El peso mexicano se encamina a la depreciación: La advertencia de Bank of America

Bank of America advierte el fin del "superpeso". Remesas decrecientes y la convergencia de tasas de interés entre Banxico y la Fed debilitarán al peso mexicano. Conozca los factores clave y proyecciones.

AL MOMENTO

- Advertisement -

La fortaleza del peso mexicano, que le valió el apodo de “superpeso”, enfrenta un punto de inflexión. Bank of America advierte sobre un debilitamiento estructural inminente. Dos pilares fundamentales, el robusto flujo de remesas y el atractivo diferencial de tasas de interés, se están erosionando simultáneamente, marcando un cambio de paradigma para la moneda. Este análisis profundiza en los factores.

El fin de la era del “superpeso”: la advertencia de Bank of America

Tras un prolongado periodo de fortaleza excepcional, el peso mexicano se enfrenta a un debilitamiento estructural, según una advertencia de Bank of America que ha puesto en alerta a los mercados. Esta resiliencia no fue un evento fortuito, sino el resultado de una confluencia única de factores macroeconómicos favorables. Sin embargo, el análisis actual sugiere que esta era está llegando a su fin, enfrentándose la moneda a una depreciación sostenida. Esta tendencia es impulsada por la erosión simultánea de dos de sus pilares fundamentales: el robusto flujo de remesas y un diferencial de tasas de interés altamente atractivo para el capital internacional.

La tesis central de Bank of America es clara: el peso mexicano está posicionado para un periodo de debilidad estructural debido al impacto combinado de dos vectores de presión convergentes. Primero, una normalización y potencial declive en los flujos de remesas, fuente vital de dólares. Segundo, una convergencia en las posturas de política monetaria entre el Banco de México (Banxico) y la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), desmantelando el lucrativo “carry trade”.

Este informe toma como punto de partida la advertencia de Bank of America, un actor de suma importancia en el mercado de transferencias de remesas. Para desglosar y contextualizar los factores detrás de esta advertencia, el análisis sintetiza las perspectivas de instituciones financieras y de investigación de gran prestigio, incluyendo BBVA, Citibanamex, Goldman Sachs y Monex, entre otras.

Las remesas: de pilar económico a viento en contra para el peso

El papel histórico y estructural de las remesas en México

El primer pilar de la advertencia sobre la debilidad del peso se centra en las remesas familiares. Estas constituyen una de las vigas maestras de la estabilidad macroeconómica de México, trascendiendo el ámbito microeconómico para convertirse en un factor estructural en la balanza de pagos. Históricamente, representan la segunda fuente más importante de divisas, superada solo por las exportaciones no petroleras. El volumen ha crecido exponencialmente, alcanzando un máximo del 4.0% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, con estimaciones del 3.5% al 3.7% para 2023 y 2024.

Esta entrada constante y masiva de dólares proporciona una oferta de divisas predecible que soporta el tipo de cambio, amortiguando la volatilidad y anclando el valor del peso. Investigaciones de Banxico indican que cada peso adicional de remesas genera un incremento de 1.05 pesos en el ingreso total de los hogares, 2.67 pesos en la producción bruta y 1.06 pesos en el valor agregado de la economía, subrayando su importancia sistémica.

Factores clave de la desaceleración: EE. UU. y política

A pesar de su histórica resiliencia, este pilar fundamental enfrenta amenazas crecientes que apuntan a una desaceleración e incluso contracción. Datos recientes ya muestran caídas significativas. El análisis revela una combinación de factores económicos y políticos:

  • Debilitamiento del mercado laboral en EE. UU.: Es el principal motor de la desaceleración, afectando el empleo y los ingresos de los migrantes mexicanos, reduciendo su capacidad de envío.
  • Incertidumbre política y regulatoria: La propuesta de imponer un impuesto del 3.5% a las remesas en Estados Unidos genera desincentivo. Expertos como el exsubgobernador de Banxico, Gerardo Esquivel, la han calificado de “discriminatoria”, advirtiendo sobre el posible uso de canales informales.
  • Temor a las deportaciones: Un clima político antiinmigrante, particularmente bajo una potencial administración Trump, induce un comportamiento cauto. Los migrantes podrían acumular ahorros en EE. UU. en lugar de enviarlos a México. BBVA identifica el riesgo de deportaciones masivas como una amenaza externa que podría empujar a la economía estadounidense a una recesión.
  • Endurecimiento de las políticas migratorias: Políticas fronterizas más estrictas han reducido drásticamente las aprehensiones, limitando el crecimiento futuro de la base de personas que envían remesas.

