Elena, de 72 años, lleva tres semanas recorriendo farmacias en Ciudad de México buscando ácido risedrónico. Su receta sigue sin surtirse en el IMSS. Como ella, miles enfrentan un mismo dilema: el desabasto de medicamentos en México continúa, a pesar de promesas oficiales de solución.
¿Qué está pasando con los medicamentos en México?
Un problema estructural y persistente
Desde hace más de cinco años, el desabasto de medicamentos se ha convertido en una constante en el sistema de salud pública en México. Afecta tanto a pacientes con enfermedades crónicas como a quienes necesitan tratamientos urgentes o continuos.
En febrero de 2025, el gobierno federal aseguró que los problemas de suministro serían resueltos “en los primeros dos meses del año”. Pero estamos en abril y la situación sigue deteriorándose en estados como Ciudad de México, Jalisco, Colima y Michoacán.
Las cifras que preocupan
De acuerdo con el colectivo Cero Desabasto, se han documentado más de 26,000 reportes ciudadanos de falta de medicamentos en los últimos cuatro años. Entre los fármacos más reportados en 2024 y 2025 están:
- Amlodipino (hipertensión)
 - Liraglutida (diabetes tipo 2)
 - Desmopresina (diabetes insípida)
 - Insulina NPH (diabetes tipo 1 y 2)
 - Levetiracetam (epilepsia)
 - Ácido risedrónico (osteoporosis)
 - Atorvastatina (colesterol alto)
 
Causas del desabasto: ¿qué factores lo explican?
1. Cambios en la estrategia de compras del gobierno
Uno de los puntos críticos ha sido la centralización de la compra de medicamentos a través de la oficialía mayor de la Secretaría de Hacienda. Esta medida, implementada en 2019, buscaba eliminar la corrupción y los sobrecostos. Sin embargo, la transición generó:
- Ruptura de contratos previos con farmacéuticas
 - Tiempos más largos en licitaciones
 - Falta de experiencia técnica en el nuevo sistema
 
“Hubo un quiebre en la logística. Lo que antes funcionaba mal, ahora no funciona en absoluto”, aseguró un exfuncionario de compras de la Secretaría de Salud bajo anonimato.
2. Problemas en la distribución estatal
Incluso cuando los medicamentos se compran, no siempre llegan a su destino final. Hay hospitales con bodegas llenas y otros sin un solo frasco del fármaco necesario. Esto ocurre por:
- Falta de coordinación entre IMSS, ISSSTE y secretarías estatales
 - Infraestructura deficiente en transporte y almacenamiento
 - Procesos burocráticos ineficientes para la entrega
 
3. Factores externos y globales
El contexto internacional también influye. La pandemia de COVID-19 dejó cicatrices en la cadena de suministro global. A eso se suman:
- Escasez de materias primas farmacéuticas
 - Inflación y encarecimiento de la logística
 - Tensiones geopolíticas que afectan importaciones
 
Casos críticos: el ácido risedrónico y la osteoporosis en México
¿Qué es y por qué es importante?
El ácido risedrónico es un medicamento esencial para tratar la osteoporosis, una enfermedad que afecta a 10 millones de personas en México, según la Secretaría de Salud. La falta de este fármaco puede provocar:
- Aumento en el riesgo de fracturas
 - Recaídas óseas severas
 - Mayor dependencia física en adultos mayores
 
Testimonios que evidencian el impacto
“Mi mamá tiene 79 años, y sin el medicamento no puede caminar bien. Nos dicen que no saben cuándo llegará”, cuenta Karina, vecina de Iztapalapa.
“Me han cambiado la receta tres veces. Pero ninguno de los medicamentos está disponible. ¿Qué se supone que haga?”, denuncia un derechohabiente en Guadalajara.
Instituciones bajo presión: IMSS, ISSSTE y el sector salud
IMSS y la tormenta perfecta
El Instituto Mexicano del Seguro Social es la principal institución afectada. Con más de 60 millones de derechohabientes, las fallas en el surtido de recetas tienen un impacto masivo.
En la CDMX, más del 30% de los pacientes reportaron recetas no surtidas en marzo de 2025, según datos preliminares de organizaciones civiles.
ISSSTE y el desabasto crónico
El ISSSTE enfrenta desafíos similares. En varios hospitales se han implementado sistemas de espera de hasta 20 días para resurtir medicamentos básicos. Los médicos, muchas veces, deben hacer malabares para adaptar tratamientos con lo que hay disponible.
¿Qué dicen las autoridades?
La postura oficial
Durante una reunión con la Academia Nacional de Medicina el 12 de febrero, Eduardo Clark, subsecretario de Salud, reconoció la gravedad del problema y afirmó:
“Estamos construyendo un nuevo modelo de compras, más eficiente, directo con los laboratorios.”
También prometió resolver el problema “en los próximos meses”.
¿Qué tan creíbles son esas promesas?
Desde 2020, se han hecho al menos cinco anuncios oficiales de solución inminente. Ninguno ha logrado resolver el problema de forma sostenible. El escepticismo entre especialistas y pacientes es cada vez mayor.
Impacto social, económico y psicológico del desabasto
Efectos en la salud pública
- Recaídas en enfermedades crónicas
 - Hospitalizaciones innecesarias
 - Aumento en costos médicos indirectos
 
Golpe al bolsillo de los más vulnerables
Los pacientes terminan buscando medicamentos en farmacias privadas, donde los precios pueden triplicarse. Esto representa un gasto insostenible para quienes dependen de un ingreso mínimo.
Salud mental y desesperanza
El no poder acceder a tratamientos genera estrés, ansiedad y depresión, sobre todo en pacientes con enfermedades graves o degenerativas.
¿Cómo se ha enfrentado este problema en otros países?
Chile y su sistema de compras públicas
En Chile, el modelo CENABAST permite compras centralizadas con distribución eficiente a nivel regional. La clave está en la digitalización, trazabilidad y transparencia.
Brasil y su red farmacéutica nacional
Brasil implementó una red nacional de farmacias públicas con surtido en tiempo real y una app para verificar disponibilidad, lo cual ha mejorado significativamente el acceso.
Propuestas y caminos posibles
¿Qué se puede hacer?
- Revisar el modelo de compras actual, incorporando prácticas exitosas internacionales.
 - Fortalecer los sistemas de logística y distribución estatales.
 - Crear un observatorio nacional ciudadano de abasto con datos abiertos.
 - Digitalizar el sistema de recetas y su seguimiento en tiempo real.
 - Fortalecer la coordinación con farmacéuticas y laboratorios.
 
¿Qué futuro nos espera?
El desabasto de medicamentos en México no es solo un problema administrativo, sino una amenaza directa a la salud y dignidad de millones de personas. La falta de soluciones sostenibles refleja una crisis más profunda: la desarticulación del sistema de salud pública.
¿Podrá el gobierno restaurar la confianza ciudadana y garantizar el derecho a la salud?
 O seguiremos viendo, año tras año, más excusas que soluciones.




