La noche del miércoles 19 de noviembre, un ataque armado en Guadalupe, Nuevo León, reveló la crudeza de la violencia Nuevo León. Francisca, de 32 años, y su hijo de 8 años, fueron ejecutados frente a su domicilio en la colonia Cañada Blanca. La filtración de un video íntimo del momento exacto del crimen ha reavivado la indignación sobre la incapacidad de las autoridades para contener la ola de violencia.
La reconstrucción del doble homicidio en Cañada Blanca
El ataque armado, que dejó como saldo una mujer y su hijo de ocho años sin vida, se registró en las calles de la colonia Cañada Blanca, en el municipio de Guadalupe, Nuevo León. El caso tomó relevancia mediática debido a la difusión de un video que mostró la mecánica del asesinato, lo que provocó una gran indignación en plataformas digitales.
Los hechos ocurrieron específicamente en la calle de Concepción del Oro, casi esquina con Noria de Los Ángeles. Según la información de la cámara de seguridad que capturó el ataque armado, eran las 23:03 horas cuando la familia estaba ingresando a su casa luego de haber realizado unas compras en una tienda de conveniencia cercana a su domicilio.
🚨Una mujer y un menor de ocho años fueron asesinados a balazos la noche del jueves en la colonia Cañada Blanca, en Guadalupe. Las cámaras de seguridad registraron el momento en que un hombre desciende de una camioneta, se acerca a las víctimas y dispara, antes de huir con un… pic.twitter.com/ZZKsNqUcwr
— INFO7MTY (@info7mty) November 20, 2025
El modus operandi: una ejecución planeada
La grabación que circula en plataformas digitales permite una reconstrucción precisa de la agresión, evidenciando que el crimen no fue espontáneo. El modus operandi se describe en los siguientes puntos:
- Un sujeto llega caminando por la calle Noria de Los Ángeles.
- El agresor espera a que la familia descienda de su camioneta.
- Para ocultarse, el hombre se esconde detrás de un poste.
- Cuando llega el momento oportuno, el sicario se acerca al vehículo y realiza distintas detonaciones.
El ataque provocó heridas mortales a Francisca, la mujer de 32 años, y a su hijo, un menor de 8 años. Asimismo, se informó que el esposo de Francisca logró resguardarse de las balas durante la agresión.
La fuga y la complicidad del sicario
El sicario que cometió este ataque armado contó con la complicidad de al menos una persona más, garantizando una huida rápida y sin contratiempos.
Tras la agresión:
- El sujeto armado regresó corriendo hacia la calle Noria de Los Ángeles.
- Subió a una camioneta que era conducida por el cómplice.
- Emprendieron la huida sin que nadie pudiera detenerlos.
Cabe destacar que, en la grabación, no se pudo apreciar con claridad el rostro del sujeto que cometió el ataque armado, pues utilizaba una gorra, una especie de pasamontañas y tenía puesta la capucha de su sudadera.
El antecedente de violencia y la carpeta de investigación
Tras el ataque armado, Francisca y su hijo de 8 años fueron trasladados a las instalaciones de la Cruz Verde de Fuentes de San Miguel. Sin embargo, debido a la gravedad de sus heridas, ya no alcanzaron a recibir atención médica y solo se pudo certificar su fallecimiento. Las autoridades correspondientes fueron notificadas y se encargaron de abrir una carpeta de investigación para esclarecer lo sucedido.
En distintas entrevistas concedidas para medios locales, familiares cercanos a las víctimas—quienes prefirieron mantenerse en el anonimato—refirieron no tener idea de quién pueda estar detrás de este lamentable ataque armado, ni tampoco pudieron determinar el móvil del mismo.
No obstante, los familiares mencionaron un dato que podría ser clave para las investigaciones: el pasado mes de julio, la cuñada de Francisca fue asesinada en un ataque armado similar. La posible conexión entre ambos crímenes obliga a las autoridades a indagar si existe un patrón o una vendetta en la zona, superando la mera descripción de los hechos para investigar las estructuras criminales detrás de esta persistente violencia.
Este brutal suceso en Guadalupe, evidenciado por el video que indignó a la sociedad, plantea serias interrogantes sobre la efectividad de las estrategias de seguridad en la zona metropolitana de Monterrey. Si la ejecución de dos miembros de la misma familia, con meses de diferencia, apunta a un ajuste de cuentas, ¿por qué la inteligencia estatal no pudo prever o contener este segundo ataque, dejando desprotegidos a los ciudadanos en su propio hogar?