La paradoja del peso fuerte: erosión del poder adquisitivo de las remesas

Existe una compleja retroalimentación entre el tipo de cambio y las remesas. Un peso fuerte, aunque signo de salud económica, ha tenido un efecto perjudicial para las familias receptoras. La apreciación del peso frente al dólar significa que cada dólar enviado se convierte en una cantidad menor de pesos, reduciendo directamente el poder adquisitivo.

Un análisis de BBVA Research muestra que, en abril de 2023, a pesar de un incremento nominal en dólares, los hogares recibieron un 9.7% menos de recursos en términos reales. Esto se explica por una apreciación del peso del 9.8% y una inflación del 6.3% en el mismo periodo. Esta erosión del valor real de las remesas crea una situación paradójica: el peso fuerte, en parte sostenido por las remesas, perjudica a sus receptores. A la inversa, un debilitamiento del peso, impulsado por una caída en los envíos, podría amortiguar el golpe para estas familias, ya que un mismo monto en dólares se traduciría en más pesos, mitigando parcialmente la caída del ingreso local y estabilizando el consumo.

Pronósticos futuros para los flujos de remesas

Las perspectivas consolidan que las remesas transitan de ser un viento de cola a un significativo viento en contra para la valuación del peso. Proyecciones de instituciones como BBVA apuntan a una posible caída del 5.8% en el flujo de remesas para el cierre de 2025, lo que reduciría el total anual a aproximadamente 61 mil millones de dólares. La recuperación está intrínsecamente ligada a la reactivación del mercado laboral en Estados Unidos.

Convergencia monetaria: el fin del “carry trade”

El atractivo del “carry trade” en el peso mexicano

El segundo pilar que ha sostenido la fortaleza del peso mexicano es su atractivo para la estrategia de inversión conocida como “carry trade”. Este mecanismo consiste en tomar prestado fondos en una divisa con baja tasa de interés (como el dólar) e invertirlos en activos denominados en una divisa que ofrece una tasa significativamente más alta (como el peso mexicano). La ganancia proviene del diferencial entre ambas tasas.

Durante años, el amplio diferencial entre las tasas de Banxico, elevadas para combatir la inflación, y las tasas más bajas de la Fed, convirtió al peso en un destino predilecto. Pares como el EUR/MXN se destacaron por su alto rendimiento. Esta dinámica generó una entrada masiva y constante de capitales de cartera, creando una demanda artificialmente alta de pesos y contribuyendo decisivamente a su apreciación.

El giro de Banxico: recortes de tasas por debilidad económica

El panorama que hizo posible el auge del carry trade ha cambiado drásticamente. Banxico ha iniciado un ciclo de relajación. La decisión del 15 de mayo de 2025 de reducir la tasa de interés objetivo en 50 puntos base, situándola en 8.50%, marcó este giro. Análisis posteriores de Citibanamex confirmaron esta tendencia, registrando recortes adicionales a 8.00% y anticipando una moderación continua.

Este pivote en la política monetaria no es arbitrario; está fundamentado en un entorno macroeconómico cambiante. Las decisiones de Banxico responden a una evidente debilidad de la actividad económica nacional y a los avances en la desinflación. El banco central ha comunicado explícitamente que “prevé continuar con el ciclo de recortes en la tasa de referencia”.

La Fed mantiene su postura: el diferencial de tasas se estrecha

El giro acomodaticio de Banxico contrasta con la postura más cautelosa y restrictiva (“hawkish”) de la Reserva Federal. La Fed ha mantenido su tasa de interés de referencia estable en el rango de 4.25% – 4.5%, y su presidente, Jerome Powell, ha enfatizado un enfoque firme, dependiente de los datos y resistente a las presiones políticas. Aunque se anticipan eventuales recortes por parte de la Fed, se espera un ritmo más lento y un tono más restrictivo que el de Banxico.

