México al fin rompe la barrera de la Nations League
Parecía una maldición. Tres ediciones. Tres intentos fallidos. Pero este 2025, el grito contenido de millones de mexicanos explotó en el SoFi Stadium. México se proclamó campeón de la Liga de Naciones de la Concacaf por primera vez en su historia, con un nombre grabado en fuego: Raúl Jiménez.
El delantero del Fulham no solo fue el goleador del torneo, sino que convirtió todos los goles del Tri en esta edición. Con doblete ante Panamá en la gran final, escribió su propia leyenda. Superó a Cuauhtémoc Blanco en goles históricos con la Selección Nacional y, aún más importante, devolvió el alma a un equipo necesitado de redención.
Un inicio soñado, una reacción inesperada
Gol de vestidor y dominio mexicano
Apenas iban ocho minutos cuando Raúl Jiménez aprovechó un error garrafal del arquero panameño Orlando Mosquera y de cabeza mandó el balón al fondo. El estadio, teñido de verde, blanco y rojo, rugió. El dominio mexicano era evidente, con presión alta, movilidad por las bandas y solidez en medio campo comandada por Edson Álvarez.
Pero Panamá tenía algo que decir.
Un penal inesperado y el regreso del fantasma
Cuando parecía que México se iba al descanso con la ventaja, una mano de Johan Vásquez tras una mala salida de Malagón dio vida a los canaleros. Adalberto Carrasquilla, con frialdad total, cobró el penal y puso el 1-1.
México había dominado, pero se iba al entretiempo empatado. El fantasma de ediciones pasadas volvía a rondar.
El segundo tiempo: tensión, resistencia y justicia
Muralla panameña y protocolo activado
El segundo tiempo fue un asedio. México atacó con todo. Luis Chávez, César Huerta, Santiago Giménez, todos intentaron vulnerar el cerco panameño. Sin embargo, la zaga canalera, liderada por José Córdoba, parecía impenetrable.
Pero la desesperación de la tribuna desembocó en gritos homofóbicos que obligaron a detener el partido. El protocolo de Concacaf se activó tras cuatro interrupciones. Una señal clara de que el juego trascendía lo táctico: era emocional, social y simbólico.
Justicia divina en forma de penal
Corría el minuto 90. Un balón suelto rebotó en la mano de José Córdoba dentro del área. Penal. Silencio absoluto. La historia dependía de un solo cobro. Raúl Jiménez respiró, caminó hacia el balón, y lo colocó en la red con un disparo letal.
México 2, Panamá 1. La redención se consumó.
La leyenda de Raúl Jiménez y el nuevo ciclo de Aguirre
El héroe silencioso que volvió para gritar
Lo de Raúl Jiménez es más que fútbol. Es resiliencia. Es volver de una fractura de cráneo, es soportar críticas, es entrenar en silencio y responder con goles. Con sus 39 tantos, supera a Cuauhtémoc Blanco y se consolida como el cuarto máximo goleador en la historia del Tri.
No gritó sus goles con euforia, pero sí con el alma. Miró a sus compañeros, al público, a Javier Aguirre. Todos sabían lo que ese momento significaba.
Javier Aguirre y su regreso triunfal
16 años después de su última conquista con el Tri, Javier Aguirre volvió a levantar un título. En medio del caos institucional del fútbol mexicano, su figura impone calma y jerarquía. Esta Nations League puede ser el primer ladrillo del edificio rumbo a la Copa del Mundo 2026, que tendrá a México como uno de los anfitriones.
Análisis táctico: el Tri que sí convence
Presión alta y laterales ofensivos
México planteó un 4-3-3 muy vertical. Gallardo y Huerta fueron puñales por la izquierda, mientras que Alvarado y Montes contuvieron desde la derecha. Edson Álvarez fue el equilibrio perfecto entre defensa y distribución, y Romo apoyó con llegadas de segunda línea.
Javier Aguirre leyó bien a Panamá: presionó la salida, forzó errores y cerró líneas de pase. Aunque costó romper el cerco, el trabajo táctico fue impecable.
Cambios clave y lectura de juego
El ingreso de Alexis Vega y Luis Chávez fue determinante. Chávez oxigenó el medio campo, mientras Vega ofreció desequilibrio por banda. Giménez, aunque no marcó, fue clave en el arrastre de marca.
Y luego, claro, el penal… el momento decisivo, donde Jiménez puso la rúbrica final.
El rugido del SoFi: crónica emocional desde la tribuna
68,212 almas, en su mayoría mexicanas, vivieron una final que fue más que un partido. Fue una catarsis colectiva. “El Rey” de José Alfredo Jiménez sonó como himno no oficial. Lágrimas, abrazos, gritos, fuegos artificiales… México volvió a sentirse campeón.
Y es que más allá del resultado, el equipo transmitió. El aficionado sintió que esta vez el Tri jugaba por ellos.
El camino a la gloria: así fue el torneo del Tri
- Fase de grupos: victoria ante Honduras, empate ante Jamaica.
- Semifinal: triunfo sufrido ante Canadá (1-0) con gol de Raúl Jiménez.
- Final: victoria 2-1 sobre Panamá. Doblete de Jiménez.
Tres partidos, tres goles del mismo hombre. El MVP indiscutible del torneo.
México y lo que viene: ¿inicio de una nueva era?
Con el título en la mano, el Tri inicia un nuevo ciclo. Se vienen amistosos, Copa Oro y preparación intensa para un Mundial histórico en casa. Con un Javier Aguirre renovado, una base joven y talento veterano, el reto es consolidar este momento.
Raúl Jiménez, mientras tanto, se ha ganado su lugar. No como promesa, sino como leyenda viva.
México vuelve a ser el rey, y su afición también
Después de años de críticas, decepciones y un sinfín de cuestionamientos, México vuelve a levantar la cara. Lo hace con un título, pero también con identidad, esfuerzo y un relato que conecta.
Raúl Jiménez escribió su historia. Y con ella, volvió a escribir la historia del Tri.
Como dice la canción… “México, México, México… sigue siendo el Rey.”