metros cuadrados, a un costado de Palacio Nacional, pasó a ser propiedad de Hernán Cortés. “En el primer tercio del Siglo XVII fue utilizado como mercado popular”, señalan estudios del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En su paso por la historia, también fue espacio de corridas de toros y peleas de gallos.
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El edificio, representativo de la impartición de justicia, fue inaugurado el 2 de junio de 1941. En ese entonces, el presidente era el general Manuel Ávila Camacho (también integrante de las logias masónicas de México), y el presidente de la Corte era el ministro Salvador Urbina. Su arquitecto fue Antonio Muñoz García, constructor también del mercado Abelardo L. Rodríguez y la entrada al Bosque de Chapultepec.
La puerta principal: un relato de la nación
La estructura del inmueble es de acero y concreto, revestida de cantera labrada, y se considera una transición entre el Art Nouveau y el Art decó.
Su puerta principal, que desde este lunes se abrirá al público, fue fabricada en bronce pulido, pesa tres toneladas y media y tiene un estilo Art Deco. Muestra cuatro paneles con escenas representativas de la historia nacional:
- La evangelización durante el siglo XVI.
- La República Federalista como forma política de vida independiente en el primer tercio del siglo XIX.
- La Reforma que rompió los moldes tradicionales y escindió a la Iglesia del Estado.
- El triunfo de la Revolución Mexicana.
Patrimonio artístico: Murales y esculturas
En los pasillos y paredes de la Corte se pueden observar creaciones de los escultores Ernesto Tamariz, Carlos Bracho y Helena Sardeau. Los murales plasman momentos de la historia a partir de visiones de grandes creadores como:
- José Clemente Orozco (La riquezas nacionales, El movimiento social del trabajo, la justicia de los hombres y la justicia metafísica).
- George Biddle (La Guerra y la Paz).
- Héctor Cruz García (Génesis: Nacimiento de la Nación y Los Orígenes de la SCJN).
- Leopoldo Flores (Todo movimiento social es justicia).
- Rafael Cauduro (Un clamor por la justicia y siete crímenes mayores).
- Ismael Ramos (la búsqueda de la justicia).
- Luis Nishizawa (La historia de la justicia en México).
- Santiago Carbonell (Caminos de palabras y silencios, de hombres y mujeres, de recuerdos y olvidos).
Huellas de la masonería en la corte
Desde el acceso principal, se observa un simbolismo masónico. La sociedad, creada en el país en 1717 y representada por la Gran Logia de la Ciudad de México, vincula la triada Libertad, Igualdad y Fraternidad con elementos como el compás, la plomada, el nivel, el ojo que todo lo ve, la letra G y el delantal.
Para llegar a las salas donde los ministros resuelven expedientes, es necesario subir 33 escalones. Este número representa el más alto grado dentro del Rito Escocés de la masonería, otorgado a quienes ocupan puestos de liderazgo. Al final de estos escalones, se encuentra “el salón de los pasos perdidos”, que en la masonería simboliza el espacio donde los integrantes se despojan de las preocupaciones del mundo profano.
La entrega de bastones de mando: Un acto de reconocimiento
Antes de la entrega de los bastones de mando, miembros de las comunidades indígenas de Oaxaca, entidad originaria del ministro Hugo Aguilar Ortiz, llevaron a cabo una Calenda. Esta fiesta, según Viveoaxaca.org, “manifiesta la alegría, renueva y fortalece vínculos familiares, comunitarios y personales”.
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Posteriormente, a las cuatro de la tarde, afuera del edificio sede, inició la ceremonia tradicional de purificación y entrega de los bastones de mando. Representantes de diversas comunidades indígenas otorgaron a cada ministro electo uno de estos bastones, reafirmando simbólicamente el liderazgo de las autoridades y la voluntad del pueblo a ser gobernado, basados en el respeto y el servicio.
Hugo Aguilar Ortiz, el primer presidente indígena
Al filo de las nueve de la noche, los nueve ministros electos el pasado 1 de junio, encabezados por Hugo Aguilar Ortiz, un abogado mixteco originario de San Agustín Tlacotepec, Oaxaca, se prepararon para el acto simbólico de apertura. Aguilar Ortiz será el primer indígena en convertirse en presidente de la Corte desde 1858, cuando Benito Juárez desempeñó ese cargo.
En este acto de apertura, también participaron las ministras Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, Sara Irene Herrerías Guerra, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Arístides Rodrigo Guerrero e Irving Espinosa Betanzo.
Sesión de instalación y el futuro de la justicia
Luego de estas ceremonias, vendrá el acto protocolario que convertirá a los ministros de electos a servidores públicos en funciones. Finalmente, a las diez de la noche, arrancarán con su sesión de instalación. Así comenzará formalmente la duodécima época de la SCJN.
Esta jornada de transiciones simboliza un puente entre la rica herencia cultural de México y la moderna impartición de justicia. ¿Podrá la duodécima época del Poder Judicial, imbuida de estos ancestrales valores, forjar una justicia más equitativa y cercana a todos los pueblos?