Caminaba con su perro cerca de la playa, en Antalya, cuando la simple negativa de una adolescente de 13 años desató una reacción brutal. Un hombre de aproximadamente 50 años la sometió a una agresión de cinco minutos, que incluyó escupitajos y amenazas de muerte. Los hechos de acoso menor Turquía desataron la indignación global tras ser grabados.
La agresión a la menor desata indignación en Instagram
Los hechos de acoso y agresión ocurrieron el pasado 9 de noviembre en la ciudad costera de Antalya, Turquía. Una menor de edad, creadora de contenido, se encontraba paseando a su perro cuando un hombre desconocido la abordó en la calle.
La joven grabó en cámara las agresiones que sufrió, las cuales compartieron con sus más de 120 mil seguidores en Instagram, causando una profunda indignación. La gravedad del caso llevó a que la menor recibiera recomendaciones explícitas en línea para reportar los hechos ante la Policía Nacional Turca.
Las agresiones incluyeron:
- Escupitajos.
- Insultos.
- Amenazas de muerte.
Todo esto ocurrió después de que la menor le exigiera al sujeto de la tercera edad que se alejara de ella. Según la declaración de la víctima en sus redes sociales, la violencia escaló “todo porque un hombre mayor recibió un no por respuesta de una niña de 13 años”.
What an insane interaction. Yet people still wonder why I ignore strangers, unfortunately not the first time this happens. pic.twitter.com/wrymx3mJUP
— Kitten (@0nlyk1tt3n) November 10, 2025
Cinco minutos de acoso captados en cámara
Las declaraciones de la creadora de contenido, quien publica frecuentemente sobre el entrenamiento de su perro Rottweiler, revelaron que el acoso duró cerca de cinco minutos. La agresión se desencadenó cuando el sujeto, de aproximadamente 50 años de edad y con una camisa blanca, intentó acariciar a la mascota de la chica.
La menor le exigió al hombre que se alejara y le aseguró que el perro lo mordería si no lo hacía. Sin embargo, el hombre insistió en su conducta en varias ocasiones, a lo que la menor respondió reiteradamente con un “no”.
La influencer lamentó la situación en su publicación de Instagram: “Amenazas de muerte, escupitajos en mi rostro, y acariciando a mi perro después de que le dijera que se alejara una y otra vez. Por más de 5 minutos, persiguiéndome… todo porque un hombre no supo cómo manejar un no por respuesta por una niña”.
La señal de amenaza de muerte
Durante sus insistencias, el sujeto realizó una clara señal de amenaza de muerte: colocó su dedo índice en el cuello y señaló a la menor y a su perro, lo que incrementó la alarma en las plataformas digitales.
Un aspecto crítico del incidente fue la falta de apoyo inmediato. La joven señaló que, inicialmente, ninguno de los peatones se acercó para auxiliarla. Segundos después de insultarla, el hombre se aproximó una vez más y se sentó en una banca cercana. La menor se paró junto a su perro de entrenamiento y se alejó para garantizar su seguridad.
La creadora de contenido, quien vive en Antalya desde hace más de seis meses, mencionó que estas interacciones la han obligado a alejarse de los extraños en la vía pública, ya que no es la única vez que ha experimentado una situación similar. A pesar de la desazón inicial, agradeció a un padre que se encontraba cerca por haberla apoyado minutos después de la confrontación.
¿Es suficiente la denuncia digital?
Este incidente, donde la negativa de una menor a la solicitud de un adulto provoca amenazas de muerte y agresiones físicas en plena vía pública en Antalya, pone de relieve la vulnerabilidad de las víctimas y la urgencia de la intervención ciudadana inmediata. Si bien las redes sociales sirvieron para viralizar la denuncia y buscar justicia, la pasividad inicial de los peatones plantea una pregunta crucial para la sociedad turca: ¿Es la denuncia digital la única herramienta efectiva contra el acoso, o la respuesta ciudadana debe ser un compromiso colectivo para detener la violencia en las calles?