Esta divergencia en las trayectorias de política monetaria es el factor crítico que provoca un estrechamiento acelerado del diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, haciendo que el peso sea progresivamente menos rentable para los inversores de carry trade. El diferencial de tasas ha evolucionado de la siguiente manera:

  • En el tercer trimestre de 2023, Banxico tenía una tasa del 11.25% y la Fed del 5.50%, con un diferencial de 575 puntos base.
  • Para el cuarto trimestre de 2023, las tasas se mantuvieron en 11.25% y 5.50%, conservando el diferencial de 575 puntos base.
  • En el primer trimestre de 2024, Banxico ajustó a 11.00%, mientras la Fed se mantuvo en 5.50%, estrechando el diferencial a 550 puntos base.
  • El segundo trimestre de 2024 mostró 11.00% para Banxico y 5.50% para la Fed, con 550 puntos base de diferencial.
  • Hacia el tercer trimestre de 2024, Banxico redujo a 10.50% y la Fed a 5.25%, resultando en 525 puntos base.
  • En el cuarto trimestre de 2024, Banxico se situó en 9.75% y la Fed en 5.00%, con un diferencial de 475 puntos base.
  • Para el primer trimestre de 2025, Banxico bajó a 9.00% y la Fed a 4.75%, dejando el diferencial en 425 puntos base.
  • Finalmente, en el segundo trimestre de 2025, Banxico alcanzó 8.50% y la Fed 4.50%, con un diferencial de 400 puntos base.

Riesgo de reversión: salida de capitales y depreciación acelerada

Las consecuencias del estrechamiento del diferencial son directas y significativas. A medida que disminuye el potencial de ganancia del carry trade, los inversores internacionales comienzan a “desarmar” sus posiciones. Esto implica la venta de activos denominados en pesos y la conversión de los ingresos de vuelta a sus monedas de origen, principalmente el dólar, generando una presión de venta sustancial sobre el peso e impulsando su depreciación.

El riesgo se amplifica por el uso de apalancamiento en estas estrategias, que magnifica pérdidas, pudiendo desencadenar ventas masivas y abruptas. La decisión de Banxico de recortar tasas no es aislada; responde a un debilitamiento de la economía nacional, con pronósticos de BBVA de una posible contracción del 0.4% en 2025. Esta debilidad económica impulsa recortes, reduce el atractivo de la moneda, provoca salidas de capital y mayor depreciación. Es crucial entender que la estrategia de carry trade no se basa solo en el diferencial nominal, sino en el rendimiento ajustado por riesgo. México es percibido como un mercado de mayor riesgo; a medida que sus perspectivas económicas se deterioran (justificando los recortes de tasas), su perfil de riesgo aumenta, y la recompensa disminuye. Este deterioro dual de la relación riesgo/recompensa hace que la propuesta de valor del peso sea exponencialmente menos atractiva, acelerando las salidas de capital.

Pronósticos consolidados y factores adicionales

Consenso institucional: peso hacia la depreciación

La convergencia de las presiones bajistas se refleja en un consenso creciente entre las principales instituciones financieras, que anticipan un periodo de depreciación para el peso mexicano, aunque los niveles exactos varían.

  • BBVA: Proyecta una depreciación hacia 20.45 pesos por dólar para el cierre de 2025, citando el menor diferencial de tasas y la desaceleración económica. En un escenario de riesgo extremo con imposición de aranceles significativos por parte de Estados Unidos, el tipo de cambio podría superar los 24.00 pesos.
  • Citibanamex: Aunque ha mejorado sus estimaciones a corto plazo, su pronóstico a mediano plazo se alinea con la tendencia de depreciación, proyectando un tipo de cambio de 19.90 para finales de 2025 y de 20.40 para 2026. Su análisis también señala riesgos derivados de la política interna y una posible revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
  • Monex: Su análisis táctico de corto plazo muestra al peso operando en un rango estable entre 18.65 y 18.78, lo que indica una calma temporal dentro de una tendencia depreciatoria más amplia.
  • Capital.com / Bloomberg: Presentan un escenario conservador en el que un resurgimiento de las tensiones comerciales o un fortalecimiento del dólar podrían hacer que el peso se debilite hasta niveles de 22.00 o superiores.

¿Podrá el “nearshoring” contrarrestar la presión bajista?

En medio de este panorama, el principal factor de soporte para el peso es el “nearshoring”. La tendencia de relocalizar cadenas de suministro en México para estar más cerca del mercado estadounidense está impulsando un aumento significativo de la Inversión Extranjera Directa (IED). Estos flujos de IED representan una entrada estructural y de largo plazo de dólares que proporciona un soporte fundamental para la moneda.

La pregunta clave es si la magnitud y velocidad de estos flujos de IED son suficientes para contrarrestar las presiones negativas, más inmediatas y volátiles, derivadas de la disminución de las remesas y el desarme del carry trade. La conclusión predominante es que, si bien el nearshoring es un factor positivo sumamente poderoso a largo plazo, es poco probable que su impacto en el corto y mediano plazo sea suficiente para anular por completo las fuerzas depreciatorias que actúan sobre los flujos de capital de cartera y las remesas.

