Una llamada podría definir el rumbo económico entre dos países vecinos. Claudia Sheinbaum analiza comunicarse con Donald Trump ante el inminente anuncio de aranceles recíprocos que podrían reconfigurar el comercio global.
¿Qué son los aranceles recíprocos y por qué preocupan tanto?
Impacto directo en la economía mexicana
Los llamados aranceles recíprocos que Trump planea anunciar el 2 de abril no solo implican una respuesta comercial agresiva, sino también un cambio profundo en la dinámica de exportaciones hacia Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
- Según datos del Banco de México, más del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino el mercado estadounidense.
- Sectores como el automotriz, agroalimentario y manufacturero serían los más golpeados por cualquier medida tarifaria.
“Las tarifas recíprocas globales podrían desencadenar una guerra comercial como la de 2018, pero más generalizada”, advierte Mariana Campos, analista del CIEP.
El precedente del acero y aluminio
Durante su mandato anterior, Trump ya había impuesto aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio, afectando gravemente las cadenas de valor en América del Norte. Esta vez, la propuesta parece ir más allá.
Diferencia clave: ahora no se trata solo del T-MEC, sino de medidas a nivel mundial.
Sheinbaum frente a la presión: diplomacia o firmeza
¿Por qué una llamada con Trump puede ser crucial?
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no descarta una conversación directa con el expresidente estadounidense, quien actualmente busca regresar a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
El contexto es tenso: la economía global está desacelerada, y cualquier fricción adicional podría repercutir negativamente en el PIB de México.
“Vamos a esperar cuál es la propuesta del gobierno de Estados Unidos”, expresó Sheinbaum desde Palacio Nacional.
La estrategia de Ebrard en Washington
Mientras tanto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, lidera la avanzada diplomática. Se ha reunido varias veces con su contraparte estadounidense y mantiene comunicación constante.
Objetivos clave de Ebrard:
- Obtener detalles concretos sobre las tarifas recíprocas.
- Defender sectores estratégicos para México.
- Buscar exclusiones o ajustes bilaterales.
¿Qué sectores serían los más afectados por los aranceles?
1. Industria automotriz
- Representa el 17% del PIB manufacturero mexicano.
- Exportaciones por más de 80 mil millones de dólares anuales.
- Altamente integrada con empresas de EE.UU. como Ford, GM y Tesla.
2. Agricultura y agroindustria
- México es el principal proveedor de aguacate, tomate, cerveza y berries al mercado estadounidense.
- Aranceles podrían encarecer productos y reducir competitividad.
3. Tecnología y electrónica
- Empresas como Foxconn y Flex operan en el norte del país con destino casi exclusivo a EE.UU.
- Las tarifas afectarían la inversión extranjera y la generación de empleo.
Contexto internacional: ¿Estados Unidos contra el mundo?
El regreso del proteccionismo
El plan de Trump se inscribe en una tendencia de proteccionismo económico que ha ido ganando terreno en los últimos años.
- China ya advirtió que responderá con medidas similares.
- La Unión Europea vigila de cerca el anuncio del 2 de abril.
- India, Brasil y Japón también podrían ser golpeados.
“El impacto no será solo para México, sino para el sistema multilateral de comercio”, señala el economista José Antonio Romero.
¿Y el T-MEC?
Aunque el T-MEC sigue vigente, las tarifas globales podrían eludir sus cláusulas si se argumentan razones de “seguridad nacional”, como ya ocurrió en el pasado.
Esto abre un terreno gris legal que México podría disputar ante la OMC, pero cuyo resultado sería incierto y prolongado.
¿Qué opciones tiene México ante una escalada arancelaria?
Plan A: Negociación diplomática directa
El gobierno de Sheinbaum confía en que el diálogo y la presión internacional logren frenar o matizar las medidas de Trump.
- Buscar respaldo de Canadá y países aliados.
- Apoyarse en foros como la CELAC y la OMC.
Plan B: Medidas espejo
Si EE.UU. impone tarifas, México podría:
- Imponer aranceles similares a productos estratégicos estadounidenses.
- Reforzar alianzas con Asia y Sudamérica.
- Incentivar el mercado interno.
“Hay planes para reaccionar ante una imposición unilateral”, advirtió la mandataria.
¿Qué piensan los empresarios y analistas?
Inquietud generalizada
Tanto la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) han expresado su preocupación.
Principales temores del sector privado:
- Pérdida de inversiones.
- Volatilidad cambiaria.
- Recesión técnica si las exportaciones caen más de un 10%.
¿Y los analistas?
Diversos expertos coinciden en que México debe diversificar urgentemente sus mercados y no depender tanto de EE.UU.
“Esta es una llamada de alerta para rediseñar nuestra política comercial exterior”, sostiene la economista Valeria Moy.
Claves del momento político: ¿Trump busca votos con los aranceles?
Campaña electoral 2024 en EE.UU.
El anuncio del 2 de abril se da en medio de la campaña presidencial. Trump ha utilizado el discurso proteccionista como bandera para conquistar al electorado industrial del “cinturón del óxido”.
- Estados como Ohio, Pensilvania y Michigan ven con buenos ojos este tipo de medidas.
- Sin embargo, también afecta a agricultores y empresarios estadounidenses que dependen del comercio exterior.
Sheinbaum y la narrativa soberana
Desde México, Sheinbaum busca mostrar firmeza sin escalar el conflicto.
Su narrativa se enfoca en:
- Defender la soberanía.
- No ceder ante presiones unilaterales.
- Mantener la paz económica.
¿Qué esperar del 2 de abril?
Tres escenarios posibles
- Trump impone aranceles generales sin excepciones.
Esto desencadenaría represalias y tensiones multilaterales. - Se anuncia el marco general, pero se abre ventana para negociar exenciones.
Opción preferida por México. - Se pospone o modera el anuncio por presiones internas o externas.
Poco probable, pero posible si el lobby empresarial actúa.
¿Y si el conflicto apenas comienza?
La llamada entre Sheinbaum y Trump podría no solo evitar una crisis comercial, sino marcar el tono de la relación bilateral en los próximos años.
El 2 de abril se perfila como una fecha crítica para la economía mexicana y para el comercio mundial. Más allá del resultado inmediato, el dilema deja una lección clara: México necesita una estrategia comercial más robusta, diversificada y menos vulnerable a decisiones unilaterales de su principal socio.
¿Estamos preparados para una nueva era de proteccionismo global? ¿O aún hay espacio para la diplomacia?