La crisis del sector primario ha escalado hasta el hartazgo. Este lunes, en el marco del paro nacional convocado por el campo y transportistas, los bloqueos Sinaloa productores agrícolas se hicieron sentir con la toma intermitente de cuatro casetas de peaje clave. El movimiento busca forzar la intervención del Gobierno federal ante la caída de precios y el alza en costos operativos que asfixian la producción.
La geografía de la protesta: Cuatro puntos clave en Sinaloa
La movilización de los productores agrícolas en Sinaloa forma parte de una jornada nacional coordinada que ha comenzado a presionar a la infraestructura de transporte.
Las acciones se concentraron específicamente en cuatro casetas estratégicas del estado:
- San Miguel Zapotitlán (ubicada en Ahome).
- Cuatro Caminos (en Guasave).
- El Pisal (en Navolato).
- Costa Rica (en Culiacán).
Este esquema local es solo una parte de una jornada nacional más amplia que, según las organizaciones, prevé cierres en autopistas cruciales de diversas regiones del país, incluyendo el Valle de México, el Bajío, el Pacífico, el Golfo y la zona fronteriza.
Motivos del conflicto: Precios a la baja y costos al alza
El movimiento ha sido claro en su denuncia, señalando una combinación de factores económicos que vuelven insostenible la labor en el campo. Los principales reclamos que impulsan la protesta giran en torno a:
- La denuncia de la caída en los precios agrícolas.
- El aumento de costos operativos.
- La falta de apoyos federales.
Desde uno de los puntos de concentración, el productor Ramón Valenzuela, originario de Angostura, detalló la estrategia que guía la protesta. Valenzuela afirmó que el objetivo primario es ejercer presión sobre la administración federal sin perjudicar severamente a la población civil.
El respaldo transportista y la estrategia de no afectación
Según Valenzuela, los manifestantes han sido cuidadosos en su ejecución, permitiendo el paso de vehículos particulares y autobuses para disminuir las molestias a los ciudadanos. Este enfoque parece haber dado resultados, pues el productor aseguró que la ciudadanía ha mostrado comprensión y solidaridad ante la causa, reconociendo que la protesta busca justicia para el sector.
La fuerza del paro reside en la convergencia de intereses, pues Valenzuela confirmó que los transportistas se han sumado a la acción y que la asociación ANTAC respaldó las acciones a nivel nacional. El vocero explicó que, por motivos de organización, cada región se concentró en el punto más cercano a su base para mantener la cohesión del movimiento.
Ultimátum al Gobierno federal: Diálogo o escalada
El ultimátum es claro y directo. Ramón Valenzuela señaló que los productores permanecerán en las casetas de peaje hasta que el Gobierno federal formalice una convocatoria para una mesa de diálogo.
El pliego único de demandas exige la intervención directa de dos instituciones clave para la atención al sector primario:
- La Secretaría de Agricultura.
- La Secretaría de Hacienda.
La advertencia de una escalada en el conflicto no es menor. El productor Valenzuela advirtió que, dado que el paro ya se había anunciado desde días atrás, de no obtener una solución inmediata a sus demandas, el impacto podría sentirse pronto en los centros de consumo. “El desabasto de mercancías podría comenzar a notarse en los próximos días”, puntualizó el productor.
La decisión final, reiteró Valenzuela, está en manos del Gobierno federal.
Este paro, más que un simple bloqueo de casetas, es un termómetro que mide la paciencia agotada del sector agrícola. La advertencia sobre un posible desabasto de mercancías pone al Gobierno federal en una encrucijada crítica: ¿Puede la administración ignorar por más tiempo el llamado a la mesa de diálogo sin arriesgar la estabilidad del suministro básico nacional?




