Aranceles de EE.UU. al sector automotriz: el desafío que enfrenta México

Claudia Sheinbaum rechaza los nuevos aranceles de EE.UU. al sector automotriz: ¿cómo afecta al T-MEC y al futuro económico de México?

AL MOMENTO

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Una mañana de marzo, frente a una sala llena de reporteros, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tomó el micrófono con firmeza. Las tensiones comerciales con Estados Unidos volvían a escalar y, esta vez, el blanco era claro: el sector automotriz, motor económico de la región. Los nuevos aranceles de EE.UU. no solo son un golpe financiero; son un reto diplomático y estratégico para México.

El regreso de los aranceles: una decisión unilateral con repercusiones bilaterales

¿Qué anunció Donald Trump?

El 26 de marzo de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una orden ejecutiva que impone un arancel del 25% a todos los automóviles importados que no sean fabricados en suelo estadounidense. La medida, que entra en vigor el próximo 2 de abril, se enmarca dentro de su política de “protección del empleo local”, pero representa un nuevo episodio en la guerra comercial que su administración ha sostenido desde su primer mandato.

“Vamos a implementar un arancel del 25% a todos los automóviles que no se fabriquen en Estados Unidos”, declaró Trump desde la Casa Blanca.

El impacto inmediato: caída en bolsas y tensión comercial

La reacción internacional no se hizo esperar:

  • Las bolsas de valores de Nueva York, Tokio, Frankfurt y Ciudad de México registraron caídas en el sector automotriz.
  • Empresas como Ford, General Motors, Tesla, Volkswagen y Toyota vieron desplomes en sus acciones entre un 3% y 7%.
  • Analistas de Bloomberg y JP Morgan advirtieron que esta medida podría desacelerar el comercio entre EE.UU., México y Canadá, afectando la cadena de suministro trinacional.

México en el epicentro: entre integración y dependencia económica

La postura de Claudia Sheinbaum

Durante su conferencia matutina del 28 de marzo, la presidenta Sheinbaum fue clara:

“No estamos de acuerdo en esta decisión unilateral de aranceles… El T-MEC es una herramienta que permite a Norteamérica competir con otras regiones del mundo, particularmente con China.”

La mandataria subrayó la integración profunda entre las industrias automotrices de ambos países. Solo en 2024, México exportó 2.5 millones de vehículos a Estados Unidos, consolidándose como su principal proveedor externo.

Una cadena binacional de valor

México y EE.UU. no solo comercian autos: los fabrican juntos. El proceso suele incluir:

  1. Producción de autopartes en México.
  2. Montaje parcial en EE.UU.
  3. Incorporación de componentes electrónicos de Asia o Europa.
  4. Regreso a México para ensamble final o viceversa.

“Aquí se fabrican autopartes, allá se incorpora otro producto y después vienen a México otra vez”, explicó Sheinbaum.

¿Qué tan vulnerable es México?

El 88% de los autos producidos en México se exportan, y el 80% de esas exportaciones tiene como destino final a EE.UU.
Además, más de 1 millón de empleos directos dependen del sector automotriz, incluyendo a empresas como Nissan, BMW, Honda y Kia.

Aranceles vs. T-MEC: ¿una violación al espíritu del acuerdo?

El T-MEC como escudo comercial

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), firmado en 2020, tiene como objetivo fortalecer la competitividad de la región. Uno de sus pilares es la libre circulación de bienes sin aranceles, especialmente en sectores estratégicos como el automotriz.

¿Está Trump violando el acuerdo?

Varios analistas consideran que esta medida, aunque no es técnicamente ilegal bajo ciertas cláusulas de “seguridad nacional”, sí contradice el espíritu del T-MEC. La economista Luz María de la Mora, exsubsecretaria de Comercio Exterior, declaró:

“Aplicar aranceles unilaterales daña la confianza en los compromisos asumidos. México puede y debe activar los mecanismos de solución de controversias del T-MEC.”

La guerra comercial de 2025: un déjà vu global

Contexto: el mundo ya vivió esto

Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles al acero, aluminio y otros bienes, generando represalias de países como China, Canadá y la Unión Europea.
Hoy, en su segundo mandato, su retórica se ha intensificado, apuntando nuevamente al nacionalismo económico.

¿Por qué ahora?

Las elecciones intermedias en EE.UU. se acercan y Trump ha retomado su estrategia de “America First” para movilizar a su base electoral.
Además, su gobierno enfrenta presión interna por la pérdida de empleos en estados industriales como Michigan y Ohio.

¿Qué está haciendo México?

Diplomacia activa y negociaciones en curso

Sheinbaum confirmó que hay diálogo abierto con la Casa Blanca y que México busca preservar el marco del T-MEC:

“Lo que estamos buscando es que no se afecte esta integración comercial, para proteger los empleos en ambos países.”

¿Habrá represalias?

Hasta el momento, México no ha anunciado contramedidas arancelarias. Sin embargo, fuentes de la Cancillería no descartan acudir a instancias como el panel de controversias del T-MEC o incluso a la OMC, si la situación se agrava.

Posibles escenarios a futuro

Escenario 1: retroceso en la integración

Si los aranceles se mantienen, podríamos ver:

  • Migración de inversiones automotrices fuera de México.
  • Disrupciones en la cadena de producción.
  • Aumento de precios de vehículos en EE.UU.

Escenario 2: presión política y reversión parcial

Empresas y gobernadores estadounidenses podrían presionar a Trump para frenar los aranceles, debido al efecto búmeran que ya se observa.

Escenario 3: fortalecimiento de la industria local

Esta crisis podría acelerar el desarrollo de una industria automotriz más autónoma en México, especialmente en sectores emergentes como los vehículos eléctricos.

Lo que está en juego: empleos, inversión y liderazgo regional

  • México es el cuarto productor mundial de autopartes.
  • El sector representa el 20% de las exportaciones totales del país.
  • Cualquier freno a esta industria afectará el PIB nacional y el atractivo para la inversión extranjera directa.

¿Una tormenta pasajera o el inicio de una nueva era proteccionista?

La decisión de Trump no es solo una medida comercial. Es una señal política y geoeconómica. México se encuentra ante una encrucijada: negociar, resistir o reinventarse.

La pregunta clave es:
¿Podrá México defender su papel estratégico sin romper con el T-MEC ni ceder ante el proteccionismo?

Las próximas semanas serán decisivas no solo para la industria automotriz, sino para el futuro económico de toda América del Norte.

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