Cooperación México-Estados Unidos: Seguridad sin subordinación en el nuevo sexenio

Cooperación México-Estados Unidos: ¿nuevo pacto de seguridad o viejos acuerdos reciclados? El gobierno de Sheinbaum plantea un giro estratégico.

AL MOMENTO

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Washington, marzo de 2025. En una sala austera del Departamento de Estado, las banderas de México y Estados Unidos ondean juntas. No es un gesto simbólico más: la seguridad compartida entre ambos países vive un momento clave, en el inicio del nuevo gobierno mexicano liderado por Claudia Sheinbaum.

La visita estratégica: ¿nuevo modelo de cooperación?

El contexto geopolítico del encuentro

La visita del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y del jefe de Unidad para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez, a Washington no es un gesto de cortesía diplomática. Se trata de una maniobra clave para reposicionar la relación bilateral en materia de seguridad, migración y control fronterizo, en medio de una tensa coyuntura regional.

La comitiva mexicana se reunió con altos funcionarios del Departamento de Justicia y el Departamento de Estado de EE.UU., bajo el paraguas de una narrativa repetida pero ahora con nuevos matices: cooperación sin subordinación.

“Resaltamos la cooperación con respeto a nuestra soberanía y a los principios de confianza mutua, responsabilidad compartida y diferenciada”, señaló la SRE en un comunicado oficial.

¿Qué está en juego en esta nueva etapa?

  • Control del flujo migratorio en la frontera sur de EE.UU.
  • El combate al tráfico de armas y fentanilo, temas urgentes en la agenda bilateral.
  • La redefinición del papel de México como país de tránsito y contención migratoria.

En palabras de analistas, esta etapa puede ser la consolidación de una “Doctrina Sheinbaum” en política exterior: firme, pero pragmática.

El giro en política de seguridad: Sheinbaum marca su propio tono

Del enfoque militarizado al enfoque civil

Aunque heredera del proyecto obradorista, la presidenta Claudia Sheinbaum parece querer dar un sello propio a la relación con Estados Unidos. Su discurso enfatiza el respeto a los derechos humanos y una cooperación basada en objetivos comunes, pero sin aceptar imposiciones.

La presencia de figuras como García Harfuch —quien lideró con éxito operativos clave en la CDMX— y Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, subraya una intención clara: conservar la continuidad, pero modernizando los mecanismos de cooperación.

Una delegación de alto nivel, un mensaje claro

Entre los funcionarios que acompañaron a Sheinbaum en la reciente reunión con la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, destacan:

  • Juan Ramón de la Fuente, canciller y figura clave del nuevo gabinete.
  • Francisco Garduño, del Instituto Nacional de Migración, en el centro de múltiples polémicas.
  • Félix Medina y Héctor Elizalde, encargados de derechos humanos y seguridad pública.

Esta composición revela el doble enfoque del nuevo gobierno: seguridad, pero con gobernabilidad y respeto a los derechos humanos.

Memorándum de entendimiento: ¿pacto renovado o letra muerta?

Antecedentes del acuerdo binacional

El memorándum vigente entre la Agencia Nacional de Aduanas de México y la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. fue firmado en julio de 2022. Su objetivo: fortalecer el intercambio de información, inteligencia y cooperación en riesgos y selección de objetivos.

Durante la reunión más reciente, ambas partes ratificaron su vigencia, destacando la importancia de las instalaciones de gestión de riesgos compartidas.

“Reafirmamos que la cooperación será siempre en respeto a la soberanía”, sostuvo Kristi Noem, en conferencia posterior al encuentro.

¿Qué implica en la práctica este acuerdo?

  • Instalaciones compartidas de análisis de riesgo en puertos y aduanas.
  • Intercambio de datos de inteligencia, especialmente sobre redes de narcotráfico.
  • Mayor colaboración tecnológica en frontera norte y puntos marítimos.

Aunque técnicamente vigente, el reto está en su implementación efectiva y transparente.

Tensiones latentes: migración, fentanilo y elecciones en EE.UU.

El triángulo migratorio y sus riesgos

México sigue siendo el colchón migratorio de Estados Unidos. Los flujos desde Centroamérica, Sudamérica y el Caribe siguen creciendo, presionando la capacidad del Estado mexicano para responder sin violar derechos humanos.

El nuevo gobierno deberá equilibrar:

  • Las exigencias estadounidenses en contención.
  • Las demandas internas por una política migratoria humanitaria.
  • La creciente presión de organizaciones civiles y organismos internacionales.

La guerra contra el fentanilo: cooperación o confrontación

En EE.UU., el tema del fentanilo es una crisis de salud pública y política. Desde 2023, se intensificó la presión hacia México para detener la producción y tránsito de esta droga sintética.

Aunque México niega ser productor directo, la cooperación se ha intensificado en laboratorios clandestinos y rutas de tráfico. EE.UU. exige más. México responde con prudencia.

“México no permitirá operativos extranjeros en su territorio”, reiteró García Harfuch, en declaraciones pasadas.

¿Y ahora qué? Escenarios posibles para la relación bilateral

1. Escenario de cooperación estratégica

Si se fortalece la confianza bilateral, podrían establecerse mecanismos innovadores:

  • Protocolos de interoperabilidad aduanera.
  • Operativos conjuntos en terceros países de origen migratorio.
  • Canales diplomáticos permanentes de resolución de crisis.

2. Escenario de fricción electoral

Con la elección presidencial en EE.UU. a la vuelta de la esquina, el discurso antiinmigrante puede recrudecerse, especialmente si Donald Trump vuelve al centro de la escena.

Esto podría derivar en:

  • Presión unilateral de Washington.
  • Campañas de desinformación sobre México.
  • Bloqueos presupuestarios a proyectos binacionales.

3. Escenario intermedio: pragmatismo bajo tensión

La opción más probable: una relación pragmática, con momentos de tensión, pero guiada por la necesidad mutua de mantener una frontera funcional y segura.

¿Nueva era o repetición del pasado?

México y Estados Unidos se encuentran en una encrucijada. ¿Puede haber cooperación real sin subordinación? ¿Podrá el gobierno de Sheinbaum marcar una ruta distinta que combine firmeza, respeto y resultados?La respuesta no será inmediata. Pero los gestos diplomáticos, las delegaciones de alto nivel y los acuerdos ratificados apuntan a que la narrativa sí está cambiando. El verdadero reto será que también cambie la realidad en la frontera, en los puertos, y en las vidas de quienes cruzan —o intentan cruzar— esa línea invisible que separa dos mundos interdependientes.

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