CJNG sacude Tecate: Asesinan a madre y hermano de “El Chiquilín”, exlíder del cártel. Violencia recrudece tras su muerte en prisión.
Un ataque familiar que expone el vacío de poder en el crimen organizado
Era una mañana aparentemente normal en la carretera libre Tecate El Hongo. Pero a las 9:30 a.m, la violencia volvió a recordarnos que el crimen organizado no perdona vacíos de poder. Sujetos armados asesinaron a la madre y al hermano de Ismael Gómez Sierra, alias “El Chiquilín”, un exlíder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) recientemente hallado muerto en prisión. El hecho no solo exhibe una venganza, sino también una guerra silenciosa que se libra en Baja California tras el colapso de liderazgos criminales.
¿Quién era “El Chiquilín”? El ascenso de un ex policía al mando del CJNG
De policía municipal a operador del crimen
Ismael Gómez Sierra inició su carrera en las filas de la Policía Municipal de Tecate, donde la corrupción estructural fue el caldo de cultivo para su transformación. En 2009, junto a otros agentes, fue detenido por agredir a elementos de la Policía Federal. Desde entonces, la línea entre policía y criminal desapareció para él.
Tras su liberación en 2018, se convirtió en uno de los principales operadores del CJNG en la región, según informes de inteligencia. Controlaba rutas de narcomenudeo, tráfico de personas, huachicol y trasiego de droga hacia EE.UU.
“Era quien sostenía los pactos con policías locales y estatales. Su influencia era total en Tecate”, señala un exfuncionario de seguridad estatal.
La muerte de “El Chiquilín” y el reacomodo interno del CJNG
¿Suicidio o ejecución encubierta?
El 2 de enero de 2025, “El Chiquilín” apareció muerto en su celda del penal del Hongo. Las autoridades lo calificaron como suicidio, pero su muerte encendió alarmas entre analistas y fuerzas de seguridad. Se hablaba de traición interna, limpieza del cártel o represalias por deudas pendientes.
Reacomodo violento en la estructura criminal
Su ausencia generó un reacomodo entre células locales y una pugna por el control de las rutas fronterizas. La violencia no tardó en llegar: secuestros, ejecuciones selectivas y extorsiones se dispararon en el primer trimestre de 2025.
“No es casualidad que maten a su familia. Es un mensaje directo: Aquí ya no hay espacio para los suyos”, apunta una fuente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La masacre de Tecate: Un crimen con firma y mensaje
¿Qué ocurrió el 30 de marzo?
A plena luz del día, un convoy armado persiguió una camioneta Chevrolet Equinox donde viajaban la madre, el hermano y una adolescente de 17 años. El vehículo volcó. Los agresores descendieron y dispararon más de 15 tiros calibre .223.
Los adultos murieron en el lugar. La menor fue trasladada con heridas graves. El hecho tuvo lugar en el rancho Ojai, una zona históricamente disputada por células delictivas.
¿Por qué matar a la familia?
- Venganza: Por alianzas o traiciones no saldadas.
- Mensaje de poder: Reorganización interna del cártel.
- Depuración: Eliminación de cualquier posible sucesor.
En cualquiera de los casos, el objetivo es sembrar miedo y demostrar control territorial.
Tecate: Una frontera herida por el narco
Radiografía de la violencia en Baja California
Baja California cerró 2024 con más de 2,800 homicidios dolosos, gran parte vinculados al crimen organizado. Tecate, pese a ser más pequeño que Tijuana o Ensenada, se ha convertido en una plaza clave por su conectividad fronteriza y baja visibilidad mediática.
Las rutas que conectan con El Hongo y Mexicali son utilizadas para:
- Trasiego de metanfetaminas.
- Tráfico de migrantes.
- Contrabando de armas.
“Tecate es un corredor logístico del narco, y eso lo hace peligroso”, afirma un analista del Colectivo de Estudios Fronterizos.
El rol de las autoridades: Entre omisión y colusión
¿Protección o complicidad?
Desde 2009, “El Chiquilín” fue señalado por pagar sobornos a policías municipales y estatales. A pesar de múltiples detenciones, nunca fue desmantelada su red de protección.
Hoy, tras el asesinato de su familia, ninguna autoridad estatal ha ofrecido una postura firme. La omisión institucional alimenta el ciclo de impunidad.
Fallas estructurales en la justicia local
- Falta de inteligencia operativa.
- Rotación constante de mandos.
- Ausencia de investigaciones financieras al CJNG.
Mientras no se rompan las redes de corrupción local, los grupos criminales seguirán teniendo campo fértil para operar.
¿Qué viene después? Tres escenarios posibles
1. Escalada de violencia en Tecate
La ejecución de familiares puede detonar una ola de venganzas cruzadas si los leales a “El Chiquilín” deciden actuar. O bien, puede ser una limpieza definitiva para dar paso a nuevos liderazgos.
2. Intervención federal
Si la violencia se sale de control, la Guardia Nacional o el Ejército podrían intervenir. Sin embargo, experiencias previas muestran que la presencia militar no basta sin depuración institucional.
3. Negociaciones internas del CJNG
Otra posibilidad es que la facción dominante del CJNG haya enviado un mensaje claro a cualquier disidente: No habrá sucesores, ni mártires.
¿Puede un crimen familiar cambiar la narrativa del narco?
Este doble asesinato rompe con la narrativa del narco como figura protectora de su entorno. Matar a una madre y a un hermano muestra la descomposición total del código criminal y el grado de brutalidad al que ha llegado el CJNG.
A nivel social, también deja una pregunta abierta:
¿Cuántas familias más pagarán las consecuencias de un modelo criminal que se alimenta del abandono estatal?