La gestión del patrimonio en Estados Unidos está experimentando una transformación silenciosa. Los hogares de altos ingresos ya no ven las cuentas bancarias tradicionales como un vehículo rentable, impulsando un masivo movimiento de capital Estados Unidos hacia instrumentos financieros que sí ofrecen rendimientos competitivos frente a la inflación y las bajas tasas reales.
La pérdida de atractivo de los depósitos tradicionales
En Estados Unidos, las cifras de saldo en cuentas corrientes y de ahorro de los hogares de altos ingresos muestran una clara disminución en contraste con periodos anteriores. Este comportamiento financiero responde directamente a la búsqueda de rendimientos más atractivos que superen la oferta de los depósitos bancarios clásicos.
Los depósitos han perdido su atractivo como vehículo de rendimiento debido a que las tasas reales de interés ofrecidas resultan bajas en comparación con otras alternativas financieras disponibles en el mercado.
- Alternativas de rendimiento: Otros instrumentos, como los fondos de mercado monetario y los certificados de depósito (CD), han ganado popularidad al ofrecer tasas considerablemente mejores.
- Motivación: Los hogares con mayor patrimonio tienden a mover su liquidez hacia vehículos que generen ingresos, en un patrón que sugiere una estrategia de optimización frente a la volatilidad del mercado y las tasas de interés.
Reubicación estratégica del efectivo
Investigaciones independientes señalan que un número creciente de estadounidenses, cubriendo distintos segmentos de ingresos, está trasladando efectivo de las cuentas tradicionales a instrumentos que ofrecen rendimientos de inversión.
Esta tendencia incluye:
- Fondos de mercado monetario.
- Cuentas con altos rendimientos.
- Certificados de depósito (CD).
Este movimiento significa que, si bien el saldo en la banca tradicional disminuye, el total de reservas de efectivo puede estar creciendo al considerar estas cuentas adicionales que sí ofrecen retornos.
Tendencias en saldos bancarios según estudio de JPMorgan Chase
Un análisis exhaustivo de cuentas bancarias de millones de hogares de Estados Unidos, realizado por JPMorgan Chase, identificó patrones clave en este movimiento de capital:
- Saldos tradicionales: Los saldos en cuentas corrientes y de ahorro clásicas permanecen con crecimiento plano o menor, incluso dentro del segmento de hogares de ingresos altos.
- Reservas totales: Cuando se incluye el efectivo reubicado en instrumentos financieros con rendimiento, el total de reservas de efectivo muestra un crecimiento más sólido.
- Diferencias por ingreso: Las variaciones según el nivel de ingreso son notables. Los hogares con menor ingreso están experimentando tasas positivas de crecimiento en sus reservas totales, mientras que los hogares de mayores ingresos optan por mantener o reducir ligeramente sus saldos en las cuentas tradicionales.
Factores estructurales que impulsan la reubicación del efectivo
Esta tendencia está siendo impulsada por diversos factores estructurales en la economía estadounidense:
- Tasas de interés reales bajas: Las cuentas tradicionales no logran compensar la inflación ni se equiparan a los rendimientos disponibles en otras alternativas de inversión.
- Sofisticación financiera: Existe una mayor sofisticación financiera entre los hogares con altos patrimonios, que buscan activamente maximizar rendimientos sin sacrificar liquidez.
- Orientación a instrumentos de inversión: La preferencia se inclina hacia instrumentos con rendimiento, como los fondos de mercado monetario, certificados de depósito y cuentas de corretaje, que ofrecen retornos superiores a los depósitos bancarios convencionales.
Reconfiguración de la liquidez y sus implicaciones
Este comportamiento evidencia una reconfiguración fundamental en la forma en que se gestiona la liquidez en Estados Unidos. Los hogares, especialmente los más ricos, muestran una creciente preferencia por colocar su efectivo en instrumentos que ofrecen mejores rendimientos.
Esta tendencia no es inocua y puede afectar la dinámica de los depósitos en las instituciones financieras tradicionales, al reducir la base de fondos disponibles que la banca utiliza habitualmente para sus operaciones clásicas, como la concesión de préstamos.




