El reloj electoral avanza. A menos de dos meses de una elección histórica, Morena ha decidido enfrentar al órgano electoral. La elección judicial, clave para el futuro del Poder Judicial, se convierte en un nuevo campo de batalla política.
El origen del conflicto: INE vs Morena
Un acuerdo que encendó la mecha
El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó recientemente un acuerdo que limita la promoción de la elección judicial exclusivamente al propio organismo. La decisión se basa en los principios de imparcialidad y equidad. Solo el INE, dice el acuerdo, puede promover esta elección sin poner en riesgo la neutralidad institucional.
La reacción inmediata de Morena
La respuesta de Morena no se hizo esperar. Legisladores y liderazgos del partido, entre ellos la presidenta nacional Luisa María Alcalde y la presidenta del Senado Claudia Sheinbaum, han declarado que continuarán con su campaña informativa, argumentando que el 60% de la población desconoce el proceso electoral. “Informar no es hacer campaña”, han repetido en distintos foros.
“Construyendo Justicia”: la estrategia paralela
¿Qué es “Construyendo Justicia”?
Desde hace semanas, Morena impulsa la estrategia “Construyendo Justicia“, una campaña en la que participan sindicatos, organizaciones afines y cámaras empresariales. Aunque aseguran no promover a ningún candidato, usan lonas, bardas y redes sociales para promover la elección judicial.
Ramírez Cuéllar al frente
Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de los diputados de Morena, lidera esta iniciativa. Afirma que la información proporcionada por el INE es insuficiente, y que el objetivo es garantizar que la ciudadanía sepa cuándo y por qué votar el 1 de junio.
Impugnación ante el TEPJF
La ruta legal de Morena
Morena ha anunciado que impugnará el acuerdo del INE ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Argumentan que el acuerdo limita su libertad de expresión y afecta los principios democráticos al impedir la difusión institucional.
Las voces más críticas
Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Sheinbaum han coincidido en que la decisión del INE es desproporcionada. “No es proselitismo, es información“, afirmó Sheinbaum en una reciente conferencia. En la misma línea, Monreal sostuvo que “el INE no puede apropiarse de la democracia“.
El papel del INE y sus límites
Prohibiciones claras
Desde el 30 de marzo, el INE ha dejado claro que servidores públicos no pueden hacer proselitismo, usar recursos públicos o participar activamente en campañas durante su jornada laboral. Las restricciones buscan prevenir el uso electoral de recursos gubernamentales.
La legalidad en juego
El INE se apoya en la ley electoral vigente, que impide la participación activa de instituciones o funcionarios en campañas. No obstante, la línea entre informar y hacer propaganda sigue siendo difusa, y es ahí donde Morena plantea su defensa.
Análisis: ¿Informar o manipular?
La tensión entre transparencia y propaganda
En un país donde la confianza en las instituciones está debilitada, el debate sobre la promoción de la elección judicial no es trivial. Para Morena, informar es un derecho político, mientras que para el INE, cualquier acción fuera del marco legal puede derivar en un uso faccioso del poder.
Antecedentes similares
No es la primera vez que Morena choca con el INE. Durante la revocación de mandato de AMLO, ocurrieron situaciones similares. En aquel entonces, el TEPJF permitió cierta participación informativa siempre que no implicara apoyo a un actor específico. ¿Se repetirá el criterio?
Riesgos democráticos
Polarización institucional
Este enfrentamiento evidencia la creciente polarización entre instituciones electorales y el partido gobernante. La percepción de un INE “censurador” frente a un gobierno que se victimiza puede afectar la confianza ciudadana en el proceso.
El papel del Tribunal Electoral
El TEPJF tiene la última palabra. Si valida el acuerdo del INE, podría establecer un precedente para limitar la comunicación institucional en elecciones futuras. Si lo revoca, podría abrir la puerta a interpretaciones más laxas de lo que significa “promover una elección”.
¿Qué está en juego?
Más que una elección judicial
La disputa trasciende lo electoral. Se juega el modelo de relación entre el gobierno y los órganos autónomos. Además, se define la narrativa pública sobre cómo deben ser los procesos democráticos.
Ciudadanía desinformada
Si el 60% de la población desconoce el proceso, como afirma Morena, el debate también toca una deuda estructural: la baja alfabetización cívica en México. Ningún marco legal será suficiente si la ciudadanía no está informada.
Democracia en vilo
La elección judicial del 1 de junio ha dejado de ser un mero evento técnico para convertirse en una pugna por el control del relato democrático. Morena desafía al INE, pero el desenlace no depende sólo de impugnaciones legales, sino de la capacidad del sistema para equilibrar información, legalidad y participación. La pregunta ahora es: ¿qué modelo de democracia estamos construyendo?