Riesgos geopolíticos y comerciales: fuentes de volatilidad

La estabilidad del peso sigue siendo altamente sensible a factores externos, particularmente a la política comercial de Estados Unidos. La amenaza latente de la imposición de aranceles es un riesgo clave que podría desencadenar episodios de depreciación aguda y volatilidad. Adicionalmente, un entorno de mayor volatilidad financiera global o la escalada de conflictos geopolíticos podrían provocar episodios de “fuga hacia la calidad” (*flight to safety*), donde los inversores abandonan activos de mercados emergentes como el peso en favor de activos considerados más seguros, como el dólar estadounidense.

Análisis técnico: niveles clave para el USD/MXN

El análisis técnico del par USD/MXN, que refleja el sentimiento del mercado, identifica varios niveles críticos:

  • Soporte clave: El nivel de 19.00 pesos por dólar es un soporte psicológico y técnico de gran importancia. Una ruptura sostenida por debajo de este nivel podría indicar una reanudación de la fortaleza del peso; mientras el par se mantenga por encima, la perspectiva es bajista para la moneda mexicana.
  • Resistencia clave: El nivel de 20.00 es la barrera de resistencia más significativa. Coincide con un nivel psicológico importante y, en algunos análisis, con la media móvil de 200 periodos. Una ruptura decisiva por encima de 20.00 podría confirmar el inicio de una tendencia alcista de largo plazo para el USD/MXN (es decir, una tendencia bajista para el peso). Niveles de resistencia intermedios se observan en las zonas de 19.42 y 19.65.

Conclusiones estratégicas y gestión del riesgo

Recapitulación: los vectores de presión sobre el peso

El análisis exhaustivo de los factores macroeconómicos y de mercado valida la advertencia de Bank of America, revelando que el peso mexicano se encuentra en una coyuntura crítica. Los dos pilares estructurales que sostuvieron su notable fortaleza en años recientes —los flujos masivos de remesas y un diferencial de tasas de interés excepcionalmente amplio— se están erosionando de manera simultánea. La desaceleración de las remesas reduce una fuente clave de oferta de dólares, mientras que la convergencia de la política monetaria entre Banxico y la Fed desmantela el atractivo del carry trade, fomentando la salida de capitales de cartera. En consecuencia, el panorama para la moneda ha transitado de uno de fortaleza y estabilidad a uno de vulnerabilidad y una probable depreciación gestionada.

Indicadores clave a monitorear

Para los inversores, empresas y analistas que buscan navegar este nuevo entorno, es crucial monitorear un conjunto de indicadores clave:

  • Datos mensuales de remesas publicados por el Banco de México.
  • Indicadores del mercado laboral de EE. UU., con especial atención al empleo y los salarios de los trabajadores de origen hispano.
  • Comunicados de política monetaria, minutas y declaraciones tanto del Banco de México como de la Reserva Federal de EE. UU.
  • Datos de flujos de capital, específicamente la inversión extranjera en valores gubernamentales mexicanos.
  • Retórica política y anuncios de políticas públicas en Estados Unidos relacionados con el comercio, los aranceles y la inmigración.

Recomendaciones para mitigar el riesgo cambiario

El cambio en el panorama del tipo de cambio exige una postura proactiva en la gestión del riesgo. Para las corporaciones con ingresos, costos o deudas denominadas en pesos, es imperativo revisar e implementar estrategias de cobertura cambiaria, como contratos a plazo (*forwards*) u opciones, para mitigar el impacto de una posible depreciación. Para los inversores con exposición a activos mexicanos no cubiertos, el entorno actual justifica una reevaluación de dichas posiciones y la consideración de una mayor diversificación. El mensaje estratégico fundamental es la necesidad de anticipar y gestionar activamente el riesgo en un entorno de creciente volatilidad e incertidumbre para el peso mexicano.

La era del “superpeso” parece haber llegado a su fin. El panorama exige una visión estratégica y una gestión de riesgo activa para navegar la creciente volatilidad e incertidumbre que definen el futuro de la moneda mexicana.

EconomíaEl peso mexicano se encamina a la depreciación: La advertencia de Bank...
Day pass Naay Boutique en punta coco
GRUPO RL

ARTÍCULOS RELACIONADOS