El 20 de noviembre de 2025 marcó un hito en la estrategia de seguridad nacional. En una demostración de coordinación federal, dos operativos simultáneos en Sinaloa lograron la detención de objetivos prioritarios, considerados generadores de violencia. Estas acciones desarticularon redes con impacto directo tanto en Tijuana, Baja California, como en diversas regiones del estado de Sinaloa.
La respuesta federal ante la violencia
Las detenciones, realizadas en territorio sinaloense, se confirmaron a través de la información compartida por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch. El funcionario explicó que estas acciones forman parte del esfuerzo permanente del Gobierno de México para contener a los grupos delictivos que afectan la seguridad en las comunidades.
Las acciones fueron coordinadas por fuerzas federales y autoridades estatales, enfocándose en individuos y organizaciones que han generado un clima de inestabilidad regional y binacional, evidenciando los vínculos criminales entre Sinaloa y Tijuana.
El objetivo prioritario: la captura de josé socorro “N” (L-12)
La primera de las intervenciones se centró en la captura de un objetivo de alto valor para la seguridad. Este operativo contó con la participación crucial de tres instituciones:
- La Secretaría de Marina (Semar).
- La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
- La Fiscalía General del Estado de Baja California.
Durante esta acción fue detenido José Socorro “N”, también identificado por las autoridades como “L-12”. El detenido ha sido catalogado como un objetivo prioritario para el Estado.
Las autoridades precisaron que José Socorro “N” enfrentaba tres órdenes de aprehensión por el delito de homicidio, y estaba directamente relacionado con actividades delictivas que han sido la causa principal de la ola de violencia registrada en la ciudad de Tijuana, Baja California.
En dos acciones distintas en el estado de Sinaloa, fuerzas federales y autoridades estatales realizaron acciones que permitieron detener a generadores de violencia con impacto tanto en Tijuana, Baja California, como en diversas regiones de Sinaloa. Estos resultados forman parte… pic.twitter.com/QPgzDgubJu
— Omar H Garcia Harfuch (@OHarfuch) November 20, 2025
Detenciones masivas y aseguramiento de arsenal en Navolato
De manera paralela a la primera intervención, un segundo operativo de gran envergadura tuvo lugar en el municipio de Navolato, Sinaloa.
Este esfuerzo coordinado involucró a cuatro dependencias clave:
- La Secretaría de la Defensa Nacional.
- La Guardia Nacional.
- La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa.
- La Fiscalía General de la República.
Gracias a la coordinación interinstitucional, esta acción culminó con la captura de 14 personas que también fueron identificadas como generadoras de violencia.
Además de las detenciones, el operativo de Navolato permitió un aseguramiento significativo de armamento pesado. Durante la acción fueron incautadas 13 armas largas y una ametralladora, logrando así evitar su posible uso futuro contra la población civil o contra diversas autoridades. Estos resultados, según la SSPC, reafirman el compromiso de reducir la capacidad operativa de los grupos delincuenciales.
Estos resultados son una muestra del esfuerzo conjunto de las instituciones federales y estatales para desmantelar estructuras que impactan tanto la seguridad local en Sinaloa como la de puntos estratégicos como Tijuana. Sin embargo, ¿son estos golpes a la estructura criminal suficientes para mitigar el efecto expansivo de la violencia que azota ciudades clave, o solo representan la punta de un iceberg que requiere una estrategia de largo aliento?




