Las autoridades de Argentina investigan la muerte de Matilda López Sanzetenea, estudiante de la Universidad de Buenos Aires (UBA), tras caer de un balcón en el barrio porteño de San Telmo. Lo que en un inicio se manejó como un accidente, la familia y la fiscalía lo apuntan como un presunto feminicidio. El detenido y principal sospechoso es su exnovio, Nahuel Castillo Corminola, un nombre clave en la investigación del feminicidio Argentina.
La cronología de una relación “tóxica y violenta”
Según los testimonios recabados por la fiscalía, la caída de Matilda el pasado fin de semana fue el desenlace fatal de una relación marcada por el abuso y el control. Pablo López, el padre de la víctima, aseguró que el vínculo de su hija con Nahuel Castillo Corminola fue “tóxica y violenta” desde su inicio.
Acoso constante y la alerta temprana
El padre relató a las autoridades el fuerte control que Castillo Corminola ejercía sobre Matilda López Sanzetenea, destacando un patrón de acoso constante:
- “La seguía, la espiaba en la universidad y se ponía celoso si hablaba con otros chicos,” relató López.
- La primera señal de alarma, recordó el padre, ocurrió seis meses antes, cuando Matilda lo llamó llorando porque Castillo le había bloqueado el acceso a la cuenta bancaria que compartían.
A pesar de haber terminado la relación por un periodo de tiempo, la pareja volvió a convivir en un departamento ubicado en el barrio de San Telmo. Vecinos de la zona confirmaron que las discusiones entre la joven y el sospechoso eran frecuentes y que, en varias ocasiones, terceros tuvieron que intervenir. Pablo López afirmó que, para él, no existe duda de que la caída no fue un accidente.
> “Esto fue un feminicidio. Ella tenía arañazos en la espalda, claramente se defendió,” declaró el padre.
El aislamiento en Buenos Aires y el chantaje emocional
Wara Salazar, una de las amigas más cercanas de la joven, también ofreció un testimonio que refuerza la hipótesis del control coercitivo. Describió a Castillo Corminola como un joven posesivo y manipulador que utilizaba el chantaje emocional para retener a Matilda.
Según Salazar, el sospechoso usaba el miedo y la manipulación:
- “Le decía que no podía vivir sin ella, que se iba a suicidar si lo dejaba. La tenía completamente atrapada,” explicó la amiga, quien asegura que la joven era acosada y que él la “manipulaba con el miedo.”
- Matilda se encontraba muy sola en Buenos Aires, una ciudad donde apenas conocía a alguien fuera de su círculo universitario. El exnovio aprovechaba esta soledad para aislarla, impidiéndole tener amigos o salir.
- Salazar detalló que, aunque Matilda intentaba alejarse, él la buscaba y le pedía perdón, reiniciando el ciclo de maltratos al poco tiempo.
La amiga también reveló un dato crucial que ahora analizan las autoridades: el sospechoso tendría antecedentes de acoso en Tarija, Bolivia, ciudad donde se conocieron. “Allá ya había tenido problemas con otras chicas. No era la primera vez que actuaba así,” afirmó.
El video clave y la evidencia física
El trágico suceso ocurrió el sábado por la noche, poco después de la medianoche, en un edificio situado en la calle Defensa al 323, donde la joven cayó desde el balcón del segundo piso hasta el asfalto.
Una cámara de seguridad instalada en un comercio cercano registró la secuencia. En las imágenes se observa cómo la joven impacta contra el asfalto a escasos centímetros de un transeúnte. Inmediatamente, varias personas se acercaron para socorrerla y solicitaron los servicios de emergencia.
Matilda López Sanzetenea fue trasladada aún con vida al Hospital Argerich. Sin embargo, permaneció internada en estado crítico durante un día y finalmente murió a causa de las graves lesiones sufridas.
La prueba que sustenta la detención de Nahuel Castillo Corminola son los arañazos encontrados en su espalda por los peritos, lo que sugiere que Matilda intentó defenderse activamente durante una pelea que precedió la caída. La familia de la joven exige una investigación exhaustiva y profunda para confirmar la tesis del feminicidio.
