La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha puesto el dedo en la llaga de la economía mexicana. El jefe del equipo de México y Costa Rica, Alberto González, alertó que, si bien el país resiste shocks globales, la tarea pendiente para impulsar el producto interno bruto es robustecer la productividad México a través de tres reformas estructurales urgentes.
México enfrenta desafíos fiscales y de gobernanza según la OCDE
El 02 de diciembre de 2025, durante la videoconferencia sobre las Perspectivas Económicas para América Latina, Alberto González, jefe del equipo de México y Costa Rica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), fue enfático: el crecimiento del producto interno bruto (PIB) del país podría ser “mayor si el país avanza en productividad”.
González manifestó que, “para fortalecer el crecimiento, la tarea pendiente de México desde algún tiempo es fortalecer la productividad”. Para lograrlo, el organismo, a través de su analista Jessika Becerra, identificó tres reformas clave que deben abordarse de manera inmediata.
La urgencia de la reforma fiscal y el control de la deuda
La primera reforma propuesta por el jefe del equipo de México y Costa Rica se centra en el ámbito fiscal. González planteó la necesidad de:
- Fortalecer los ingresos tributarios para dar continuidad al ajuste fiscal que está en marcha.
- Reforzar el gasto en infraestructura de calidad y en educación.
Respecto a la situación fiscal, el analista comentó que la deuda y el déficit se encuentran en niveles “relativamente altos desde el punto de vista histórico”. Si bien en el comparativo internacional no son tan elevados, son un área donde es necesario actuar, especialmente porque las economías abiertas como México “están más sujetas a este tipo de shocks”.
El especialista de la OCDE subrayó que existe un proceso de consolidación fiscal en marcha que debe continuar, y que es “necesario tomar también medidas por el lado de los ingresos y complementarlas con algunos medidas para mejorar la eficiencia del gasto público”.
Simplificación regulatoria para impulsar la inversión
La segunda reforma clave consiste en simplificar y digitalizar las regulaciones. El objetivo es facilitar tanto la creación de empresas y trabajos formales como la inversión.
González destacó la existencia de “buenos planes en marcha en este sentido”, pero enfatizó la importancia de que la simplificación y la digitalización no se realicen únicamente a nivel federal, sino que se extiendan “también a nivel de Estado y a nivel de municipio”.
Según el jefe de equipo, el esfuerzo para digitalizar y simplificar las regulaciones podría ser una de las reformas que dé “rédito a corto plazo” y que permita a México crecer más.
Educación como palanca de crecimiento a corto y mediano plazo
Finalmente, Alberto González exhortó a las autoridades a fortalecer dos áreas educativas específicas: la educación vocacional y la educación temprana.
La educación vocacional es crucial, ya que ayudaría a que un mayor número de jóvenes adquieran las habilidades necesarias para acceder a empleos de calidad. Por otro lado, la educación temprana tendría un impacto social y económico directo al permitir que más mujeres accedan al mercado de trabajo, aprovechando su talento plenamente.
El analista de la OCDE señaló que reforzar la educación temprana también “podría dar réditos a corto plazo”. Asimismo, identificó el área educativa como un sector prioritario para el crecimiento de México en el mediano plazo.
La incertidumbre interna modera la inversión y el consumo
Al analizar los riesgos para la economía mexicana, la OCDE destacó que el factor externo principal es la probable desaceleración de la economía de Estados Unidos, dado que las exportaciones son el “motor fundamental de la expansión del PIB de México”. González advirtió que una desaceleración en Estados Unidos mayor a la prevista sería un “shock importante”.
No obstante, las exportaciones no automotrices mantienen un crecimiento sólido, impulsadas por un mejor aprovechamiento del T-MEC y la fuerte demanda estadounidense, especialmente en productos de tecnologías de la información y el dinamismo asociado a la Inteligencia Artificial.
En el lado menos favorable, González fue crítico respecto a la situación doméstica, señalando que existe un “alto nivel de incertidumbre en México que está frenando a la inversión”. Recientemente, esta incertidumbre también está moderando el consumo.
Esta preocupación proviene de factores globales (como los aranceles y tensiones geopolíticas) y, de manera crucial, de elementos domésticos que incrementan la incertidumbre. Entre estos elementos, la OCDE destaca:
- Reformas institucionales de gran alcance: como la reforma judicial.
- Cambios recientes: en los reguladores independientes.
En un contexto relacionado, Sergio Kurczyn, director de estudios económicos del Banco Nacional de México (Banamex), aseguró que la alta popularidad que tiene la presidenta Claudia Sheinbaum “da legitimidad, da gobernanza y eso es muy positivo”, aunque advirtió que se requiere un “cambio sustancial” en la política de seguridad para evitar intervenciones de Estados Unidos.
Las advertencias de Alberto González subrayan una realidad dual: mientras México capitaliza el comercio y la IA, las decisiones internas sobre el marco institucional y la capacidad fiscal actúan como un lastre. La pregunta que queda en el aire es si el ímpetu político actual, respaldado por la popularidad de la presidencia, será suficiente para ejecutar las reformas de productividad que la OCDE considera críticas, o si la incertidumbre generada por la reforma judicial México 2025 y los cambios a reguladores independientes continuará erosionando la confianza de los inversionistas.
