El cine estadounidense ha perdido a una de sus figuras más reconocibles en los papeles oscuros. Peter Greene, el actor de carácter conocido por sus interpretaciones intensas como Zed en Pulp Fiction y Dorian Tyrell en La máscara, fue encontrado sin vida a los 60 años. La noticia, confirmada por su representante, Gregg Edwards, revela el contexto de un fallecimiento inesperado que pone fin a una trayectoria de más de cuatro décadas.
El hallazgo en el lower east side de Manhattan
El fallecimiento de Peter Greene se confirmó luego de que el intérprete fuera hallado muerto el viernes 12 de diciembre en su apartamento ubicado en el Lower East Side de Manhattan, Estados Unidos.
El cuerpo fue descubierto por la policía en un operativo de chequeo de bienestar, motivado por la alerta de un vecino. Según reportes de medios como TMZ y New York Daily News, este vecino notificó a las autoridades tras escuchar música constante proveniente del departamento del actor, al parecer, durante más de 24 horas sin recibir respuesta al llamar a la puerta.
La policía llegó al hogar del actor alrededor de las 15:25 horas, horario local del lugar, y lo encontró sin vida.
- Sin indicios de crimen: Aunque la noticia fue difundida rápidamente, la policía descartó de inicio que existieran indicios de un crimen en la escena.
- Causa pendiente: Hasta el momento, el forense no ha logrado determinar la causa exacta de su fallecimiento.
Gregg Edwards, quien fue mánager de Greene por más de una década, expresó su pesar ante la pérdida. Edwards confirmó que la familia del actor, que incluye a un hermano y una hermana, ya había sido notificada del deceso. El representante lo describió (vía Deadline) como “Uno de los mejores actores de carácter del planeta” y destacó su calidad humana fuera de los reflectores.
> “Era un buen amigo que te daba hasta la camisa que llevaba puesta. Era querido y lo extrañaremos”, declaró Gregg Edwards.
Trayectoria y el peso de los villanos icónicos
Nacido el 8 de octubre de 1965 en Montclair, Nueva Jersey, Peter Greene consolidó su carrera en la pantalla grande especializándose en personajes al margen de la ley, criminales y figuras moralmente ambiguas. Su físico y presencia en pantalla lo convirtieron en un rostro recurrente para papeles duros y perturbadores.
Sus primeros pasos en la actuación llegaron a finales de los años ochenta:
- Debut en televisión: Apareció en la serie Hardball en 1990.
- Debut cinematográfico: Llegó en 1992 con Laws of Gravity, compartiendo créditos con Edie Falco.
- Primer gran reconocimiento: En 1993, con Clean, Shaven, una cinta independiente donde interpretó a un hombre con esquizofrenia. Esta película fue proyectada en el Festival de Cannes de 1994.
La década dorada de los noventa
La década de los noventa marcó el ascenso de Greene a la visibilidad internacional gracias a una serie de roles memorables que cimentaron su estatus como actor de carácter en el cine estadounidense:
- Zed en Pulp Fiction (1994): Alcanzó fama internacional al interpretar a uno de los antagonistas más inquietantes de la película de Quentin Tarantino, que ese mismo año ganó la Palma de Oro en Cannes.
- Dorian Tyrell en La máscara (1994): Encarnó al principal villano de la producción protagonizada por Jim Carrey.
- Redfoot en Sospechosos comunes (1995): Otro de sus personajes más citados por la crítica y el público.
A lo largo de su carrera participó en títulos diversos, como Judgment Night, Under Siege 2: Dark Territory, Blue Streak, End Game y The Bounty Hunter. En 2001, destacó su participación en Training Day como un agente antidrogas corrupto. Más recientemente, Peter Greene tuvo apariciones recurrentes en televisión en producciones como The Black Donnellys, Life on Mars, Chicago P.D. y, la serie precuela del universo John Wick, The Continental.
Compromisos y proyectos inconclusos
Gregg Edwards también reveló que Peter Greene mantenía proyectos en desarrollo al momento de su muerte. Entre ellos se encontraba la película Mascots, donde compartiría elenco con Mickey Rourke, y su participación como narrador en un documental.
El documental, titulado From the American People: The Withdrawal of USAID, contaba también con las voces de Jason Alexander y Kathleen Turner. Según su mánager, el actor estaba profundamente comprometido con este último trabajo, al que consideraba una vía para visibilizar las consecuencias humanas de decisiones políticas recientes.
Peter Greene deja un legado de papeles intensos y memorables, cuyo impacto en la cultura popular de los noventa permanece intacto. Su muerte, aún pendiente de una determinación forense, cierra un capítulo importante en el cine de actores de carácter.
