El asesinato del actor y cineasta Rob Reiner junto a su esposa, la fotógrafa Michele Singer Reiner, ha conmocionado al mundo. La tragedia se agrava al señalar a su hijo de en medio, Nick, como el presunto responsable del homicidio. Amigos de la familia han revelado ahora los escalofriantes temores que la pareja albergaba sobre el estado mental de Nick Reiner antes del fatal desenlace.
La espiral de adicción que terminó en tragedia familiar
La muerte de Rob Reiner y Michele Singer Reiner, causada por heridas punzocortantes, se convirtió rápidamente en una tragedia global. Las autoridades detuvieron y encarcelaron a Nick Reiner, de 32 años, en Los Ángeles, California, como el presunto responsable del doble homicidio.
El contexto de este brutal acto se remonta a una larga lucha de la familia contra la adicción de Nick, un problema que el joven ha enfrentado desde la edad de 15 años. Antes del asesinato, la pareja había externado a sus cercanos su profunda preocupación y “miedo” ante lo que su hijo pudiera hacer en el futuro cercano, debido a una aparente recaída en el consumo de drogas.
La explosiva discusión durante la fiesta de Conan O’Brien
El sábado por la noche, horas antes de la muerte de la pareja, Rob y Michele asistieron a una fiesta navideña organizada por Conan O’Brien, llevando a Nick con ellos. Fue en este evento social donde se produjo una acalorada y pública discusión frente a los asistentes, detonada por el comportamiento errático y extraño de Nick Reiner. Amigos también aseguran que esta no es la primera vez que Nick era violento con la familia.
Los detalles, revelados por publicaciones como The New York Post y People, indican que Nick se comportó de manera alarmante. Una fuente citada por la revista People describió la escena:
- “Nick estaba asustando a todos, actuando como un loco.”
- “Seguía preguntando a la gente si eran famosos.”
Este comportamiento culminó cuando Nick comenzó a gritarle a su padre frente a todos por su recaída en las drogas. Esto ocurrió después de una supuesta desintoxicación, por la que el hijo de Rob se negó rotundamente a pasar por otro tratamiento de rehabilitación. Es importante recordar que Nick se ha enfrentado a al menos 17 rehabilitaciones desde los 15 años para superar su adicción, un ciclo que, por años, lo distanció de su familia y lo llevó a vivir en las calles.
Los temores de la pareja ante el deterioro mental
Un amigo cercano y de “toda la vida” de Rob Reiner y Michele Singer Reiner confirmó a The Post que la pareja estaba cada vez más con miedo por el estado mental y de salud que su hijo comenzaba a tener.
> “Habían tenido una discusión en la fiesta de Conan y Rob había estado diciéndole a la gente que tenían miedo por Nick y que su estado mental se estaba deteriorando”, sentenció el amigo.
Tras externar estas graves preocupaciones en la celebración del sábado, la vida de la pareja fue arrebatada en menos de 24 horas. Nick asesinó a sus padres con “varitas puñaladas” en la mansión familiar ubicada en la avenida Chadbourne, al oeste de Los Ángeles.
La falsa recuperación y el conflicto por la rehabilitación
Tras el doble homicidio, amigos y cercanos a la familia han arrojado nueva luz sobre la dinámica interna y la aparente “falsa recuperación” de Nick de su drogadicción. Un amigo y vecino, también citado por The New York Post, mencionó: “Supuestamente Nick había dejado las drogas”.
No obstante, la misma fuente reveló que existían rumores de que Nick no había “dejado tanto” el consumo de estupefacientes, como la combinación de opiáceos y heroína. Por esta razón, la pareja insistía en que su hijo entrara a rehabilitación una vez más, especialmente después de un año viviendo con ellos en la lujosa mansión.
“Sé que (Rob y Michele) querían que recibiera ayuda, que fuera a rehabilitación, pero él quería recibir ayuda mientras estaba en casa, no quería recibir tratamiento en un centro y sé que habían discutido sobre eso durante años”, afirmó una fuente, subrayando la larga y dolorosa disputa familiar que precedió a la tragedia.
La tragedia de la familia Reiner no solo es un relato de homicidio, sino el punto final de años de miedo silencioso, disputas por la rehabilitación y el devastador ciclo de la adicción. ¿Hasta qué punto la desesperación de un hijo en recaída puede anular los lazos familiares más profundos?




