Cientos de campesinos han paralizado las principales carreteras de Zacatecas, manifestándose a bordo de tractores contra la propuesta de reforma a la Ley General de Aguas. La protesta, de carácter permanente, expone la profunda preocupación del sector agrario por modificaciones que, aseguran, amenazan la supervivencia de los medianos y pequeños productores.
La parálisis de las casetas: protestas en Calera, Osiris y Arsinas
Este lunes 1 de diciembre de 2025, las principales vías federales de Zacatecas amanecieron tomadas por organizaciones agrarias que utilizaron tractores y maquinaria agrícola para bloquear casetas de peaje y tramos carreteros. El objetivo es protestar contra la iniciativa de reforma a la Ley General de Aguas que actualmente se discute en el Congreso de la Unión.
Los puntos neurálgicos donde se concentran los manifestantes se localizan en:
- La caseta de Calera.
- La caseta de Osiris.
- La caseta de Arsinas.
Esta acción ha dejado varados a decenas de automovilistas, traileros y transportistas desde las primeras horas del día. A pesar de que el bloqueo es permanente, los campesinos han acordado una apertura parcial del paso cada hora, permitiendo la circulación durante diez minutos.
David Esparza, secretario de la unión de pozos de riego de Zacatecas, explicó la razón de la movilización: “Hemos decidido manifestarnos de forma permanente por la razón de que se le están haciendo algunas modificaciones a esa ley de aguas, pero no están claras las reglas”. Esparza subrayó que sienten que las modificaciones afectarán severamente al sector que maneja agua de riego, y que el impacto será mucho mayor en Zacatecas que en otros estados, debido a las condiciones hídricas particulares de la entidad.
El ‘suplicio’ administrativo: la denuncia sobre las concesiones
Uno de los puntos más sensibles de la reforma, y que los manifestantes aseguran que no se les está explicando, es la gestión futura de las concesiones hídricas.
José Rodríguez, uno de los manifestantes, denunció que la nueva propuesta legal contendría disposiciones que:
- Obligan a devolver al Estado las concesiones de agua una vez que estas vencen.
- Prohíben heredarlas a familiares de los productores originales.
- Complican excesivamente los trámites de renovación debido a requisitos administrativos excesivos, lo que calificó como un “suplicio” al intentar gestionar la vigencia de la concesión ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Los manifestantes señalaron que la falta de renovación de las concesiones ya está impactando su operatividad. José Rodríguez explicó que si no tienen la concesión en regla, tampoco tienen acceso a la cuota energética, lo que dispara los costos de operación. “Los campos están sin trabajar, Comisión (Federal de Electricidad) sigue desmantelando servicios y las concesiones se detienen, muchas no las han renovado”, afirmó.
La crisis energética y el riesgo para el pequeño productor
Las organizaciones agrarias alertan que el impacto combinado de la nueva Ley de Aguas y la crisis de subsidios eléctricos recaerá especialmente sobre los medianos y pequeños productores, quienes ya enfrentan altos costos de energía eléctrica para el bombeo de agua y bajos precios en el mercado para sus cosechas.
El agricultor José Castillo ofreció un ejemplo claro del impacto económico de la pérdida de los apoyos energéticos: “Allá en los pozos, antes de que nos quitaran el subsidio, pagaban 20 mil pesos por mes. Le quitan el subsidio y vienen de 150 mil, de 120 mil pesos por mes y no hay agricultor que esté capacitado para pagar todo eso, no es redituable”.
Los campesinos, representados por las organizaciones agrarias, advirtieron que mantendrán la protesta y el bloqueo carretero hasta obtener una respuesta clara y satisfactoria por parte del gobierno federal y los legisladores.
